MEDIO AMBIENTE

Un plus para los habitantes del zoo

El centro de Córdoba desarrolla la técnica de enriquecimiento ambiental para mejorar la sostenibilidad en este espacio de conservación

La plantilla del zoológico juega un papel fundamental en este programa.

La plantilla del zoológico juega un papel fundamental en este programa. / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

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Cuando la mayoría de los ciudadanos visitan un zoológico no suelen ser conscientes del gran trabajo que se realiza no sólo para asegurar el cuidado y preservación de los animales, sino también para fomentar la biodiversidad y la sostenibilidad del entorno. En el caso del Centro de Conservación Zoo Córdoba, uno de sus pilares de actuación es el compromiso por conservar la fauna y flora silvestre, poniendo en valor la biodiversidad biológica, manteniendo los ecosistemas y favoreciendo la interdependencia de todos los organismos vivos que lo habitan.

Para ello, y además de sus programas de investigación y educación, cuenta con un completo programa de conservación que permite el mantenimiento a largo plazo de las poblaciones de especies en sus hábitats.

En este marco, el zoo cordobés viene desarrollando desde la última década la denominada técnica de enriquecimiento ambiental, para mejorar el medio ambiente en el que se encuentran los animales, fortaleciendo así también su bienestar.

No en vano, y como explica la bióloga del Centro de Conservación Zoo Córdoba, Julia Ruiz, «uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es proveer el adecuado manejo, mejor cuidado, bienestar social, físico y psicológico a nuestra colección animal, para lo cual desarrollamos un Plan de Enriquecimiento Ambiental».

Los materiales que se emplean también son reciclados, con lo que se cuida el medio ambiente

Esta técnica proporciona distintas opciones a los animales que les permiten desarrollar el comportamiento propio de su especie, tener cierto control de sus vidas, eliminar la frustración y el aburrimiento, haciendo su medio ambiente más interesante.

Espacios 8 La disposición del propio mobiliario y el control de factores como la temperatura también son clave.

La disposición del propio mobiliario y el control de factores como la temperatura también son clave. / CÓRDOBA

Julia Ruiz explica que para desarrollar un plan de enriquecimiento dinámico y efectivo «se requiere de un trabajo en equipo, el cual se compone de toda la plantilla del zoológico, las colaboraciones de alumnos de prácticas de las facultades de Ciencias y de Veterinaria de Córdoba, los visitantes que desarrollan los talleres educativos de enriquecimiento ambiental, y el público en general», cuyas visitas también impactan en el entorno.

Además, esta técnica no olvida el componente de reciclaje, ya que los materiales empleados para el enriquecimiento son reciclados, contribuyéndose así también al cuidado del medio ambiente.

En concreto, desde el zoo se explica que hay cinco tipos de enriquecimiento. En primer lugar, el alimenticio, donde se juega con las texturas, distribución, colocación, frecuencia, presentación y variedad de alimentos. En segundo lugar, el sensorial, fomentando el sentido auditivo, olfativo, táctil, gusto y visual de las especies.

Estos se completan con el enriquecimiento ocupacional, a través de entrenamiento y juegos; social, siguiendo los modelos de la composición de los grupos sociales de las distintas especies en la naturaleza; y físico, mediante la adecuación del mobiliario de las instalaciones, de la vegetación, del control de la temperatura, sustratos, etc.

Este programa se aplica a todas las especies del zoo, si bien es cierto que, como explica Julia Ruiz, «hay que seguir trabajando, pues hay especies que no responden bien, como las rapaces; y para este grupo tenemos que seguir investigando y probando hasta que encontremos enriquecimientos que funcionen en ellas». Y es que este enriquecimiento ambiental también incide en el programa de investigación del zoo, en el estudio reglado de los mecanismos de conducta y fisiológicos de los animales en cautividad, mediante el registro y posterior análisis de los diferentes datos con el objetivo de poder extrapolar los resultados al comportamiento en su medio natural.

La aplicación de estas técnicas ha dado lugar al desarrollo de varias investigaciones

En este sentido, y entre las múltiples investigaciones realizadas en el zoo, recientemente se ha estudiado el ‘Enriquecimiento ambiental en lobo ibérico (Canis lupus signatus)’ y el 'Comportamiento y enriquecimiento ambiental en un grupo de suricatos (Suricata suricatta) en cautividad’.

En definitiva, un ejemplo de cómo el Zoo de Córdoba contribuye también a la sostenibilidad, y en el que no solo los animales y el personal de este centro de conservación son los protagonistas; sino que también todos los cordobeses pueden colaborar con dos de las medidas más conocidas y simples para los visitantes: no dar de comer a los animales ni golpear los cristales para llamar su atención.

«Imaginaros que vivís en una planta baja y cada vez que pasa alguien por la acera, que no conocéis, golpeara vuestra ventana. Poneros en su lugar», recuerdan desde el zoo.