Estas son las tres enfermedades que se curan comiendo espinacas

Las espinacas son, en realidad, un pequeño tesoro verde que todo el mundo debería incluir en sus platos no solo por su sabor, sino por su potencial nutricional que aporta numerosos beneficios para la salud.

La razón por la que cada vez se recomienda más la inclusió de las espinacas en la dieta diaria es por su completo perfil nutricional compuesto por una rica fuente de vitaminas y minerales esenciales que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente y que abarca desde vitamina A, C, E y del complejo B hasta minerales como hierro, potasio o magnesio.

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Por otra parte, las espinacas destacan a parte de por perfil nutricional por su versatilidad y facilidad de incorporar en una amplia variedad de platos y que van desde las ensaladas hasta los salteados, batidos o incluso pasteles; pero sobre todo por su capacida para ayudarnos a combatir ciertas enfermedades.

Presión arterial

Las espinacas contienen nitratos que tienen a su vez propiedades vasodilatadoras, las cuales ayudan a ensanchar las arterias y a regular el flujo sanguíneo dando lugar a una importante reducció de la presión arterial que a su vez reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

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Enfermedades de la vista

La presencia de luteina y zeaxantina en las espinacas, dos antioxidantes, hace que el consumo de estas sea muy beneficioso para la salud ocular. Gracias a la presencia de estos componentes se puede prevenir tanto la degeneración macular como las cataratas.

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Estrés oxidativo y cáncer

Otra de las patologías que las espinacas ayudan a combatir es el estres oxidativo: un factor que contribuye al desarrollo de varias enfermedades como el cáncer. Este componente está cargado de antioxidantes que combaten los radicales libres y que reducen el estrés oxidativo del cuerpo. En este sentido, diversos estudios han sugerido que graicas a su consumo se pueden llegar a prevenir determinados tipos de cáncer como el de próstata o el de mama.