Paseo de la Victoria: un lugar de encuentro

Córdoba carecía de paseos hasta que en 1776 el corregidor Francisco Carvajal y Mendoza concibió el proyecto de crear unos espaciosos jardines en los terrenos conocidos como Campo de la Victoria por el convento de Nuestra Señora de la Victoria que allí se ubicaba. Así nacieron los jardines o alameda del campo de la Victoria que corregidores sucesivos fueron modificando, destacando la reforma llevada a cabo en 1854 por parte del alcalde Francisco de Paula Portocarrero, haciendo en el centro un espacioso salón, con asientos de piedra negra y respaldos de hierro, al que los domingos acudía la buena sociedad. Una década más tarde, en 1865, la necesidad de aumentar el espacio de la Feria de Nuestra Señora de la Salud llevó al Consistorio a comprar los restos del convento, que terminó de demoler. Bajo la alcaldía de José Ramón de Hoces y González de Canales, duque de Hornachuelos, los jardines fueron adecentados con nuevas plantaciones. Tras la reforma, el Campo de la Victoria quedó convertido en un paseo «verdaderamente delicioso y digno de nuestra ciudad», recoge las Notas Cordobesas de Ricardo de Montis.

La Caseta del Círculo

Ya en 1877, el Círculo de la Amistad levantaba uno de los edificios icónicos del Paseo: La Caseta de feria para sus socios, una estructurada de forjado cubierta de zinc que carecía de paredes, las cuales eran creadas a través de lonas. En 1918, se añadió a la construcción un cuerpo de obra de fábrica de una planta diseñado por el arquitecto Adolfo Castiñeyra, con un estilo pseudomudéjar. La caseta fue de uso del Círculo de la Amistad hasta 1994, año en el que la Feria se mudó a El Arenal. Después de años de abandono, en 2013 se instalaba allí el Mercado Victoria, el mercado gourmet de referencia en el centro de Córdoba, que ya ha cumplido sus primeros 20 años.

El Mercado Victoria o el Mausoleo son iconos del primer Paseo de Córdoba

Junto a la Caseta del Círculo se levanta el Quiosco de la Música, en donde las mañanas de domingo tocaba la banda municipal, y una pequeña fuente modernista de principios del siglo XX.

En el extremo sur del paseo se levanta el hotel Córdoba Palacio, El Palace, hoy conocido popularmente como el oxidao, fue el primer gran hotel urbano de la ciudad. Inaugurado en febrero de 1956, con la presencia del ministro de Obras Públicas del momento, Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde de Vallellano, se convirtió rápidamente en un emblema de la ciudad. En 2006 fue demolido y dos años más tarde abría las puertas el nuevo hotel, con su recubrimiento de hierro por el que recibe el apelativo de oxidao.

Junto al hotel se ubica en la actualidad una escuela infantil y el Centro de Educación Vial.

Esta céntrica avenida nació para dar expansión a la ciudad y se ha convertido en un espacio emblemático

El paseo de la voluntaria María Cañas, en donde se ubican los puestos ambulantes antaño conocidos como los hippies», marca la separación entre la zona sur y norte del paseo. El extremo norte está dedicada al escritor cordobés Duque de Rivas y en ella se levanta otra de las estructuras más identificables del paseo: la Pérgola de estilo neoclásico, obra del arquitecto Carlos Sáenz de Santamaría, terminada en 1929. Hoy día, la Pérgola está en desuso, después de haberse convertido en una sala de exposiciones así como en un bar-cafetería.

En 1993 fueron descubiertos los restos del Mausoleo romano, que fue reconstruido siguiendo patrones originales.

Desde sus orígenes, el Paseo circular de la Victoria se convirtió en lugar de encuentro y celebración. A la Feria de Mayo, el Carnaval o la Velá de la Fuensanta se fueron sumando con los años muchos y diversos eventos culturales, deportivos, lúdicos y sociales. No es de extrañar teniendo en cuenta que conecta algunas de las arterias más importantes de la ciudad, como el acceso desde el Puente de San Rafael, Ronda de Los Tejares o la avenida de Medina Azahara.