Opinión | Todas direcciones

ESA

Si vuelves a salir corriendo detrás de ella ya puedes ir despidiéndote del pienso del bueno

Te lo tengo dicho. Te lo tengo dicho y no me haces caso porque no te da la gana. Qué hartón. Y mira que te he explicado veces que no quiero numeritos. Pues nada, ea, pues nada. Se ve que lo que yo digo por un oído te entra y por otro te sale. Venga a tensar, venga a tensar. Que no te enteras, vamos, que no te quieres enterar. No te enteras de que mi obligación es llevarte por el buen camino y evitar que te pierdas. Yo no sé cuándo te va a entrar en la cabeza que no puede ser, que esa, esa por la que no paras de babear desde que aparece; esa, esa es una dominanta por muy chiquitilla que sea, una cualquiera que va a hacer contigo lo que quiera porque sabe perfectamente que a ti te falta un hervor, una dominanta que va por ahí pidiendo guerra con unos y con otros, ¿o es que no te das cuenta? Se ve que no. Sabes que no me gusta ni un pelo y sigues ahí pimpim pimpim pimpim, a lo tuyo, hala, ancha es Castilla. Y te lo tengo dicho, que no es tu tiiiiiipo, que tú te mereces algo máááás.

La otra, la otra sí es tu tipo, sí, sí, quien tú sabes, la otra, me da exactamente igual que lleves tiempo sin verla, no pongas esa cara y haz el favor de mírame cuando te hablo. ¿Cómo vas a comparar, mi vida?, ¿cómo vas a comparar? La otra es la que te conviene porque sabe estar en condiciones. Y porque no llega a los sitios como diciendo aquí estoy yo. Que vale, que sí, que estás en una edad en la que apetece lo que apetece, muy bien, perfecto, pero que una cosa no quita la otra. Que yo no quiero tenerte aquí encerrado pero tampoco estoy dispuesta a que te vayas por ahí a vivir la vida loca con esa porque no, porque no me da la gana y porque no te conviene, entre otras cosas porque ella tiene telita, pero los que deberían haberla educado ya ni te digo. Él un fantasma. Un fantasma y un hortero que debe de pensar que esas mallas de correr marcando paquete que lleva a todas horas le quedan bien. ¿Y ella? Ella una pavisosa sin espíritu ninguno, qué bajón de mujer, siempre quejándose, hoy estoy que no puedo más, lo mío es agotamiento crónico, venga ya con el cuento.

Así que ya sabes. Piénsalo bien porque yo ya estoy hasta el... Eso, muy bien, ahora te quitas de en medio porque sabes que tengo razón, lo mismo de siempre. Ingrato, que eres un ingrato. A ver si maduras un poquito, aunque sea solo un poquito. ¿A ti te falta de algo? Eh, di. Que yo no quiero que me hagas la ola, pero vives mejor que un marqués, que ya quisieran muchos tener las comodidades que tú tienes, guapito de cara. Tú verás, ya se acabaron las tonterías. Si vuelves a salir corriendo detrás de ella ya puedes ir despidiéndote del pienso del bueno. Y de las chuches. Y cuando vayamos al parque nada de tirarte la pelotita. Tú mismo.

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