CAMBIO CLIMÁTICO

Acción desde el olivar cordobés

La Olivarera de Lucena está comprometida con la consecución de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Buena parte del sector agroalimentario cordobés lleva tiempo comprometido con la sostenibilidad, desarrollando iniciativas de todo tipo que minimizan el impacto medioambiental de su actividad y fomentan el uso de recursos naturales y energéticos, todo ello en el marco de sus procesos de producción y comercialización habituales.

Sin embargo, algunas empresas y cooperativas del sector están yendo más allá, desarrollando todo tipo de acciones a nivel interno y externo para contribuir a los llamados 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Es el caso, por ejemplo, de la cooperativa Olivarera de Lucena, dedicada a la producción y comercialización de aceite de oliva, aceitunas de mesa y recepción de uva de sus socios para la obtención de vinos de Denominación de Origen Montilla-Moriles.

«Hay que prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas de la zona», afirman

Actualmente, esta cooperativa integra a más de 1.500 socios agricultores de Lucena, Monturque, Aguilar de la Frontera, Moriles, Cabra y Rute; y en el marco de su política de sostenibilidad se ha comprometido expresamente con la consecución de la mayor parte de los ODS. «Tenemos un compromiso con el medio ambiente en el uso sostenible de los recursos, reducción de consumo energético, reducción de consumo de agua, reducción de consumo de incorporables y un fuerte compromiso con la economía circular en nuestros procesos industriales», afirman desde esta cooperativa.

No en vano, y además de contar con una instalación fotovoltaica para autoabastecerse, dos puntos de recarga de vehículos eléctricos, y un punto de recogida de envases usados de productos fitosanitarios. «Nuestra cooperativa tiene un alto compromiso con el desarrollo sostenible y, por ello, trabajamos para contribuir a la mejora social, económica y medioambiental de nuestro entorno, buscando que nuestros socios puedan vivir del cultivo del olivar y la vid tanto en el presente como en el futuro», señalan.

Imagen de las instalaciones de esta cooperativa.

Imagen de las instalaciones de esta cooperativa. / CÓRDOBA

En este sentido, vienen desarrollando acciones con vistas a la consecución de los ODS, como por ejemplo, en el caso del ODS 3, Salud y bienestar, reduciendo el impacto medioambiental de sus operaciones a través de sistemas de producción sostenibles que garantizan una conservación óptima del medioambiente y un uso eficiente de los recursos naturales.

Hasta aquí lo habitual en cooperativas agroalimentarias, pero también están potenciando hábitos saludables entre los consumidores a través de la difusión de campañas de sensibilización e incorporando la máxima información nutricional en todos sus productos, también entre los más pequeños, a través de charlas escolares.

En materia del ODS 6, Agua limpia y saneamiento, y junto a su propia gestión del agua, conciencian y forman a sus empleados sobre la importancia de un uso eficiente y una gestión sostenible de este recurso natural.

Asimismo, y para el ODS 7, Energía asequible y no contaminante, esta cooperativa invierte en I+D+i para encontrar fuentes de energía renovable que puedan ser aplicadas en almazaras, bodegas y plantas envasadoras de aceite y vino.

«Tenemos un fuerte compromiso con la economía circular en todos nuestros procesos», señalan

En relación a su Acción por el Clima (ODS 13), «medimos la huella de carbono en todas las actividades para establecer objetivos públicos de reducción de emisiones a corto y largo plazo», afirman. De igual manera, vienen introduciendo criterios de la citada economía circular en sus actividades, utilizando los recursos naturales y materias primas de manera eficiente, empleando materiales reciclados, fomentando la reutilización en su entorno y reduciendo y valorizando los residuos.

Y todo ello pensando no solo en el legítimo interés de sus socios y el mantenimiento y la sostenibilidad de la producción del olivar y la vid, sino también «para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas de la zona, como compromiso para fomentar el crecimiento de la biodiversidad en las fincas, siendo esto beneficioso para el cultivo, pero sobre todo para el medioambiente», se indica desde la cooperativa Olivarera de Lucena.

En definitiva, un ejemplo desde el sector agroalimentario cordobés que pone de manifiesto que desde cualquier actividad se puede contribuir activamente a la consecución de todos los ODS, no solo en el marco de los procesos propios, sino con iniciativas paralelas que contribuyan al bienestar natural, animal y de las personas en colaboración con otras entidades y ciudadanos del entorno.