Entrevista | Juan José Primo Jurado Director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

«Toda ley que salga debe cuidar el patrimonio humano»

Doctor en Historia, investigador, escritor, conferenciante... Ha tenido tiempo para ser también concejal por el PP, subdelegado del Gobierno y, actualmente, ocupa la Dirección del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura. El pasado sábado ofreció el Pregón de la Semana Santa de Córdoba 2024.

«Toda ley que salga debe cuidar el patrimonio humano»

«Toda ley que salga debe cuidar el patrimonio humano» / Víctor Castro

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Pocos sitios mejor para hablar de patrimonio, en general, que en el Real Círculo de la Amistad. Gracias por citarme aquí.

Es Bien de Interés Cultural. Y con todo lo que tiene de historia y de patrimonio. Tanto cuando era convento de Agustinas de Nuestra Señora de las Nieves como, después, desde 1845, cuando albergó al Círculo de la Amistad.

Le admiro, ¡Qué memoria tiene para el patrimonio!

(Ríe). Sí, los historiadores es lo que tenemos, memoria.

Fijémonos en el patrimonio, y más en el patrimonio cofrade... Éste ya no es exclusivo del centro. Hay muchos nuevos barrios con un gran legado. Afortunadamente.

Sí. Realmente la ciudad durante la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco se siguió manteniendo lo que es La Villa y La Axerquía. Ya con Fray Albino comenzó a ir creciendo la ciudad y no ha dejado de crecer. Y efectivamente, hay un gran patrimonio sacro fuera de lo que es el casco histórico. Las hermandades han ayudado a que exista ese patrimonio.

Incluso puede hablarse de ese Patrimonio Inmaterial, que también se ha extendido fuera del Casco Histórico.

Un patrimonio inmaterial muy de moda porque era el gran olvidado. Parecía que solo existía la piedra que se tocaba, el cuadro que se admira. Pero el patrimonio inmaterial, que son los ritos, las costumbres, las tradiciones (todas ellas recogidas en el Atlas Inmaterial de Andalucía) son importantes. Incluso algunas como la Fiesta de los Patios llegan a ser contempladas por la Unesco.

Cuando se dice que nuestro casco histórico es esencial para entender la historia de Occidente y del Mediterráneo... ¿Se exagera?

Pues yo creo que es así. Estamos hablando de una ciudad con más de dos mil años de antigüedad y que en esos años ha sido capital histórica en tres ocasiones: capital de la Bética romana, la provincia más romanizada del imperio; capital omeya, que, junto al imperio bizantino, eran las dos luces del Mediterráneo, y capital de la frontera cristiana durante la Reconquista cuando venían los reyes a residir mientras quedaba el Reino de Granada por reconquistar. Córdoba tiene un poso de patrimonio e historia que no muchas ciudades pueden presumir de ello.

¡Cuatro! Que ahora que me acuerdo, durante unos meses, con Felipe II, se trajo las cortes del Imperio a Córdoba.

(Ríe). Sí. ¡Nueve meses! En la Puerta del Puente se lee: «reinando la sacra católica majestad de Felipe II nuestro señor...»

¡Qué memoria! Las cofradías también comenzaron teniendo, además, de un patrimonio material, un patrimonio humano. Eran la Seguridad Social de su tiempo.

Claro, era cuestión de ayuda entre ellos, entre los hermanos, incluida la asistencial. Muchas hermandades tenían hospitales. Ahí estaba el Hospital de la Caridad. Su función era favorecer también a los hermanos en una época en la que el Estado no asumía ni la educación, ni la sanidad, ni siquiera una manutención. Y ahí estaban las hermandades.

Esta pregunta es tan amplia como se quiera, sobre todo para un director del Instituto de Patrimonio Histórico. ¿En qué estado está el patrimonio histórico de Córdoba?

Yo creo que hay una gran concienciación sobre la necesidad del cuidado del patrimonio. Se han hecho muchas campañas, se ha hablado mucho. Y no se cometen atentados contra el patrimonio. Córdoba, siempre lo recalco, desde 1926 Córdoba protegió su casco histórico, porque fue la primera capital de provincia que se acogió a una ley del Gobierno Central de protección de zonas históricas. Sevilla, por ejemplo, no se acogió, y eso hizo que perdiera muchos palacios, conventos, murallas y puertas.

¿Y patios, las corralas?

También. Porque estaban sin protección. Córdoba, sin embargo, tiene una larga historia de protección. Y creo que hay concienciación y que el centro está bien cuidado. Y bienvenidas sean todas las aportaciones que se hagan.

Ahí estuvieron el PGOU de 1986, el del año 2001 con el Pepch, ahora se habla del Plan de Gestión del Casco Histórico y en el nuevo PGOU. ¿Qué se le puede pedir más a las leyes? ¿O quizá debemos ir centrándonos más en el Patrimonio inmaterial?

Creo que, hoy en día, toda ley que salga de protección debe cuidar mucho el patrimonio humano. En cualquier ciudad, los vecinos que vivan en el casco histórico deben estar protegidos o el riesgo de que se convierta en un museo o en un decorado magnífico sin más es evidente. Una vez que están protegidos los cascos históricos, hay que dar un paso más para proteger al patrimonio humano.

¿No da pena que no sepamos comunicar un poco más el valor de nuestra historia? ¿Que los turistas se vayan sin haber disfrutado más de nuestra historia?

Hay un tópico que es ése del carácter senequista del cordobés, de que no sabemos valorar lo nuestro. Yo quiero pensar que no es del todo así y que el cordobés sabe darle la importancia que tiene el vivir en una ciudad como es esta.

¿El patrimonio debe ser sostenible?

Sí. Claro.

Pero para eso hace falta mucho dinero, ¿no?

Bueno, también un patrimonio sostenible se puede tener respetando las emisiones contaminantes, un turismo controlado. Un turismo que a la vez tiene que revertir para conservar ese patrimonio. Yo creo que turismo y patrimonio pueden ir de la mano perfectamente.

Respecto al patrimonio de las hermandades está ese viejo proyecto de un museo cofrade que no llega a cuajar.

Sí. Yo creo que sería bueno. Sevilla, por ejemplo, no lo tiene, pero hay ciudades como Valladolid y Zamora que sí disfrutan de él y saben sacarle partido. Sería bueno para Córdoba, yo apuesto por un museo cofrade, porque las cofradías tengan en la medida de sus posibilidades bien expuesto su patrimonio. Ese proyecto del museo cofrade sería bueno para atraer turismo y para una labor didáctica.

Hay quien ha hablado de una semana de puertas abiertas de casas de hermandades, como un ciclo específico (con visitas guiadas, por ejemplo) con actos atractivos para los propios cofrades y el turismo. ¿Qué le parece la idea?

Si las hermandades tienen bien expuesto su patrimonio. ¿Por qué no? En muchas ciudades ocurre.

Si tuviera una varita mágica para el patrimonio de Córdoba, ¿dónde la emplearía? Sé que la pregunta es amplia para una respuesta fácil.

Seguir cuidando lo que tenemos. Hay que seguir concienciando a los cordobeses de la suerte que es vivir en Córdoba y que Córdoba ocupe el lugar que se merece.

Le he visto recientemente en un magnífico programa sobre las tabernas de 7TV y presentar el libro del ‘50 Aniversario de la Asociación de Amigos de los Patios’, de Diario CÓRDOBA. Patios y tabernas son pilares cordobeses pero, ¿nos estamos quedando, conformando, con ello?

Patios y tabernas son algo que debemos conservar y mantener porque son señas de identidad de Córdoba. La Fiesta de los Patios hay que cuidarla, mimarla. Y las tabernas son esencia de Córdoba. A mí, personalmente, me da mucha pena cuando una taberna histórica desaparece. Por supuesto no hay que quedarse ahí. Tenemos la Mezquita-Catedral, Medina Azahara, las iglesias fernandinas, tenemos que poner en valor el pasado romano de Córdoba. Todo lo que se dedique al patrimonio será beneficio para Córdoba.

Un lugar del centro donde le gusta disfrutar.

-(Piensa) A mí me gusta mucho la plaza de Las Tendillas.

Pues felicidades por lo que le toca, porque la plaza cumple cien años.

¡Es verdad! Es una plaza especial, con la estatua de ese personaje fascinante que es el Gran Capitán. A mí me gusta. Es el corazón de Córdoba donde se han celebrado fiestas, grandes acontecimientos...

Un pregón no deja de ser un acto de comunicación. Por cierto, a usted no se le da nada mal comunicar.

Creo que un pregón es la mayor pieza oratoria que hay en Córdoba a nivel cofrade, creyente, que un laico puede dar. Y sí, ante todo un pregón es comunicación.

¿Y cuánto de patrimonio ha tenido el reciente pregón del director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico?

Todo (sonríe), porque todo es patrimonio. (Ríe).

¿Y qué patrimonio, material o inmaterial, le haría falta a las cofradías cordobesas?

En Córdoba conviven muchas cofradías y cada una tiene su carácter. Se dice que unas miran más el estilo sevillano, otras al modelo castellano. Yo creo que es una variedad muy rica y que cada hermandad debe seguir siendo fiel a su estilo. Y debe crecer. Sobre todo crecer en sentido de hermandad, en sentido fraterno. Y a la vez, que cuiden su patrimonio devocional y el patrimonio de arte sacro para luego, en la calle, ser un presencia estéticamente hermosa e iluminada por la fe.