Opinión | Colaboración

Por si dejas de creer...

Y es que cada vez es más difícil creer en un mundo de mentiras, vivimos en la desconfianza absoluta

Por si has dejado de creer en esto que llaman política o lo que es más fácil en las personas que nos representan o quizás aún crees porque eres una persona optimista y estás esperanzada en que el progreso es posible pero posiblemente esa línea algún día se tope con una realidad devastadora, he de decirte que yo también he dejado de creer.

Y es que cada vez es más difícil creer en un mundo de mentiras, vivimos en la desconfianza absoluta, la presunción de inocencia ha sido eliminada por las «fake news» que inunda nuestro mundo y que los medios de comunicación han dado altavoz y todo el mundo sabe que lo que dice la televisión siempre es verdad, donde reina la hegemonía de la opinión que, por supuesto, debe de ser respetada pero no los datos que seguro que están cocinados o a saber a quién le han preguntado, pero nadie se cuestiona las experiencias vitales de la persona que da su valiosa opinión.

Actualmente, que se vive en el continuo fango político porque cuando señalas a alguien por algo que la sociedad ya tiene asimilado que va a ser verdad es más fácil juzgar, donde la salud mental va en el sueldo del representante político pero la duda me surge cuando la familia entra en el pack, cuando el «y tú más» se impone en discurso político y no se habla de lo que realmente importa a la ciudadanía.

Es evidente que mi posicionamiento es reconocer la labor que ha tenido este Gobierno, el cual ha pasado una de las etapas más duras de época contemporánea (COVID-19, guerras entre Ucrania y Rusia o entre Israel y Palestina) y si os paráis a pensar ¿cómo aparecerá este momento histórico en los libros de historia? Porque aparecerá como un punto de inflexión como lo fue en su momento las guerras mundiales, la caída del muro de Berlín o el atentado a las Torres Gemelas, pero probablemente en esos libros no aparecerá que teniendo ese contexto se han ganado derechos laborales, subiendo el SMI o se han incrementado los derechos sociales reconociendo la existencia de personas que antes se encontraban en un limbo.

Esto no quiere decir que no haya errores y que se esté de acuerdo con todo, pero si la premisa es que todos los representantes políticos nos van a robar probablemente lo hagan y tú se lo estás permitiendo en el momento que lo das por hecho, porque es la forma burda que tienen los que odian el sistema democrático y sus instituciones.

Por si dejas de creer solo te digo una cosa, cada día que me levanto dejo de creer en algo o alguien, pero nunca puedo dejar de creer en quién soy y actualmente soy la persona que está escribiendo este artículo gracias a la democracia, esa tan vapuleada por los falsos patriotas y unos medios de comunicación y periodistas que se olvidaron de contrastar noticias y de la veracidad.

La escuela de Frankfurt de perspectiva marxista argumentaba que los medios de comunicación de masas (ahora también la IA) trataban de crear una falsa conciencia que les hacían creer a los ciudadanos que vivían en sociedad justas y democráticas, pero cada vez estamos más cerca de no reconocer la verdad de la mentira.

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