«Los artistas sacros exportamos y defendemos la marca Córdoba»

-¿Es duro hacerse artista sacro?

-Esta profesión no se aprende ni en un día ni en dos. Ni en diez años, ni... Mi abuelo murió con 85 años y decía que la pena que le daba era no haber aprendido el oficio. Y estamos hablando de un tallista de primerísimo nivel reconocido en España. El paso del Caído, el de Pasión, muchísimos burós de grandes despachos... Y hay quien se forma mínimamente y se pone a hacer pasos. ¡Venga, hombre, por Dios!

-Hablemos primero de ese capítulo tan llamativo de las exportaciones de los artistas sacros cordobeses, incluidos los trabajos que se encargan fuera de España.

-Bueno, la verdad es que hay muchas capitales en donde han adoptado a los artistas cordobeses. Hay una nueva ola que se ha hecho conocida fuera de Córdoba, además de que muchos encargos se quedan aquí. Vienen mucho de fuera de Córdoba, de Andalucía y de España a fijarse en Córdoba y en los artistas cordobeses. Siempre se ha exportado, aunque sea a la provincia, pero como ahora, nunca. Por supuesto que trabajaron para fuera Amadeo Ruiz Olmos, que Juan Martínez Cerrillo hizo una Virgen para Venezuela... Pero nada que ver con lo de ahora. Jorge Domínguez tiene obra en Panamá; Edwin González tiene en Nueva York; González Jurado, Manuel Valera tiene en Portugal; Pérez Artés, sin salir de España, trabaja mucho para Huelva.

-¿Y usted?

-En Canarias, Cuenca, Murcia, Baeza, Granada... En realidad, a casi todos nos vienen a buscar, y cuando quieren contactar contigo, los kilómetros no importan.

-Pero casi todos los talleres tienen también página web, ¿no?

-Sí, que siempre es más seria, es un expositor formal, que tener solo redes sociales, donde a veces se exagera mucho.

"Hay muchas capitales en donde han adoptado a los artistas cordobeses"

José Carlos Rubio

— Tallista

-Una de las noticias cofrades de este año, sin ser estrictamente de las hermandades, es la creación de la Asociación Profesional Cordobesa de Arte Sacro (Artesa).

-Es que creo que Artesa era una asociación necesaria en Córdoba desde hace tiempo. La intentamos crear a finales de los años 90, pero no cuajó. Y ahora se ha reactivado el proyecto, creo que de la mano de la excelencia que se nos está reconociendo. Es una asociación de ámbito provincial y sabemos que hay mucho interés. Pienso que en un año creceremos mucho.

-Entre imagineros, tallistas, orfebres, bordadores... ¿Cuántos talleres hay en la provincia?

-Estimamos que de 65 a 80. Sí es verdad que la pandemia jugó una mala pasada, afectando, sobre todo, a talleres que no estaban consolidados. En los estatutos tenemos claro que apostamos por la profesionalización. Tenemos dos clases de socios en Artesa, la del profesional y la del simpatizante, y queremos ser rigurosos, pasando por unos filtros y con competencia desleal cero.

-¿Con formación previa?

-Creemos que eso es básico. Aunque si se es autodidacta y uno es un crack en lo suyo y, sobre todo, es profesional, obviamente puede entrar en la asociación. Hay casos.

-¿Tienen estimaciones de cuánto pueden mover las artes cofrades en la provincia de Córdoba?

-No. Es complicado. Además, habría que contar con todo lo que conlleva. Le pongo un ejemplo: el autocar de una hermandad de Murcia que vino a ver cómo iba un trabajo y aprovecharon para visitar Córdoba, comer, pernoctar... Eso es mucho dinero en Córdoba. Por supuesto, está el dinero indirecto de proveedores, de colaboradores...

-¿Artesa ha comenzado a tener contactos con instituciones?

-Sí. Sobre todo con el Ayuntamiento y estamos a la espera de hablar pronto con la Diputación. Pero también nos hemos sentado con entidades como el Banco de Sabadell. No somos un colectivo que vengamos a pedir subvenciones. Somos un ente colegiado que lo que pretende es que esa seriedad que damos a los clientes continúe y se haga más patente. Tenemos un sello de autenticidad. Y lo que tenemos claro es que los artistas sacros exportamos la marca Córdoba y la defendemos. Somos un reclamo de la ciudad porque somos buenos, pero es que además estamos en el momento y en el sitio adecuado. 

Suscríbete para seguir leyendo