Lucena: Renovación del origen y final de la Semana Santa

El origen y el culmen esencial de la Semana Santa en Lucena exprimirán en 2024 sus últimos destellos emocionales con la actual configuración estética y organizativa. El traslado temporal, a partir de 2025, de La Pollinita del Carmen a la matinal del Domingo de Ramos anticipará y removerá el comienzo de la reproducción de la Pasión. Y, el sentido troncal de la fe, por el Domingo de Resurrección, mutará su expresión en la primavera del próximo año, con la primera salida procesional del nuevo titular de la Cofradía del Resucitado, encomendado al escultor local Francisco Javier López del Espino.

La Cuaresma precedente ha introducido en la atmósfera espiritual la presencia de la nueva Agrupación Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, incardinada en Santo Domingo. La titular pertenece al lapso concluyente del siglo XVII y, en la década de los noventa del siglo XX, el maestro imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte acometió una restauración. Algunos indicios atribuyen su autoría a Luisa Roldán. 

El 27 de febrero realizaba, en un ambiente de recogimiento e intimidad, el primer vía crucis hasta la ermita de la Aurora, templo que contempló, un día después, el besamanos. El trayecto de la Dolorosa transcurrió en unas parihuelas a hombros de sendas jóvenes cuadrillas. Al término de la jornada del Día de Andalucía, esta composición evangélica, posterior al Descendimiento de Cristo, regresaba a su templo.

Once años después de la deliciosa y profunda narración mariana ante la patrona, las ondas radiofónicas cordobesas conceden un pregonero lucentino a la Semana Santa. José Antonio Luque, presentado por Miguel Ángel de Abajo, encumbrará sus evocaciones pretéritas y primorosas observaciones ante el Cristo del Silencio en San Mateo. En el mismo acto principal de la Agrupación de Cofradías, entrega el Premio Cofrade Manolo Ramírez a Antonio Nieto del Espino, hermano fundador de la Cofradía de la Santa Fe. 

Al mediodía de la jornada de las jubilosas palmas, la Pollinita del Carmen, el único paso procesional sin estación de penitencia en este 2024, replicará el alegre traslado desde la iglesia de San Juan Bautista hasta el templo del Carmen. Al completarse un intervalo de doce meses, esta representación imaginera del siglo XVIII, realizada por Diego Márquez Vega, repetirá horario para inaugurar, en plenitud cofradiera y santera, la Semana Santa.

Entre San Mateo, Santo Domingo y la ermita de Nuestra Señora de los Dolores se circunscribe la franja vespertina, madura y reluciente, del Domingo de Ramos, con las hermandades de La Pollinita, Huerto y Encuentro.

El primer tramo de la escenificación, material e intangible, de las últimas jornadas humanas de Jesucristo, comparten en Lucena una modificación de recorridos y horarios conducentes a favorecer la ebullición de público y aminorar la rampa de la madrugada.

Prolongando una plausible e indispensable corriente de procesos de restauración de titulares cristíferos y marianos, la Cofradía Franciscana de Pasión, alma y sostén del Lunes Santo, reponía al culto, el pasado 2 de marzo, a la Virgen de la Pasión, después de una intervención de conservación afrontada por Manuel Espejo y Miguel Ángel Sánchez. Esta hermandad de hábito marrón apuntala y --comporta un modelo emulado-- el adelanto de la salida de su cruz de guía y la depuración del itinerario, aminorando levemente su extensión.

El Martes Santo encarna una sustancial reordenación de horarios e itinerarios. Las hermandades asentadas en San Mateo eliminan la fase inicial del trazado penitencial, suprimiendo las calles Juan Palma García y Las Tiendas. Simultáneamente, la salida adquiere un adelanto de 30 minutos. Desde el sector sur, la corporación carmelitana asume una anticipación de una hora y media, y transita hasta la Plaza Nueva para sellar el enlace con las otras cofradías. Además, Jesús de la Humildad y Nuestra Señora de los Dolores anulan la bajada por la calle El Peso.

El principal estreno iconográfico radica en la recomposición del Misterio de la Crucifixión de la Cofradía del Amor. Esta hermandad ha sustituido las imágenes secundarias, que acompañaban al Cristo de Pedro Muñoz de Toro, por dos soldados romanos y un centurión a caballo modelados por Francisco Javier López del Espino. Y la cofradía Servitas, flagelada por la Humillación desde la fusión de 1975, celebra el tercer centenario de la conformación de la congregación en la ermita de La O. El próximo 5 de octubre, la Virgen de los Dolores presidirá una procesión extraordinaria.

La incertidumbre posterior a la Navidad cernida sobre la Cofradía del Valle, en el Miércoles Santo, volvió disiparse por la renuncia a regresar a la ermita de la Sagrada Familia. Los Padres Franciscanos, en el templo Madre de Dios, abrirán la casa conventual a Nuestro Padre Jesús del Valle y María Santísima de la Amargura, provistos de manijeros y cuadrillas al reeditar la alteración de la fase definitiva del itinerario. 

Los sonidos roncos propios y la solemnidad imbuida en una trompeta anuncian en Lucena la muerte serena, al principio justo del Jueves Santo, en el Cristo del Silencio. Una de las cofradías de Lucena que cifra por centenares sus hermanos, alumbrando con velas o estremeciendo con los tambores. Noche de oscuridad general y luz en los cirios del Crucificado. En San Mateo amanece la madrugada del Jueves Santo y despierta la jornada del amor fraterno con el paso de Nuestro Padre Jesús de la Caridad, juzgado, vigilado y sometido por el rey Herodes. 

Cuando las exaltaciones íntimas han optado por demorarse, las agitaciones inexplicables estallan desde la tarde del Jueves Santo. Un reluciente Sagrado Lavatorio, recompuesto por la restauración del especialista local José Daniel Henares, emerge desde la clásica y entrañable ermita de Dios Padre junto a la Santa Fe y Jesús Preso. Una confluencia cofradiera y santera, de cuatro corporaciones, aún por reorganizar, que despliega a nueve pasos procesionales.

El torralbo serpenteante, la santería extrema, la tradición de un barrio, el tambor bravío y un Cristo valiente y revolucionario regresan desde las ocho de la tarde en el Llanete de Santiago. Por la Paz y la Esperanza de su Madre, y terminado el centenario fundacional, las costuras proverbiales de Lucena revientan con Nuestro Padre Jesús de la Columna. 

Desde el mismo templo, un contrapunto que combina la consuetudinaria santería, el exquisito gusto ornamental y los símbolos tenebrosos para avanzar el Calvario de Jesús Caído.

Sellada la conmemoración del primer siglo de la Cofradía de la Columna, prospera idéntica efeméride en la antaño iglesia de San Francisco de Paula. La hermandad del Cristo de la Sangre y la Virgen del Mayor, con orígenes americanos en la talla del Crucificado, une 1924 y 2024 con un tiempo jubilar y numerosos actos, de diferente índole, hasta la procesión extraordinaria del 7 de septiembre. Una salida, al término de la época estival, y que rememorará el histórico montaje del paso de misterio de esta corporación, presidido por el Cristo de la Sangre. Investida, por estos 100 ciclos anuales, con la medalla de oro de la Agrupación de Cofradías, entona la nueva marcha procesional, con Sangre y Dolor, compuesta por el maestro local Fernando Chicano Martínez.

Una nueva cruz, para los devotos, recae sobre el hombro perpetuo de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Los talleres sevillanos de los hermanos Delgado López han cincelado un atributo patrimonial, en plata de ley, como símbolo material del 425 aniversario fundacional de una cofradía legataria y protectora de un fervor que derrama lágrimas moradas cada Viernes Santo. El Señor de Lucena rasgará las seis de la mañana con un torralbo siempre singular y la cera de olor añejo e intrínseco. La túnica de hermano es el atuendo del fervor lucentino y la devoción popular. Secundado por las santas mujeres Verónica y Magdalena y San Juan Evangelista, la Virgen del Socorro enjuga las lágrimas desde La Capilla.

Y, tras el Entierro de Cristo, la Virgen de la Soledad transforma el luto en majestuosidad hasta adentrarse en el último Domingo de Resurrección regido por la imagen de Manuel Luque Bonillo, bendecida en 1998. La próxima Semana Santa, esta cofradía, en permanente transformación, estrenará un nuevo titular brotado del arte escultórico de Francisco Javier López del Espino. Entretanto, continúan las reformas y ajustes en los tronos de ambos pasos.

Lucena, en este año 2024, comienza a asomarse a la primera procesión magna promovida de la diócesis y asumida por las hermandades. El 27 de septiembre de 2025, 18 pasos, de la totalidad de las hermandades pasionistas, compartirán desfile procesional por el Año Jubilar ordinario de la iglesia católica.

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