LOS EMPRESARIOS DEL CENTRO

Belia Hombre: El arte del traje

Tres generaciones Benítez han ofrecido la mejor confección de caballero para toda ocasión

Tres generaciones de comerciantes se han dedicado a vender moda masculina en las tiendas Belia de Córdoba. | MANUEL MURILLO

Tres generaciones de comerciantes se han dedicado a vender moda masculina en las tiendas Belia de Córdoba. | MANUEL MURILLO / LUCÍA ABAD

LUCÍA ABAD

Hace más de 40 años que los Benítez regentan en el número 9 de la calle Góngora un comercio dedicado a la confección de caballero. Alfonso Benítez es el actual propietario y gerente de Confecciones Belia, la tercera generación de una familia que ha vestido no solo al hombre cordobés, sino también a clientes procedentes de otras provincias como Sevilla y Málaga. Antes, también trabajaron la confección de señora, llegando a tener seis tiendas en Córdoba.

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Imagen del exterior de Belia Hombre / LUCÍA ABAD

A lo largo de estas más de cuatro décadas de servicio, Belia se ha especializado en el traje de ceremonia. «Es nuestro fuerte», admite Alfonso Benítez, quien explica que aproximadamente el 90% de las ventas de la tienda son trajes de boda, para padrino y de invitado. «La mayoría de los hombres ya no usa traje para trabajar. El traje ha quedado para ejecutivos, para gente que trabaja en banca y cosas así», reconoce el responsable del establecimiento, quien remarca que «el verdadero consumo del traje es para ceremonias, para bodas, comuniones, procesiones, graduaciones, para la Feria...».

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Cliente en Belia Hombre / LUCÍA ABAD

Aunque la mayoría de los hombres busca un traje para acudir a algún tipo de ceremonia, la americana sport sobrevive para el día a día. De hecho, el propietario de la firma comenta que este invierno, con temperaturas más suaves de lo habitual, la chaqueta ha tenido una gran demanda.

«Procuramos tener las últimas tendencias. La gente quiere novedad este año, trajes pastel, rosas, verde petróleo...», apunta el gerente de Belia quien, no obstante, aclara que el 80% de sus ventas se enmarcan dentro de los llamados colores clásicos —azules y grises—.

Cambios

El mundo del traje de caballero ha cambiado mucho en las últimas décadas, aunque el traje clásico sigue teniendo su público. «La gente mayor quiere un traje bueno de lana, no quiere un traje de viscosa o de poliéster», mientras que la gente joven busca precio y novedad más que un traje para toda la vida. «Nosotros trabajamos una banda muy amplia, desde trajes de 150 euros a trajes de 450», indica Benítez.

Confecciones Belia se ha ido adaptando a los cambios. «Tenemos nuestros clásicos, tenemos nuestras innovaciones como son los brocados, tenemos levita larga, corta y semilevita y las tendencias nuevas de sport», comenta Alfonso. De esta forma, pueden dar servicio a hombres de todas las edades, con distintos gustos y necesidades diferentes.

Al fin y al cabo, «a la gente le gusta vestirse bien para ir a una boda o a una comunión», señala Benítez, quien se enorgullece de la confianza que le depositan sus clientes. «Nosotros tenemos clientes de toda la vida y muchos que una vez que vienen, vuelven», dice el gerente de Belia.

Servicio

En esta fidelidad tiene mucho que ver la profesionalidad del equipo de seis personas que dirige Benítez en la actualidad. «Cuando ofrecemos un traje a un cliente tiene que ser adaptado a su drop (diferencia entre la medida del contorno de pecho y de la cintura) y para ello tenemos que tener muchísimas existencias para atender todo tipo de clientela», subraya Alfonso Benítez.

Además de ofrecer prendas adaptadas a todo tipo de gustos y necesidades —no solo trajes y chaquetas, también camisas, pantalones, chalecos, etc.—, Confecciones Belia realiza cada año una promoción de chaqués desde 199 euros que atrae a numeroso público y no solo de la provincia.

Belia Hombre ofrece todos los complementos necesarios para sacar el mayor partido a cada traje. La corbata es, sin duda, «la estrella» de los complementos. Según Benítez, cuentan con más de 300 modelos en existencias. Desde la corbata clásica, que es la más demandada, al corbatín y los corbatones, sin olvidar la pajarita. «Solo trabajamos seda, no trabajamos poliéster. Tratamos de ofrecer calidad», remarca el propietario de este comercio que trata de procurar una atención personalizada a cada cliente para que se marche satisfecho con su compra.