Medio ambiente

El argán como alternativa

La UCO, junto a otras entidades, participa en un proyecto que estudia la viabilidad de cultivar esta especie sostenible en Andalucía

El árbol del argán es propio de Marruecos.

El árbol del argán es propio de Marruecos. / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

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Si bien se considera que el argán es una especie arbórea endémica del suroeste de Marruecos, del que se extrae el aceite de argán, investigaciones llevadas a cabo por el Banco de Germoplasma Vegetal de Andalucía -con sede en Córdoba- han permitido conocer que el cultivo del argán se desarrollaba en la Península Ibérica en el Siglo XII. Además, fruto de estas mismas investigaciones, se han localizado ejemplares asilvestrados en diversas zonas en el sureste de España.

Actualmente, en nuestro páis, el aceite de argán sólo se utiliza como ingrediente para la elaboración de productos cosméticos, pero en otras culturas y regiones, especialmente entre las poblaciones bereberes del Magreb, se hace un uso intensivo de sus frutos, siendo la base de múltiples elaboraciones culinarias, con gran valor nutricional.

De hecho, este árbol, también conocido como el ‘árbol de la vida’, es una especie vegetal singular, aunque su importancia va más allá del aceite que se extrae de él: también tiene un papel fundamental en la promoción del desarrollo sostenible para las poblaciones y en la mitigación de los efectos del cambio climático, según se afirma desde la propia Naciones Unidas.

En este marco, la Universidad de Córdoba (UCO), junto a otras entidades, vienen trabajando en el proyecto ‘Go-Argán: El argán como alternativa a los cultivos leñosos en Andalucía’, cuyo objetivo principal es establecer una alternativa a los cultivos leñosos tradicionales andaluces, de manera especial al cultivo del olivar, que sea viable y sostenible, y que además permita a los productores agrícolas acceder a mercados de alto valor añadido.

Este proyecto se desarrolla a través de un grupo operativo, con financiación de la Junta de Andalucía, y las previsiones son que continúe hasta finales de este año 2024, según explica Rocío Hernández, partícipe en este proyecto desde la UCO e investigadora del Departamento de Ingeniería Forestal.

El objetivo es buscar una alternativa a cultivos como el olivar.

El objetivo es buscar una alternativa a cultivos como el olivar. / A.J. GONZÁLEZ

Otro de los fines del proyecto es el desarrollo de un manual para la reintroducción y la gestión integral del cultivo del argán, «y crear la primera colección de esta especie en la Península Ibérica, para su posterior conversión en el banco español de germoplasma del argán», se indica desde este grupo operativo. Junto a la UCO, que aporta su experiencia investigadora, este grupo esta formado por cuatro entidades más, cada una perteneciente a un sector de actividad diferente dentro de la industria agroalimentaria, «lo cual confiere al grupo un importante valor multisectorial, integrador y multiplicador de la cadena de valor», afirman.

Agrointec Solutions actúa como representante del grupo operativo, y aporta su experiencia en la industria agroalimentaria en los ámbitos de la mejora vegetal, la ingeniería agronómica y la comercialización de productos. Por su parte, Cortijo de Frías es un productor agrícola ubicado en la provincia de Córdoba, que cuenta con distintos tipos de cultivos, tanto de secano y de regadío como extensivos y leñosos, dentro de su explotación. En una de sus fincas está establecida una plantación piloto de arganes, con más de una hectárea de superficie, compuesta por 740 ejemplares.

A ellos se le suma Olivar del Desierto, productor almeriense de aceite de oliva virgen de alta gama, y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), que participa en el grupo operativo en su condición de ser la entidad agraria de mayor representatividad en Andalucía, que aporta su capacidad de comunicación con los agricultores y ganaderos, y es la responsable de la divulgación de los resultados obtenidos por los trabajos del grupo en el sector agro.

Si bien este proyecto busca que el argán sea una alternativa a los cultivos leñosos y al olivar andaluz, su cultivo puede ser un medio eficaz para mitigar los efectos del cambio climático, especialmente la desertificación, debido a su capacidad para estabilizar el suelo y prevenir la erosión. El árbol del argán se adapta bien a las regiones áridas y semiáridas, lo que le convierte en un valioso recurso para las prácticas del uso de la tierra sostenibles, según los expertos.

La resistencia de este árbol a las sequías u otras condiciones medioambientales adversas también reduce la necesidad de riego y otras prácticas que requieren muchos recursos. Además, desempeña un papel crucial para el secuestro de carbono.

En definitiva, un intento de dar respuesta al cultivo del olivar cordobés y andaluz y a otros leñosos, amenazados por el cambio global y la falta de agua.