Semana Santa

Un día que confirma lo extraordinario

Una espléndida jornada permite disfrutar de varios de los grandes estrenos del 2023, con cofradías que afinan su paso por carrera oficial cambiando el orden y reduciendo itinerarios y horarios

Ánimas, entre incienso y rezos en el Lunes Santo cordobés

Manuel Murillo

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Dicen que lo difícil no es alcanzar un gran logro, sino repetirlo. Y es que tras la magnífica jornada cofrade del Domingo de Ramos, que no pudo ser una mejor antesala para una Semana Santa que por fin se celebra sin ningún tipo de restricción tras la crisis sociosanitaria del covid-19, llegó un Lunes Santo vivido con todo el optimismo y ganas de disfrutar del mundo. De hecho, las 55 incidencias sanitarias registradas el Domingo de Ramos en el dispositivo especial de seguridad y emergencia montado en el entorno de la carrera oficial, y de las que ayer informó la Cruz Roja, más que hablar de graves contratiempos (la mayoría de las incidencias fueron lipotimias y mareos por el calor junto a rozaduras) daban cuenta de la enorme asistencia de espectadores a las procesiones.

Esta tónica marcó también ayer el Lunes Santo, que a continuación se detallará hermandad por hermandad según lo vivieron, sumando al optimismo que se palpaba notables estrenos y cambios que permitieron ver estampas nuevas, como con el recorrido de La Estrella. Y si a eso se le añade el recuerdo que muchísimos cofrades tenían aún del desastroso Lunes Santo del pasado año, en donde la lluvia arruinó cortejos, obligando a refugiarse algunos pasos, suspender a dos hermandades la salida y que empapó a alguna, se comprende también el buen ánimo con el que las hermandades se disponían a disfrutar de la jornada. Y había ganas de Redención, nunca mejor traída la advocación que venera La Estrella. 

Con todos esos mimbres, no sorprendió que se repitieran en muchos puntos del recorrido de las cofradías la más pura bulla de Semana Santa. Si se apura, puede hablarse incluso de que se vivió un Lunes Santo de récord si existiera un mecanismo fiable para cotejar la presencia de público, más allá de lo que parece evidente. Mucho más objetivo es el dato de que hermandades como La Merced habían agotado este año las túnicas en el reparto de las mismas en Cuaresma, algo que ya lo dice todo. 

Todo ello en el día de los contrastes, como en términos cofrades se ha bautizado en Córdoba esta jornada del Lunes Santo. Y es que en carrera oficial se pudo disfrutar de todo el entusiasmo, pasión y colorido de hermandades de barrio, como La Merced y La Estrella, en las que, además, la música en las últimas décadas juega un papel más que relevante; junto al caminar serio de una hermandad del Centro, La Sentencia; la rectitud llegada desde la otra orilla del Guadalquivir con la Vera Cruz, hasta el silencio, más abrumador si cabe al ser solo interrumpido por tambores roncos y gregoriano, del Vía Crucis y Ánimas.

La Merced

De nuevo abrió el Lunes Santo la hermandad más lejana del día a la carrera oficial, La Merced, allá en el Zumbacón, en la iglesia de San Antonio de Padua. También era la que más cuentas tenía que saldar con el infortunio del pasado año, en donde su regreso se convirtió en un calvario por culpa de unas traicioneras tormentas que lo empaparon todo. Pero ayer fue radicalmente distinto. La Merced, a las 15.45 horas, salía del local de hermandad junto a su sede canónica de San Antonio de Padua, con más nazarenos aún que el año pasado y mayor cariño, si cabe, por parte de los vecinos de los barrios de Levante. 

La hermandad estrenaba en el paso del misterio diez medallones de plata, realizados por Emilio León, un paso que salió a los sones de la marcha Sagrada Eucaristía, de José María Sánchez Martín. Sin olvidar, y ya hablando de estrenos, de los soberbios respiraderos laterales con orfebrería del sevillano taller de Ramón León y bordados, en una primera fase, de Francisco Pérez Artés, además del nuevo manto de tisú para la Virgen, obra de Antonio Villar. La Merced lució flores con piñas perfectas en altura y disposición en sus flores, sobre todo rosas, de colores blanco, rosa y champán, con esquinas espectaculares que buscaban saltar fuera del paso de palio, según dispuso Rafael Barón. Una espléndida estación de penitencia que dejaba para el regreso esos momentos siempre intensos del Colodro.

La Vera Cruz

También estuvo de estreno la Vera Cruz con el rostrillo de oro y piedras preciosas para el relicario del Lignum Crucis, sin duda ya la reliquia más requerida y besada de las que procesionan en la Semana Santa cordobesa. Aunque su mayor novedad quizá fuera el cambio de sitio en la carrera oficial con La Estrella y un horario menos trasnochador en unos tres cuartos de hora. Clavel rojo en el paso del Señor de los Reyes en su paso de caoba de origen sevillano con sus añadidos cordobeses de orfebrería, con costaleros siempre animados por David Pulido desde la primera chicotá. «Así comenzamos a rezar con los pies», les decía a los caballeros del costal el capataz poco antes del gesto de saludo y respeto a los titulares de sus convecinos en la iglesia: el Santísimo Cristo del Descendimiento y Nuestra Señora del Buen Fin, que saldrán el Viernes Santo. Para exornar el paso de María Santísima del Dulce Nombre se escogieron flores blancas compuestas en unas admirables piñas tanto frontales como laterales. 

La Estrella

El caminar de la hermandad de La Estrella, que también adelantaba horarios con un itinerario más corto, con la ida a carrera oficial por La Victoria y el regreso por Cruz Conde y la calle Doce de Octubre, comenzó con una emotiva llamada de Juan Rodríguez, cofrade ejemplar de este año y toda una institución viva del mundo cofrade cordobés. Y si se permite, con un corazón que no le cabe en el pecho aunque le haya dado algún sustillo últimamente. El exorno del paso de la Virgen estuvo compuesto por una vanguardista variedad de flores con rosas, alhelíes, fresias... escogiendo tonos malvas y rosas en un palio en el que se meció caminando soberana la Virgen de la Estrella con su portentosa corona, todo ello a los sones de la Banda de Música con el nombre a la titular mariana.

También el paso de misterio tuvo música propia, del barrio de Huerta de la Reina, con la Agrupación Musical de La Redención. De hecho, el estreno de la hermandad de este año fue la marcha Estrella. Y un dato general de la jornada a tener en cuenta: de las cuatro cofradías que procesionaron con música, cinco pasos estuvieron acompañados por formaciones cordobesas y tres por foráneas, aunque ya casi de casa.

La Sentencia

Al respecto, La Sentencia fue la única hermandad del día que trajo dos formaciones de fuera, a las que bien mirado no se les puede llamar así por estar ligados a la tradición de la corporación y a la propia Córdoba: la banda de Nuestra Señora del Águila, llegada desde Alcalá de Guadaíra, y la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Victoria, desde nada menos que León. De hecho, volvieron a ser los músicos con el viaje más largo para participar en la Semana Santa de Córdoba. La Virgen de Gracia y Amparo, por fin, pudo lucir al sol uno de los grandes estrenos del año pasado que se quedaron si ver la luz, el espectacular manto bordado por Francisco Pérez Artés con diseño de Rafael Rueda. Por cierto, pese a no salir en el 2022, este revés que siempre resta hermanos en ediciones posteriores no ha causado impacto en la cofradía. Al contrario, ayer hubo más nazarenos que los que sacaron su papeleta de sitio en 2022: un total de 553, número que la convierte en la segunda con más hermanos de luz de la ciudad tras La Paz.

Nuestro Padre, Jesús de la Sentencia, con las manos atrás, siguió de nuevo el andar serio y de hermandad de Centro del capataz David Arce, mientras Luis Miguel Carrión Curro hizo lo propio con el paso de palio.

El Vía Crucis

La hermandad del Vía Crucis también ha aumentado este año su número de hermanos, quizá atraídos por esa forma tan diferente de vivir la estación de penitencia. Un dato que es más de una anécdota: por primera vez una hermana estuvo entre los cinco cofrades que portó al Santísimo Cristo de la Salud, después de presentarse al sorteo, que es toda una ceremonia interna de la hermandad. 

Durante toda la estación de penitencia, en el rezo del piadoso Víacrucis, a buen seguro que hubo un recuerdo constante al que fuera hermano mayor de la corporación de La Trinidad, presidente de la Agrupación de Cofradías y una de las figuras de la nueva Semana Santa surgida de las hermandades que ahora rondan las cinco décadas: Rafael Mariscal Martínez, que nos dejó en diciembre de 2022, apenas unos días después de que la cofradía cerrase los actos por ese medio siglo de la fundación del Vía Crucis.

Ánimas

También en Ánimas había un hermano al que recordar particularmente: Ginés Liébana, el último de los artistas vivos del Grupo Cántico, impulsor de la refundación de esa hermandad de 1949 con sus raíces allá por 1537.

A las 20.11 horas el Cristo de Ánimas cruzaba el arco ojival de San Lorenzo antes de erguirse la Cruz sobre un calvario de flores variadísimas en especies y colores: bromelias rojas, rosas, calas, lentisco... El paso estrenaba unos faldones con bordados en oro de José Luis Guerra (ver la página anterior). Por su parte, el paso de Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas portaba rosas de ligero tono rosa y otras especies con algo más color que en otros años, sin dejar de ser sobria y elegantemente ajustada al espíritu de la cofradía, pero que no dejó de llamar la atención bajo el baldaquino de estilo neorrococó. Ánimas también reajustó ayer su horario para regresar media hora antes a San Lorenzo, cerrando un brillantísimo Lunes Santo.

Para hoy, las expectativas siguen siendo lo mismo de optimistas, con un tiempo soleado y temperaturas agradables camino de un fin de Semana Santa donde el único cambio que se espera es un sensible aumento del calor. Una buena noticia en todo caso para las hermandades que salen hoy: La Agonía, La Universitaria, La Sangre, El Buen Suceso, La Santa Faz y El Prendimiento.

Los faldones del paso del Cristo de Remedio de Ánimas.

Los faldones del paso del Cristo de Remedio de Ánimas. / Manuel Murillo

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La hermandad del Remedio de Ánimas estrenó en la tarde del Lunes Santo los nuevos faldones del paso del Cristo del Remedio de Ánimas. El conjunto, en el que la hermandad lleva trabajando más de una década, se ha hecho realidad gracias al esfuerzo de los hermanos de la cofradía y devotos de la imagen que han colaborado para llevar a cabo este importante proyecto. Un proyecto, con un diseño de José Ignacio Aguilera, que ha ido tomando forma en hilos de oro y sedas sobre terciopelo negro en el taller del cordobés José Luis Guerra. 

Los faldones, como todo en la hermandad de Ánimas, están marcados por una escogida y elaborada iconografía, en este caso el diseño gira en torno a la bajada de Cristo al limbo, la acción salvadora de Cristo y su triunfo sobre la muerte. Temas centrales que conviven con la heráldica vinculada a la hermandad, así como las catorce estaciones del vía crucis realizadas con gran detallismo en sedas enmarcadas en unas grecas bordadas en oro a realce.

En cuanto a la técnica, además de las sedas, el bordador ha utilizado distintas técnicas del arte del bordado en oro fino.

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