reportaje

3D en apoyo a la medicina

Un TFG de un alumno de la UCO ha dado lugar una empresa que crea réplicas de corazones infantiles

Su impulsor, Luis Martínez, dice que el límite es la imaginación

Luis Martínez Muñoz junto a una de las impresoras 3D industriales que usa para crear sus modelos.

Luis Martínez Muñoz junto a una de las impresoras 3D industriales que usa para crear sus modelos. / Óscar Barrionuevo

Luis Martínez Muñoz es un exalumno de la Universidad de Córdoba cuyo trabajo de fin de grado (TFG) consistió en utilizar una impresora 3D para crear réplicas de corazones infantiles para simulaciones quirúrgicas. «Estos modelos son herramientas valiosas en el campo médico y veterinario. Sirven principalmente para la planificación quirúrgica y la docencia. Los modelos permiten a estudiantes y profesionales médicos adquirir una comprensión más profunda de la anatomía del corazón infantil, mejorando la formación y la preparación para procedimientos quirúrgicos pediátricos. Además, los cirujanos utilizan estos modelos para planificar intervenciones quirúrgicas en pacientes pediátricos, lo que mejora la precisión y la seguridad de los procedimientos. Otra de las facilidades que ofrecen es permitir a los pacientes y familiares entender cual es el problema y como se llevará a cabo el proceso, algo muy necesario antes de cualquier tipo de cirugía», explica Martínez.

«Las técnicas de impresión 3D son muy versátiles y aplicables a otros órganos y aplicaciones médicas. En el campo veterinario también hemos podido utilizarlo obteniendo grandes resultados, gracias a la tecnología que implementamos», señala este joven emprendedor quien indica que «la impresión 3D ofrece la ventaja de la personalización y la capacidad de crear estructuras complejas, teniendo como único límite la imaginación, lo que la hace relevante y útil en una amplia variedad de aplicaciones médicas. En un futuro, seguramente lleguemos a poder imprimir trasplantes de órganos gracias a la impresión 3D», afirma.

Los modelos en 3D sirven principalmente para la planificación quirúrgica y la docencia

Emprendimiento

A raíz de su TFG, Martínez se propuso emprender y así nació Flamingo Biomechanical Lab. «La creación de la empresa no fue un proceso sencillo, pero si ha sido una experiencia muy valiosa donde he aprendido mucho y conocido a gente muy trabajadora. Se requiere un plan de negocios sólido, inversión inicial, trámites legales y una visión clara. Además, buscar apoyo de mentores que puedan orientarte y es esencial para conocer diferentes modelos de negocio y poder hacerlo realidad. Fue un desafío, con muchas horas de trabajo, pero la oportunidad de contribuir al campo médico valió la pena», admite.

Martínez reconoce que crear la empresa no fue un proceso sencillo, pero sí muy recomendable

En este proceso, la Universidad de Córdoba le brindó un valioso apoyo. «Mi tutor de TFG, Pablo Romero, me dio a conocer diferentes iniciativas y ayudas por parte de la universidad para emprendedores. Fundecor, Fundación Telefónica, el hackaton biotecnológico y la incubadora Córdoba Biotech fueron unas de las múltiples iniciativas en las que pude participar gracias a la UCO».

Luis Martínez, que se forma ahora en Biomedicina, un campo en constante evolución, anima a los estudiantes de la UCO a emprender. «A pesar de los desafíos y lo difícil que puede parecer, la experiencia es única y sumamente gratificante. Permite convertir ideas en productos o servicios reales, contribuir al avance de la tecnología y desarrollar una mentalidad creativa y resolutiva». 

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