El 24% de los voluntarios cordobeses que ayudan en causas solidarias son jóvenes

El voluntariado es una actividad apta para todas las edades aunque lo normal es llegar a ella al final de la vida (el grupo predominante es el de 55 a 64 años), cuando hay tiempo suficiente para reservar una parte a los otros. En el siglo XXI, regalar tiempo de forma altruista supone un sacrificio que no todo el mundo está dispuesto a realizar y que tiene aún más mérito cuando los protagonistas son jóvenes capaces de abrir su mirada más allá del círculo que les rodea para tender la mano a causas solidarias.

Según la Plataforma Andaluza del Voluntariado, en Córdoba hay 57.832 voluntarios colaborando en 199 entidades, de los cuales un 10% tienen entre 14 y 24 años y un 14,5% de 25 a 34 años. En total, casi un 25% del voluntariado cordobés, más de 14.000 jóvenes menores de 35 años, componen una pequeña legión que, motivada por causas muy diversas, permiten que las organizaciones sin ánimo de lucro puedan realizar su labor.

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Según el último estudio realizado en Andalucía sobre el perfil de las personas que trabajan como voluntarios, en todos los grupos de edad predominan las mujeres (61%) con nivel socioeconómico medio o medio-bajo que en un porcentaje muy alto cuenta con estudios superiores, ya que «a mayor nivel de estudios existe una tendencia mayor al voluntariado respecto a menores niveles educativos». Tres de cada cuatro personas realiza sus tareas de voluntariado en el ámbito social o sociosanitario, si bien en la franja de edad que va desde los 14 a los 34 años en la que las actividades tienen que ver con el acompañamiento y actividades más asociativas como el ocio y tiempo libre o los talleres.

Cómo hacerse voluntario

Para convertirse en persona voluntaria, basta con ser mayor de 18 años o mayor de 12 con autorización legal, y decidir libremente colaborar con su trabajo y tiempo en una tarea sin contraprestación económica. Esa colaboración debe realizarse en una entidad inscrita en el Registro General de Entidades de Voluntariado, que será la que se encargue de organizar las actividades a llevar a cabo y garantizar la formación, los recursos materiales y las condiciones de seguridad y salud de sus voluntarios. En el caso específico de los jóvenes, cada verano tiene lugar el Programa de Campos de Voluntariado Juvenil, que ofrece a las personas de 14 a 30 años participar en un proyecto solidario, a la vez que conocer otras culturas y personas de diversa procedencia.

El estudio de la Plataforma Andaluza del Voluntariado destaca que hacer voluntariado repercute directamente sobre habilidades o competencias personales entre las que destacan el trabajo en equipo, la comunicación interpersonal y la resolución de problemas.

Las personas que trabajan en este ámbito confirman ese impacto positivo en los voluntarios. «Muchas personas jóvenes vienen a tener una experiencia solidaria, a probar el voluntariado. Cuando sientes que puedes ayudar a mejorar la vida de las personas que están pasando un mal momento, es cuando decides quedarte. Al final todas las personas voluntarias coincidimos en una cosa: al hacer voluntariado, recibes más de lo que das», explica Eva Quesada, técnica provincial de Voluntariado de Cruz Roja.

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