Opinión | El cuerpo en guerra

Padres

De los padres la sociedad apenas espera nada. Quizás por eso son tan celebradas sus muestras de cariño o cualquier iniciativa que fomente la unión con la hija o el hijo. En esta comparación, las madres siempre salen mal paradas: demasiadas expectativas sobre ellas, más allá de la exigencia suprema del mayor amor incondicional posible y su disponibilidad total para teletransportarse de cualquier manera allá donde y cuando las necesitemos.

Todas las novelas de autoficción que florecen por parte de las escritoras de mi generación destapan este hecho, lo ponen sobre la mesa y lo cuestionan: ‘Papá nos quiere’ (Caballo de Troya, 2023), ‘Las hijas horribles’ (Libros del K.O., 2024), ‘El comensal’ (Caballo de Troya, 2015)... Supongo que esa necesidad de contar nuestra historia viene de que nos hemos topado en diversos ámbitos con que la realidad no es aquella que nos habían contado --comenzando con la precariedad--, lo que hace que nos replanteemos nuestro segundo pilar: el padre.

Ellos tampoco lo han tenido fácil. Un nuevo mundo se abría ante ellos en el que la figura del cabeza de familia se derrumbaba y, con ella, su autoridad excelsa mientras que, especialmente las hijas, abrazábamos el feminismo y observábamos como espectadoras lo que no funcionaba en los binomios madre-padre y padre-hija. A los hijos les pasaba lo mismo al enfrentarse a las nuevas masculinidades: su padre había dejado de ser ese modelo que debían interiorizar y en el que convertirse al tener descendencia propia.

Todo ello es abordado en ‘Daddy issues. Un análisis sobre la figura del padre en la cultura contemporánea’ (Alpha Decay, 2020) de Katherine Angel, obra en la que se analiza la constante reivindicación de la caída del patriarcado y el movimiento #MeToo, que hace que releguemos a nuestros padres a un lugar del imaginario colectivo todavía por descubrir. Aunque el libro propone vías innovadoras para deconstruir el concepto de familia, yo empezaría dando a leer a nuestros padres el conocidísimo ‘Los hombres me explican cosas’ (Capitán Swing, 2016) de Rebeca Solnit, porque continúan, en el momento de las confidencias o de la puesta al día de turno, justificando y aliándose en muchas ocasiones del lado de nuestros jefes --en buena parte de los casos ellos también lo son--.

Ay, papás, cuán difícil os lo hemos puesto. De vuestro afán por amarnos depende nuestra conexión. Para empezar, nunca sobra ese «te quiero, cariño» o «estoy orgulloso de ti» (aunque no entienda a qué te dedicas o cómo piensas). A todos vosotros, feliz Día del Padre por adelantado.

** Escritora

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