China

Todos los años, con motivo del Año Nuevo Chino, escribo un artículo en el que tengo poco margen para la originalidad. Pero es uno de estos artículos que considero imprescindibles.

En 2024 el Año Nuevo Chino se ha celebrado entre los días 9 y 10 de febrero. El azar ha querido que antes de redactar mi escrito se haya producido, en Córdoba, una reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de China y España. Con gran éxito para las exportaciones de carne de nuestro país. Reconozco que la imagen de los dos ministros, en el marco del Alcázar de Córdoba, me gusta. Me gusta que ya veamos cercanía en países tan lejanos y con culturas tan separadas durante siglos. Me gusta que en todas las ciudades haya fiestas en las que se pasean dragones y leones. Y me gustó la película ‘Chinas’, en la que podemos ver cómo ha cambiado la realidad cotidiana de muchas ciudades y pueblos de nuestro país. Pero, ¡Ay!, me toca una vez más poner luz, encender esta vela, apuntar con el foco a personas de las que no se habla. China es un país absolutamente opaco en lo referente a la rendición de cuentas del respeto a los Derechos Humanos. Cada vez que el grupo de Amnistía Internacional en Córdoba ha tenido que hacer seguimiento de un preso chino ha sido una auténtica pesadilla. No hay ni una carta de respuesta a las muchas que enviamos interesándonos por el caso. No hay manera de tener alguna comunicación, aunque sea indirecta. A veces llegan noticias contradictorias (una muerte que después no fue) sin ninguna posibilidad de confirmación.

Por eso aprovecho estas fechas, para, en mi modesta contribución, difundir los nombres de personas para las que pido la liberación sin restricciones. Mis buenos deseos van para Yu Wensheng (destacado abogado de derechos humanos condenado a cuatro años), su esposa Xu Yan (bajo continuo acoso y vigilancia desde que se manifestó en defensa de su marido), Chow Hang- tung (abogada y activista de derechos humanos en Hong Kong acusada de «incitar a la subversión» bajo la nueva Ley de Seguridad), Yiliyasijiang Reheman (estudiante uigur desaparecido, posiblemente en un campo de adoctrinamiento), y Li Yuhan (abogada que lleva seis años en la cárcel por su defensa de los derechos humanos). Nos anima a seguir el saber que hemos podido contribuir a que muchas de las personas por las que hemos trabajado se encuentran en libertad actualmente. Animo, a quien me lea, a entrar en las páginas de Amnistía Internacional y a conocer más de estos casos en las «Noticias» o en el apartado de «Países». Es muy difícil hacer llegar llamamientos o cartas pero al menos ponemos aquí sus nombres para que no caigan en el olvido.

* Activista de Amnistía Internacional

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