Reforestación contra el cambio

Según algunos expertos, una de las soluciones más efectivas para luchar contra el cambio climático de las que dispone el mundo es la reforestación, aunque según la comunidad científica en algunos lugares, por las propias características del terreno y clima, no es tan conveniente.

 Sin embargo, en zonas como el sur de España sí puede resultar positivo, y en este contexto la Diputación de Córdoba, en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO), han realizado un estudio de los efectos de la restauración vegetal sobre la capacidad de absorción de carbono y la biodiversidad animal en la Vía Verde de la Campiña, que comenzó en la primavera del 2022 y que actualmente, tras el fin del trabajo de campo y el informe de resultados, está también en fase de preparación de la información recopilada para publicarla en revistas científicas.

Así lo explica el responsable de este proyecto, y profesor del Área de Ecología de la UCO, Joaquín Reyes, que indica que el objetivo de este estudio ha sido la realización de un análisis de la captación de CO2 de las plantas leñosas -árboles y arbustos- presentes en esta Vía Verde, en zonas a reforestar.

Además, se ha perseguido «estudiar la biodiversidad en dichas localizaciones según dos grupos taxonómicos de bioindicadores, las hormigas y las aves, ya que dicha revegetación pretende, asimismo, mejorar la biodiversidad y la conectividad a escala local y regional», según afirma el responsable de este proyecto.

Con este estudio se ha intentado saber cuál era el punto de partida a la hora de la captación de CO2 de esta Vía Verde, partiendo para ello de varios indicadores.

En concreto, el estudio se ha planteado en dos partes. En una primera, se buscaba determinar cuánto dióxido de carbono (CO2) habían secuestrado de la atmósfera los árboles y arbustos situados a los lados de la Vía antes de la repoblación y, sobre todo, desde de que por esta vía Marchena-Valchillón dejó de pasar el tren en el año 1970.

Según Joaquín Reyes, «se localizaron 499 ejemplares de árboles de 24 especies, lo que supone 200 toneladas de carbono que hemos extraído de la atmósfera. Las especies más importantes han sido el pino piñonero y el eucalipto». Además, hay 1.360 especies de arbustos que han supuesto una extracción de 40 toneladas de CO2, siendo las más importantes el lentisco y la adelfa.

En la segunda parte del estudio se han analizado dos bioindicadores, las hormigas y las aves. Se localizaron 37 especies de hormigas, destacando dos nuevas especies no citadas en la provincia hasta la fecha, lo que también ha resultado un hallazgo.

En cuanto a las aves, se han encontrado 93 especies de las que un 20% están en el Libro Rojo de Especies Amenazadas y ocho se encuentran en peligro de extinción, como el porrón europeo, el martín pescador, el milano real, y la carraca; enumera Joaquín Reyes.

Este estudio se ha llevado a cabo en dos zonas de la Vía Verde de la Campiña en las proximidades de Las Pinedas (La Carlota) y Guadalcázar, y se planteó como un complemento al Plan Provincial de Compensación de Emisiones y Reforestación 2022-2023 de la Diputación.

Precisamente, este verano el delegado de Infraestructuras, Sostenibilidad y Agricultura de la Diputación cordobesa, Andrés Lorite, daba a conocer los primeros resultados obtenidos en este estudio, recordando que la Diputación impulsó hace un tiempo un programa de reforestación en la Vía Verde de la Campiña para intentar mitigar los gases de efecto invernadero, sobre todo el CO2, «y a partir de ahí estamos estudiando cuáles son los resultados y cómo ha afectado a la biodiversidad de la provincia y el territorio».

De momento, este trabajo se trata de un análisis inicial, pero el objetivo de la Diputación es seguir impulsando el Plan de Compensación de Emisiones y Reforestación en las vías verdes de la provincia.

Todo ello con el fin de conseguir alcanzar en el año 2025 la neutralidad climática, un objetivo que fija el Pacto Verde Europeo.

En definitiva, un ejemplo de la investigación que en torno a estos temas se realiza en Córdoba, y cuyos resultados pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático. No en vano, y en palabras de Andrés Lorite, «las políticas verdes son fundamentales para el futuro de la sociedad, y por eso la Diputación considera que esta situación de emergencia climática se debe abordar de manera transversal y compartida».