Historia del Trofeo Manolete

Instituido por el Ayuntamiento de Córdoba en el año 1950 para honrar la memoria de su hijo predilecto, el trofeo municipal Manolete está reconocido desde entonces como uno de los más prestigiosos galardones del planeta taurino, siendo codiciado objeto de deseo de cuantos matadores se anuncian en la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Si bien las primeras ediciones premiaban al diestro que más orejas cortara en la Feria, pronto se cambió ese criterio por el reconocimiento de la excelencia en el conjunto de una tarde, con independencia del número de apéndices. El trofeo consistía en, según describía el Diario CÓRDOBA el 19 de mayo de 1951, «un magnífico trabajo repujado que sirve de marco al medallón de plata con el busto de Manolete, obra del inspirado artista cordobés D. José Fernández Márquez». Este lujoso cordobán fue sustituido en la feria de 1954 por una pequeña estatua de Manolete sobre un pedestal, que, años más tarde, dejó paso a una réplica del monumento al califa cordobés que adorna la plaza Conde de Priego, cuya construcción fue sufragada con la recaudación obtenida en el magno festejo organizado al alimón a tal fin por el periodista José Luis de Córdoba y el matador Carlos Arruza. Desde el año 2011 el premio lo representa una reproducción del galardonado busto de Manolete de Alice Wiedenbrueg, donado a la ciudad por el hijo de la artista, y que preside el patio de entrada al Museo Taurino.

Los toreros que han alcanzado tal distinción han sido: José María Martorell (1950, 1951 y 1953), Manuel Calero ‘Calerito’ (1952), César Girón (1954 y 1955), Jaime Ostos (1959), Paco Camino (1960), José María Montilla (1963), Manuel Benítez ‘El Cordobés’ (1963 y 1970), Manuel Cano ‘El Pireo’ (1965, 1966 y 1967), Gabriel de la Haba ‘Zurito’ (1968), Florencio Casado ‘El Hencho’ (1969), Antonio José Galán (1973 y 1974), José María Manzanares (1975), Francisco Rivera ‘Paquirri’ (1977), Emilio Muñoz (1983), Fermín Vioque (1984), Tomás Campuzano (1985), Francisco Ruiz Miguel (1986), Joselito (1991 y 1996), Finito de Córdoba (1994, 2001 y 2005), Rivera Ordóñez (1995), José Tomás (2009), José María Manzanares hijo (2011), Morante de la Puebla (2013) y Andrés Roca Rey (2022 y 2023). 

Al llegar la feria de 2012, el trofeo se dotó por primera vez de unas bases escritas que, respetando el «derecho consetudinario» que venía aplicándose, establece que será acreedor del galardón el matador que resulte triunfador de la Feria «en su sentido más amplio», valorando para su otorgamiento «el desarrollo en los distintos tercios de la lidia, las faenas en su conjunto y aquellos elementos que el jurado estime precisos para una mejor elección del ganador».  

La tutela del Ayuntamiento de Córdoba, así como la magnífica labor que desarrolla Leopoldo Tena, secretario del jurado, son la mejor garantía para el mantenimiento del prestigio de este premio.