mesa de redacción

El sector del aceite de oliva reclama una «política rupturista» sobre el agua

Rafael Sánchez de Puerta alerta de las "pocas posibilidades de futuro" en Córdoba si no se actúa

El sector augura que los precios seguirán subiendo si no llueve para reducir la demanda de esta grasa

El aceite de oliva reclama una «política rupturista» sobre el agua

Manuel Murillo

Pilar Cobos

Pilar Cobos

Acceso al agua. Esta es la clave destacada desde el sector del aceite de oliva para evitar fluctuaciones en las producciones y en los precios, y garantizar la rentabilidad de las explotaciones. Con objeto de facilitar este acceso al sector primario, reivindica una «política rupturista», en la que, junto a otras medidas como la regeneración y la desalación, se vuelva a hablar de embalses y trasvases. Los profesionales del sector también solicitan la despolitización del tema y, en un primer paso, la «optimización» del agua. Esta fue una de las conclusiones de la mesa redacción 'El precio del aceite de oliva y la protección de la calidad', celebrada este jueves por Diario CÓRDOBA con motivo de la distribución, este viernes, de la Guía de almazaras de Córdoba 2023.

El director general de Dcoop y presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, afirmó que «estamos en el momento de abrir una reflexión profunda sobre el futuro del olivar en esta provincia. Me preocupa tremendamente», reconoció. En esta línea, recordó que «el cambio climático está aquí, pero no veo a nadie hablando de qué medidas hay que tomar para paliar las consecuencias». En su opinión, la producción del olivar aumentará muchísimo, aunque se está trasladando hacia zonas con más agua como Sevilla, Extremadura y el sur de Portugal. «En Córdoba hay muchísimas zonas que tendrán pocas posibilidades de futuro, porque no tienen ese agua», explicó. A modo de ejemplo, señaló que esta provincia tiene el 17% del olivar de regadío y Jaén, el 50%.

Sánchez de Puerta lamentó que «el agua se ha convertido en una batalla política» y afirmó que es necesaria una política «absolutamente rupturista». «¿Tiene sentido que el 50% del agua del Guadalquivir esté hipotecada por 30.000 hectáreas de arroz?», se preguntó. Durante su participación en este encuentro, aseguró que «el potencial de la agricultura y de la agroindustria es inmenso en Andalucía, es la riqueza que tenemos y está por desarrollar». En cuanto a las vías para facilitar el acceso a este recurso, comentó que el agua del interior de la comunidad autónoma se está utilizando «mayoritariamente» para las costas. Por ello, sugirió tomar medidas para que el litoral sea autosuficiente, con aguas regeneradas y desaladas para cultivos como los de invernadero, tropicales y fresas, y que el agua del interior permanezca en los territorios de interior.

De su parte, el vicepresidente de Caja Rural del Sur, Ricardo López-Crespo, coincidió en señalar que «el agua tiene solución, pero hay que despolitizarla». También lamentó que «en el año 92 tuvimos una sequía tan brutal como esta o más. Pasó la sequía y aquí se olvido todo el mundo de todo. No se ha hecho nada».

Junto a ellos, esta mesa de redacción contó con la presidenta de la asociación Almazaras Industriales, Belén Luque, quien manifestó que «al final lloverá, pero tenemos un problema de optimización de agua, empecemos por ahí», invitó.

Mesa de redacción de Diario CÓRDOBA.

Mesa de redacción de Diario CÓRDOBA. / MANUEL MURILLO

En representación de la Diputación de Córdoba, su presidente, Salvador Fuentes, subrayó que «el agua es el gran desafío presente y futuro si queremos garantizar el escenario económico de la provincia». Este responsable reconoció que «hacen falta obras estructurales, porque no hemos estado nunca pendientes, las tuberías no daban votos. Ya sí dan empleo y economía».

Al encuentro asistió, por último, el delegado territorial de Agricultura, Francisco Acosta, quien recordó la apuesta de la Junta de Andalucía por los nuevos recursos y las ayudas concedidas recientemente a comunidades de regantes cordobesas para introducir 1.500 hectáreas de regadío con aguas regeneradas.

Los precios

En cuanto a la evolución del valor del aceite, los profesionales del sector coincidieron en avanzar que, si persiste la falta de lluvia, es posible que aumenten para reducir la demanda. Ricardo López-Crespo añadió, asimismo, que la caída de rendimiento detectada («que nadie me sabe explicar», comentó) podría tensionar aún más el precio.

Tanto Francisco Acosta como Salvador Fuentes destacaron la importancia de evitar la pérdida de cuota de mercado. En concreto, el presidente de la Diputación instó a «plantar cara a los que están diciendo que el precio del aceite es excesivo. Ocho o nueve euros por litro puede ser un precio alto, pero estamos gastando seis o siete euros en un cubata».

El responsable territorial de Agricultura remarcó que el aceite de oliva y la aceituna representan el 9% del PIB de Córdoba. «Es un sector potentísimo y tenemos que saber transmitirlo. Eso haría que no viéramos tan disparatado el precio», defendió.

La Guía de almazaras de Córdoba, que este año alcanza su cuarta edición, repasa la importancia de este ámbito productor y hace referencia a los aceites más premiados, entre otros contenidos. La publicación ha contado con el patrocinio de Diputación, Caja Rural del Sur y Dcoop.

El sector insta a certificar la calidad para evitar el fraude

En las últimas semanas están saliendo a la luz presuntas irregularidades en el aceite de oliva, en las que se estarían mezclando diferentes calidades. Acerca de estos supuestos fraudes, el director general de Dcoop y presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, afirma que «las fuerzas de seguridad del Estado están haciendo un magnífico trabajo, pero el sector debería estar haciendo muchísimo más». Así, entiende necesaria la puesta en marcha de sistemas de certificación de calidad. 

Por su parte, el vicepresidente de Caja Rural del Sur, Ricardo López-Crespo, demandó más laboratorios con certificación ANAC en Andalucía y también que se certifiquen las tomas de muestras. 

La presidenta de Almazaras Industriales, Belén Luque, valoró las inspecciones realizadas por la Junta de Andalucía en almazaras y envasadoras, pero admitió que sería «mucho más interesante hacerlo en puntos de venta», donde se pueden controlar los etiquetados. Asimismo, invitó a denunciar los posibles fraudes.