‘Nueva minería’ y hábitats naturales

En pleno proceso de descarbonización de la economía, y del progresivo cierre y desmantelamiento a finales del siglo pasado de múltiples minas que existían en España, la llamada ‘nueva minería’ está en auge con múltiples proyectos e inversiones a lo largo del país, al amparo de una nueva demanda mundial y de una nueva estrategia de la UE que busca que el continente no sea tan dependiente de terceros países para algunos minerales.

Una ‘nueva minería’ que, además de tener como objetivo minerales metálicos críticos como el cobre, litio, estaño o wolframio -frente a la minería del carbón o de los metales preciosos-, también introduce nuevas técnicas en las que ya no se excava la roca como antaño, y medidas para garantizar el respeto al medioambiente y la sostenibilidad del entorno.

En el caso de Andalucía, los datos apuntan a un impulso de los derechos mineros para exploración, pues se han puesto en concurso público 360 derechos, de los que 136 pertenecen a las comarcas del Guadiato y Los Pedroches, las zonas mineras tradicionales de la provincia cordobesa. En este contexto, resalta el denominado Proyecto Oropesa que la empresa Minas de Estaño de España tiene proyectado en Fuente Obejuna, donde plantea la explotación del yacimiento de estaño ubicado a unos 11 kilómetros al norte del casco urbano de este municipio. Con una inversión prevista de 84 millones de euros, aunque pendiente aún de aprobación de diversos aspectos del proyecto y de trámites administrativos.

Entre ellos, el diseño definitivo de su plan de restauración y estudio de impacto ambiental, lo que hace que las previsiones de la empresa apunten a que «las primeras actuaciones podrán venir en el 2025», afirman.

No en vano, el Proyecto Oropesa lleva aparejadas unas exigentes medidas correctoras y de restauración y rehabilitación integral del paisaje.

Se prevé una restauración del terreno junto con el tratamiento directo de los residuos

En concreto, la inversión prevista hace dos años en restauración, medidas compensatorias y acciones adicionales de protección de la zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Guadiato -donde se asentará el proyecto- ascendía a 16 millones de euros. Y eso que el proyecto apenas ocupa un 1% de esta ZEPA, según esta empresa, y no tiene ninguna afección directa sobre hábitats de interés para aves esteparias.

Asimismo, el diseño de la explotación minera se ha realizado evitando actuar en zonas de alta densidad de encinar, y prevé una restauración del terreno junto con el tratamiento directo de los residuos.

Entre otras medidas preventivas, correctoras y compensatorias se encuentra el trasplante de encinas y mantenimiento de las existentes, creación de charcas y de hábitats para aves acuáticas y esteparias, densificación y regeneración de la dehesa, instalación de cajas nido, islas de biodiversidad, posaderos, construcción de un primillar y de un muladar para buitres, captura y marcaje de especies amenazadas y programas de fomento de la perdiz y del conejo.

Asimismo, se prevé la creación de rutas y promoción de actividades recreativas y de concienciación medioambiental, diversificación de cultivos, siembra de cereales de ciclo largo y creación de linderos y pastizales para favorecer las reproducción de las aves esteparias.

Tanto es así que desde esta empresa señalan actualmente que las distintas propuestas de medidas compensatorias y de mejoras de hábitat en las que se están trabajando «hará que estas compensaciones mejoren el hábitat de forma considerable» en relación a la situación actual.

Se crearán charcas y nuevos hábitats para las aves acuáticas y esteparias

Cuando Minas de Estaño de España presentó hace poco más de año y medio este proyecto en la Escuela Politécnica de Belmez, sus responsables ya recordaron que se lleva trabajando en él más de una década, y que es una «excelente oportunidad de desarrollo para la comarca y para la provincia de Córdoba, tanto por los niveles de inversión que se van a manejar como por la capacidad de generación de empleo de calidad a medio y largo plazo, que supondrá el proyecto minero y la posterior restauración ambiental». Esta restauración paisajística se realizaría durante cuatro años, tras los 13 años de aprovechamiento previstos en el proyecto.

En definitiva, una iniciativa para Córdoba que puede suponer la ‘resurrección’ del potente pasado minero del Guadiato, aunque en esta ocasión con un componente más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, fruto de la normativa ya existente, de la demanda social y de la necesidad de hacer frente al cambio climático.