Opinión | VELA ENCENDIDA

Muertos ¿ajenos?

Con el terremoto aún presente, y sus tremendas cifras de muertos, resulta difícil hablar de otra cosa. Las catástrofes naturales nos sumen en un estado de impotencia y no sabemos a quién culpar. Cuando pasan las primeras horas empezamos a conocer algunos detalles que, quizás, hubiéramos preferido no saber: la corrupción que permitió unos edificios con menores medidas de seguridad de las deseables; los problemas de la zona afectada en Siria, porque allí sigue habiendo guerra y hay un espacio fronterizo al que no ha llegado, como sería deseable, la misma ayuda que a Turquía

Francisco Pineda Zamorano publicó en enero un artículo ‘Conflictos actuales’ (Diario Córdoba 2/01/23) muy recomendable. Cuando el foco desaparece, las regiones afectadas sienten el olvido sobre su situación y crece su desesperación.

Parecen cifras menores: 46, 231, 70. Son las muy recientes en la represión de Perú, en Palestina en 2022, en el mar en la última semana. Otros números los desconocemos. Nunca son pocos. Sí nos impresionan los 600.000 muertos estimados en la guerra de Etiopía en los dos últimos años.

Se discute sobre si mandar tanques o aviones a Ucrania. Disimuladamente, mientras tanto, y sin debate, mandamos a las autoridades de Perú armas que se utilizan para reprimir las manifestaciones. Barcos de la muerte, cargados con armamento que va directamente a la guerra de Yemen, hacen escala en puertos españoles. Por ejemplo, el barco Bahri Abha de la naviera estatal saudí Bahri que tenía previsto llegar el 4 de febrero al puerto de Sagunto. Sería el número 41 en hacer este tipo de escala, según denunció Amnistía Valencia.

Jerónimo López Mozo escribió en 1973 «CRAP, fábrica de municiones». Yo lo compré en 1974. Recuerdo que le eché un vistazo para un posible montaje unos años después. Eran años optimistas: la guerra de Vietnam había terminado, el muro había caído... Me pareció un poco desfasada. No me he atrevido a releerla ahora mismo.

Hay muertos que son menos ajenos que otros. Este artículo podría también titularse ¿Quién gana? Los grandes bancos, entre otros, con sus inversiones en fábricas de armas. La campaña Banca Armada lo denuncia. También gana la industria del control de fronteras, como señala CEAR. Cuando todo se ha derrumbado, después, las grandes constructoras.

Y Haití. En 2010 hubo también un terremoto. La situación actual es terrible y varios artículos la catalogan como de caos. Uno de cada dos niños, niñas y adolescentes depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir este año (Unicef). Forges nos recordaba siempre «Pero no te olvides de Haití».

** Activista de Amnistía Internacional

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