Reportaje

Una arqueología culta, científica y muy exacta

Pilar León-Castro se convierte en la tercera mujer en recibir el Doctor Honoris Causa de la UCO

La Bética romana, su pasión

Pilar León-Castro Alonso es la tercera mujer reconocida con el Honoris Causa de la UCO.

Pilar León-Castro Alonso es la tercera mujer reconocida con el Honoris Causa de la UCO. / CÓRDOBA

Pilar Léon-Castro Alonso (Sevilla, 1946) es una destacada arqueóloga que se ha convertido en la tercera mujer en recibir el grado de Doctora Honoris Causa por la Universidad de Córdoba, una distinción que «significa muchísimo» porque «mi larga estancia en la UCO fue sumamente fructífera personalmente y entiendo que este reconocimiento lo es a aquel Seminario de Arqueología de la Facultad queridísima de Filosofía y Letras de los años 80 y 90 en los que se trabajó mucho, y creo que muy bien, a favor de la arqueología, de la universidad y de la cultura cordobesa, de manera que el reconocimiento de todo eso es una alegría inmensa que comparto con todos los que participaron en aquello», dice.

León-Castro ha mantenido una permanente vinculación con la UCO, en donde ejerció como catedrática de Arqueología entre 1983 y 2000. «En aquellos años, la Universidad de Córdoba, a pesar de su juventud, ya se había posicionado como una universidad ambiciosa, con ganas de hacer novedades y de asentarse en el panorama científico y universitario español y, por supuesto, con proyección al extranjero, y colaborar en ese proyecto fabuloso fue una oportunidad magnífica», remarca.

Investigación

Durante su estancia en Córdoba se forjaron diversos proyectos y convenios que han generado un enorme avance en la investigación arqueológica del periodo romano en nuestra ciudad, fruto de lo cual fue el descubrimiento, entre otras cosas, del Teatro Romano. «El tema de investigación esencial para mí en aquellos años fue Córdoba, no era una dedicación exclusiva, pero sí prioritaria, convencidos como estábamos de que apoyar una forma nueva de hacer arqueología culta y puntera en la ciudad de Córdoba tenía un valor y, sobre todo, tendría unas consecuencias que hay que ver en la modestia de cada uno, pero que tuvieron un peso fuerte en la ciudad», explica.

En cualquier caso, la gran arqueología clásica de la provincia Bética ha guiado el trabajo de investigación de Léon-Castro, que ha trabajado en proyectos en Córdoba -la Colonia Patricia Corduba-, y en Sevilla, fundamentalmente en Itálica, e internacionales, como el de la Villa Adriana de Tívoli en Roma (Italia).

Docencia

«Siempre antepuse a todo la docencia y el compartir con los estudiantes una manera de entender y hacer arqueología, que es la que yo había recibido de mis maestros y la que creía oportuno desarrollar allí y que ahora por fortuna siguen otros», puntualiza la catedrática emérita de la Universidad de Sevilla que señala que «cuando se trata con gente joven, y cuando se trata de formar mentes jóvenes, se debe tener claro que el individuo, la persona, está antes que el futuro estudioso, que el futuro investigador y hacerlos universitarios con miras altas, con una visión humanística de lo que es nuestra carrera dentro de las humanidades para mí ha sido siempre primordial». «Y luego he pretendido que tuvieran la idea de una arqueología culta, pulcra, científica, muy exacta y muy bien hecha, a lo que nos ayudó siempre mucho la relación con centros universitarios europeos, en general punteros», añade, como el Instituto Arqueológico Alemán, la Università La Sapienza de Roma (Italia) o el Instituto de Arqueología de Colonia (Alemania). Pero además, Pilar León-Castro ha tratado de inculcar a su alumnado que «el respeto a lo clásico, en general, tiene un valor en el mundo actual y contemporáneo». Un valor que queda ampliamente reflejado en sus publicaciones, con las que ha alcanzado un nivel de máximo prestigio por la calidad de las mismas, que ha sido reconocido por diversas instituciones.

La biblioteca

La intensa relación de la arqueóloga con la UCO quedó también patente en 2016 con la cesión a la institución universitaria cordobesa de su biblioteca humanística, compuesta por más de un millar de volúmenes que reflejan las inquietudes y el quehacer intelectual del siglo XX, destacando la amplia cobertura de los principales autores literarios españoles, franceses y centroeuropeos.

«Nunca lo dudé. Podía haber hecho otras intentonas, pero es que no se me pasó por la cabeza», reconoce la también académica de número de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y de la Real Academia de la Historia.

León-Castro, que tiene palabras de elogio para la directora de la Biblioteca Universitaria, Carmen Liñán, anuncia que su biblioteca estrictamente científica-arqueológica «está dispuesto que en su día sea cedida al Seminario de Arqueología de la Universidad de Córdoba».

Por el momento, Pilar León-Castro tiene en uso esa biblioteca, pues sigue en activo colaborando en distintos proyectos de investigación. «Lo más gratificante para mí es estar ahora como investigadora de a pie en grandes proyectos científicos de arqueología que ahora llevan eminentes arqueólogos que han tenido la bondad de contar conmigo. Se han invertido las tornas, de lo que estoy orgullosísima», confiesa esta arqueóloga que se muestra convencida de que pronto crecerá el número de mujeres doctoras Honoris Causa de la Universidad de Córdoba.

Experta en el arte de la antigüedad

Pilar León-Castro Alonso es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla (1969) y ha ejercido docencia en las universidades de Sevilla, Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, Córdoba y Pablo de Olavide (Sevilla). En 1978 obtuvo por oposición plaza de colaborador científico en el Instituto de Arqueología Rodrigo Caro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).  

En 1983 accedió a la Cátedra de Arqueología de la Universidad de Córdoba y en 2000 se trasladó a la Cátedra de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide y, posteriormente, a comienzos del curso 2008-2009, a la Cátedra de Arqueología de la Universidad de Sevilla. Entre otras responsabilidades, es directora del Comité Científico de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos, habiendo dirigido 42 trabajos de investigación.