Toros en Córdoba

El coso de Los Califas

La plaza se inauguró el 9 de mayo de 1965 con una corrida en la que actuaron José María Montilla, Manuel Benítez ‘El Cordobés’ y Gabriel de la Haba ‘Zurito’

Obras de construcción de la plaza de toros de Los Califas, cuya ejecución se inicio en junio de 1963.

Obras de construcción de la plaza de toros de Los Califas, cuya ejecución se inicio en junio de 1963. / Ladis

Francisco Gordón

Por varias y heterogéneas circunstancias la plaza de toros de Los Tejares tenía fecha de caducidad. La imperiosa necesidad de afrontar una costosa reforma para garantizar la seguridad de los espectadores, el proyecto urbanístico que desde 1962 planeaba sobre las avenidas de Cervantes, Gran Capitán y Los Tejares, y el creciente tirón en taquilla de un nuevo fenómeno llamado Manuel Benítez ‘El Cordobés’ apuntalaron la decisión de construir una nueva plaza que sustituyera al viejo coso de Los Tejares. Para ello, una nueva sociedad mercantil constituida para tal fin, en el mes de julio de 1963, adquirió un terreno de unos 14.500 metros cuadrados en la denominada ‘Huerta de la Marquesa’, donde apenas dos años después se levantaría imponente el nuevo coso de Los Califas. Dotada de todos los servicios exigibles, ya al momento de su inauguración fue alabada por la amplitud de todos sus espacios y la comodidad de las casi 15.000 localidades que la convertían en una de las de mayor aforo de España. Posteriormente, distintas reformas llevadas a cabo para adaptarla a las exigencias legales han reducido su capacidad hasta las 13.900 localidades. En el año 2017, la Fundación Internacional de Conservación de la Arquitectura reconoció al coso de Los Califas como un edificio de valor singular.

L aterna que inauguró Los Califas: El Cordobés, Gabriel de la Haba y José María Montilla.

L aterna que inauguró Los Califas: El Cordobés, Gabriel de la Haba y José María Montilla. / LADIS

Si por la mañana miles de cordobeses se echaron a la calle para asistir a la coronación canónica de la Virgen de los Dolores, a las cinco de la tarde del 9 de mayo de 1965 abarrotaban los tendidos de la nueva plaza para presenciar su festejo de inauguración. A beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer, el vanguardista cartel pintado por el artista Mariano Aguayo anunciaba aquella tarde a los diestros cordobeses José María Montilla, Manuel Benítez ‘El Cordobés’ y Gabriel de la Haba ‘Zurito’ frente a reses de Carlos Núñez.

Con la presencia de la hija del entonces jefe del Estado, y tras un preámbulo protocolario en el que se depositó en el nuevo ruedo albero procedente de la plaza de Los Tejares, a ‘Cartujano’ le cupo el honor de ser el primer toro lidiado en el nuevo coso, y al que José María Montilla cortó una oreja. El Cordobés fue corneado en la axila, pese a lo cual mató a sus dos toros, cortándole el rabo (el primero de la historia de la plaza) a su segundo, premio que también alcanzaría Zurito en el que cerró plaza. Tras la conclusión de la primera feria en el coso de Ciudad Jardín en 1965, el Ministerio de Gobernación reconoció la plaza como de primera categoría «por sus magníficas condiciones en relación con su gran aforo, amplitud y comodidad, como asimismo el abolengo y afición a la fiesta nacional en aquella capital». 

Finito y Chiquilín, en la puerta de Los Califas

Finito y Chiquilín, en la puerta de Los Califas / A. J. González

Entre la primera de Agustín Castellano ‘El Puri’, el 25 de mayo de 1965, hasta la de Javier Moreno ‘Lagartijo’ en la feria de 2022, el coso de Los Califas ha acogido veintidós ceremonias de alternativa. Doscientas cincuenta y seis han sido las corridas de toros celebradas, y dos los toros indultados (‘Tabernero’, de Gabriel Rojas, y ‘Bondadoso’, de Domingo Hernández), ambos lidiados por Finito. Pese a la inmensidad de su aforo, en trece ocasiones se ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ las tardes en las que se han anunciado las máximas figuras del toreo de cada época y los novilleros que luego alcanzarían tal consideración. De entre todos ellos, destaca sobremanera uno, Juan Serrano Pineda Finito de Córdoba, cuyo palmarés en el coso de Los Califas resulta inigualado y, a buen seguro, inigualable, pues no en vano atesora sesenta y tres paseíllos como matador de toros, ocho novilladas, dieciséis festivales benéficos y... ¡diecisiete! salidas a hombros por la puerta de Los Califas. En número inversamente proporcional al de espectáculos taurinos, en los últimos años el coso de Los Califas ha acogido numerosos eventos como cine, la Copa Davis, la cata del Vino o múltiples conciertos, entre otros. 

Sería deseable que las posibilidades que dicho recinto ofrece para la celebración de estos espectáculos no fuera a costa de orillar el fin fundacional que movió a sus promotores a levantar lo que bien pudiera llamarse, parafraseando a Ignacio Sánchez Mejías, la casa de los toreros.