reportaje

Una mirada con otros ojos

El colegio Ferroviario desarrolla una biblioteca humana sobre migraciones a través de su ciclo de Integración Social Quince ‘personas libro’ cuentan sus experiencias

Positiva experiencia | El aprendizaje de historias de otras culturas y nacionalidades resulta enriquecedor.

Positiva experiencia | El aprendizaje de historias de otras culturas y nacionalidades resulta enriquecedor. / CÓRDOBA

Víctor Recuerda

Matilde, de Guinea Ecuatorial, llegó a España con 15 años. Fue adoptada por una familia cordobesa, lo que le ha brindado la oportunidad de formarse en diversos ámbitos. No obstante, nunca ha olvidado sus raíces y siempre ha intentado mantener viva su herencia cultural.

Abdoulah es de origen guineano y senegalés. En 2018 decidió salir de África en busca de un futuro mejor y estuvo 7 días perdido en el mar hasta que llegó a Melilla. Pidió asilo político y ha residido entre Extremadura y, actualmente, Córdoba.

Ramona, por su parte, tiene 34 años, es madre y vive en un asentamiento en Córdoba desde hace una década. «Me gustaría que, cuando la gente me vea, piense bien de mí, que no crea que soy mala, pues soy como cualquiera, solo quiero una casita y un trabajo digno».

Detalle 8 Cada una de las ‘personas libro’ protagonistas de la actividad.

Detalle | Cada una de las ‘personas libro’ protagonistas de la actividad. / CÓRDOBA

Testimonios como los de estas tres personas, y otras doce más, son los que han escuchado los escolares del colegio Ferroviario de Córdoba. Allí, el alumnado del segundo curso del ciclo formativo de Integración Social ha organizado una biblioteca humana, titulada Miremos con otros ojos.

El objetivo de esta iniciativa de los estudiantes de FP es que se llegue a trasladar una visión alternativa de las personas migrantes, transmitida por ellas mismas para, así, obtener una vivencia más real y ajustada a sus historias y a sus experiencias, desde una perspectiva diferente a la que se suele tener de ellas en la sociedad actual.

«Nuestro deseo es lograr que se elimine el discurso de odio que se está instalando hoy día entre mucha gente», explica Carmen Moreno, alumna del ciclo formativo y coordinadora de esta iniciativa educativa.

El conjunto de 15 personas que se han dirigido a las clases del Ferroviario lo han hecho, además, en su condición de personas libro. En este sentido, el contenido de su intervención ante los escolares ha podido versar sobre experiencias propias, pero también sobre elementos que deseen trasladar sobre aspectos leídos o sentimientos experimentados con la lectura.

Abdelatif, educador social y uno de los participantes en este proyecto, explica que él ha intentado centrarse en su historia de vida tras pasar por los sistemas de protección. Lleva en Córdoba 18 años (ahora tiene 35) y su implicación con el tejido social es grande y ha querido combinar ese fomento de la lectura con la transmisión de alguna vivencia.

«Al ser niños, he intentado captar su atención con algo que a ellos les resulte familiar sobre la inmigración y hemos hablado de las noticias sobre este tema. Y me ha sorprendido la cantidad de detalles que hemos compartido. Me han preguntado sobre viajar en los bajos de un camión o por la igualdad entre mujeres y hombres en tema religioso», apunta.

La actividad ha estado dirigida al alumnado de entre 5º de Primaria y 4º de la ESO. Los diferentes grupos de clase han ido rotando y pasando por las salas en las que estabas estas personas libro.

Amplia participación 8 Alumnos beneficiarios del proyecto.

Amplia participación | Alumnos beneficiarios del proyecto. / CÓRDOBA

Y la estructura de la Biblioteca Humana ha sido siempre la misma: 15 minutos de exposición de la persona migrante; 5 minutos de preguntas de los estudiantes y otros 5 minutos para que estos últimos le escribiesen algunos mensajes o reflexiones que los protagonistas se llevaban a casa.

Moreno ha calificado la iniciativa como muy positiva y enriquecedora, tanto para los escolares del centro como para los participantes adultos, ya que la interacción ha sido permanente y los diálogos, profundos. «Lo bueno es que los niños preguntan lo que sea, sin ningún tipo de reparo y con total naturalidad», resalta.

La actividad es la culminación de un proyecto del ciclo formativo de Integración Social que comenzaron los alumnos de segundo curso de este grado superior el pasado año y que finalizan los de segundo de este 2023-2024. 

Tanto Carmen como Abdelatif coinciden en la importancia de organizar este tipo de acciones para construir una sociedad más tolerante y respetuosa. «Si logramos que al menos un niño se replantee la imagen de la migración, habrá valido la pena», concluyen.