El Córdoba CF y su campaña de abonados: las armas de seducción

El club blanquiverde aguardará hasta el mes de julio para lanzar su plan de captación de socios en la Primera Federación

La entidad se propone sostener su músculo social y no bajar nunca de la cifra de diez mil en el curso 23-24

Córdoba B-Getafe B. Partido de ida de la final por el ascenso a Segunda RFEF en El Arcángel.

Córdoba B-Getafe B. Partido de ida de la final por el ascenso a Segunda RFEF en El Arcángel. / CHENCHO MARTÍNEZ

Francisco Merino

Francisco Merino

Entre los muros de El Arcángel se estudia al detalle la estrategia para la campaña de abonados del Córdoba CF ante el campeonato 23-24, en un proceso que se reconstruye cada temporada en función de las circunstancias del equipo. El escenario actual, con un equipo que se despeñó en su grupo de Primera Federación de un modo lamentable y terminó perdiendo los objetivos marcados, no resulta en sí un argumento de venta convincente. 

La resaca del éxito -ya se comprobó en la pasada campaña- es el mejor caldo de cultivo para la venta de carnés; en esta ocasión, los rectores de la entidad tendrán que darle una vuelta a la cuestión para encontrar armas de seducción ante una hinchada que, a día de hoy, está desencantada. Nada anormal, por otra parte. El club ha conseguido reponerse a batacazos deportivos horribles convirtiendo a su afición, incombustible, en imagen de marca. Esa idea es el combustible emocional para quienes se están encargando de dar forma a la campaña, con sus imágenes, sus eslóganes... y sus precios.

La base está en diez mil

Todo lo que sea quedar por debajo de diez mil se interpretaría como un dato decepcionante. Por encima, la nota iría del aprobado hacia arriba según se rebasen millares de abonados. En la temporada 22-23, el Córdoba CF llegó a los 13.174 socios, quedando solamente por detrás del Deportivo de La Coruña dentro de la Primera Federación. Fue una avalancha de adhesiones a la altura de los sucesos deportivos -el equipo ascendió con un paseo militar, siendo campeón de Liga y Copa Federación- y una política de precios muy interesante, con ofertas especiales para las familias. Bajo el lema "A por el segundo paso", el club hacía referencia a la escalada que iba a sacar al Córdoba de las ligas abisales para ponerle de nuevo en el mapa del fútbol profesional. Ese eslógan se convirtió en un dardo envenenado. Habrá que ver si en el departamento de marketing cambian de discurso o tratan de recoger el argumento. El lema de la campaña es siempre una firme declaración de intenciones.

El hecho de estar viviendo la etapa más larga fuera del fútbol profesional en este siglo -van por el quinto año- ejerce una presión extra. La meta es retornar lo antes posible a Segunda División y el respaldo de la afición, en el caso del Córdoba CF, no es simplemente una cuestión de decorado. De los resultados de la campaña de abonos se desprenderá el estado de salud del club, una inyección económica fundamental y un chequeo a la credibilidad del proyecto. Dados los resultados del pasado campeonato y los movimientos en la cúpula -fue destituido de inmediato Javier González Calvo por la propiedad de Baréin para buscar "un cambio de negocio" con Antonio Fernández Monterrubio como nuevo CEO-, todo apunta a que se tratará de vender una imagen de novedad más que de continuidad, como se hizo en la temporada anterior.

Con cambios contínuos

Con un equipo de jefatura renovado -aún en proceso-, sin el banquillo decidido y con una reconstrucción drástica de plantilla, el Córdoba CF tendrá como principal nexo de unión con su pasado más reciente a su masa de aficionados más fiel. Después de haber pasado por cuatro divisiones diferentes en los últimos cinco años -Segunda División, Segunda B (2), Segunda RFEF y Primera Federación-, una pandemia, un cambio de propiedad, un descenso a cuarta categoría y una resurrección a trompicones, el Córdoba CF intentará vender a su gente sus señas de identidad. 

La llegada del entrenador -se cayó del catálogo de opciones Alberto González, que pasó del Linares al filial del Betis, y sigue estando en la agenda el sevillano José Juan Romero, que no seguirá en el Ceuta y tiene otros pretendientes- y los primeros fichajes podrían dar a la afición una impresión de movimiento en el Córdoba CF que ahora -aunque se esté produciendo- no tiene. La política de precios competitivos y las ventajas a abonados jóvenes y familias se perfilan, de nuevo, como los principales reclamos para un cordobesismo que tiene unos meses por delante para reilusionarse. 

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