Opinión | Campo y ciudad

Regadío cristiano IV

«Ante el pasado esplendor de los regadíos árabes, lo conseguido con posterioridad a la dominación musulmana estribó en mantener lo heredado»

Es de connotar la importancia que se les conceden a los riegos agrícolas, durante la mayor parte del período de la Reconquista, máxime desde mediados de los siglos XII al XIV, como se manifiesta con el trascendental canal del Tauste, primera gran obra hidráulica a escala europea, así como con la incorporación en tales iniciativas de las aportaciones financieras de los usuarios. Todo lo cual no debe ocultar que ante el pasado esplendor de los regadíos árabes, lo conseguido con posterioridad a la dominación musulmana estribó en mantener lo heredado, en mejores condiciones de cómo lo efectuaron los visigodos con el asumido patrimonio hidráulico romano, no sólo conservándolo sino mejorándolo por iniciativas de algunos monarcas, como Jaime I, no obstante con las limitaciones condicionadas por la guerra; un propósito generalizado entre los reyes cristianos, impulsando la extensión de los regadíos en las áreas reconquistadas.

Y así, en el siglo XIV. Pedro I de Aragón otorga al municipio de Manresa para su abastecimiento y riego de tierras las aguas derivadas del río Llobregat; proyectándose el comienzo del canal de las Bárcenas para la jurisdicción geopónica de la comarca de Ejea de los Caballeros, entre otras, como en la siguiente centuria para las comarcales aldeas del Daroca cuando un decreto real les permite la construcción de acequias y azudes en el río Siloca.

Terminando el siglo XIV, cuando el castellano Alfonso XI ha laminado la última invasión africana, y Pedro IV el Ceremonioso ha consolidado el imperio mediterráneo catalano-aragonés, la crisis de la baja edad media se apoderará del entramado peninsular, dando paso a un período mercantilista durante las centurias XVI y XVII. A lo largo de él la impronta económica del patriciado urbano, asentada durante los anteriores siglos, se mantendrá aunque transferida al Estado. Sin embargo Castilla no sabrá adaptarse a los modos y formas capitalistas, creando una economía ficticia, no obstante su riqueza lanera le permitiera librarse en gran medida de la depresión económica del citado período.

*Doctor Ingeniero Agrónomo y licenciado en Derecho

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