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La crisis del deporte femenino en Córdoba: tres equipos, tres descensos

El Córdoba CF, el Milar Córdoba BF de baloncesto y el Cajasur Deportivo de fútbol sala han bajado a la tercera liga nacional | La ciudad no tendrá la próxima temporada equipos en la segunda categoría por primera vez en 31 años

La jugadora del Milar Córdoba BF, Marcy Gonçalves, tras una derrota.

La jugadora del Milar Córdoba BF, Marcy Gonçalves, tras una derrota. / CHENCHO MARTÍNEZ

Antonio Raya

Antonio Raya

El deporte femenino de la ciudad de Córdoba ha recibido un triple varapalo en las últimas semanas, ya que han descendido los tres equipos que competían en las ligas nacionales de segunda categoría. El Córdoba CF Femenino (fútbol), el Milar Córdoba BF (baloncesto) y el Cajasur Deportivo Córdoba (fútbol sala) han sido los conjuntos damnificados por el descenso.

La situación en la que han quedado los deportes de equipo principales no puede ser más desalentadora, pues hacía 31 años que no se vivía una situación similar, en concreto desde la temporada 1991-1992.

Desde la campaña 92-93, Córdoba ha contado siempre con algún club en la categoría de plata, ya que han alcanzado este nivel 15 escuadras de fútbol (Fray Albino, Los Califas, Ciudad Jardín, Ufeco Mezquita, Séneca, El Naranjo y Córdoba CF), baloncesto (Adeba, Universidad de Córdoba y Milar), balonmano (Adesal y Deza Córdoba BM), fútbol sala (Cajasur Deportivo Córdoba) y voleibol (Adecor y Cajasur Córdoba Voley). Incluso cuatro de ellos alcanzaron la máxima categoría (Adesal, Cajasur Deportivo, Adecor y Cajasur Voley) y uno logró títulos nacionales (Cajasur Deportivo).

Sin embargo, la realidad de hoy ha llevado al deporte femenino a un nivel que no padecía desde casi los inicios de estos clubs, tal y como los conocemos hoy en día. Por ejemplo, en 1992, el fútbol femenino se encontraba casi naciendo y apenas había conjuntos para formar una liga provincial. El Adeba de baloncesto apenas contaba con tres años de existencia y su presidente era el actual gerente del Instituto Municipal de Deportes, Luis Lorenzo, pues Pilar Carmona no pasó a ocupar dicho cargo hasta unos meses más tarde. Las secciones de balonmano femenino del Adesal y el Córdoba BM no existían, al igual que la de fútbol sala femenino del Cajasur Deportivo. El Adecor cumplía mientras cinco años de vida.

Una jugada del Córdoba CF Femenino.

Una jugada del Córdoba CF Femenino. / ÓSCAR BARRIONUEVO

La situación en 1992

El Adeba de baloncesto y el Adecor de voleibol ejercían en 1992 de referentes al militar ambos en la tercera división española. Precisamente, el Adecor (temporada 92-93) y el Adeba (94-95) fueron los primeros equipos modernos que accedieron a la segunda categoría de entonces.

Pero la situación del deporte femenino en España ha cambiado mucho en los últimos 31 años. En 1992, todas las divisiones de plata contaban con muchos grupos y los equipos rara vez tenían que viajar al norte de Madrid en la península. Incluso había casos en los que ni tenían que salir de Andalucía. Sin embargo, la tendencia actual está llevando a estas modalidades a contar con una segunda división nacional de un grupo, como ocurre en el fútbol (Primera Federación), baloncesto (Liga Challenge) y balonmano (División de Honor Oro). El voleibol mantiene todavía tres grupos y el fútbol sala cuenta con cuatro.

Mientras menos equipos y grupos, más gastos en viajes y mejores jugadoras para cada equipo, lo que sube considerablemente los gastos de cada club. Hay que tener en cuenta además que al menos hasta el año 2002, los clubs cordobeses de la segunda categoría no pagaban a sus jugadoras, lo que ahora hacen todos. Sin embargo, las ayudas económicas que reciben resultan similares a las de hace 21 y 31 años.

Los referentes actuales

La próxima temporada ejercerán de referentes en la tercera categoría nacional el Córdoba CF (fútbol), el Milar Córdoba BF (baloncesto), el Adesal y el Deza BM (balonmano) y el Cajasur Deportivo Córdoba (fútbol sala), al menos según las ligas en las que les corresponde competir. El Adecor, por su parte, disputará en la última semana de mayo la fase de ascenso para acceder, precisamente, a la tercera categoría de su deporte.

El balonmano ha ideado un sistema para ayudar a sus clubs a la hora de solicitar ayudas públicas. La Real Federación Española aprobó hace un año que el campeón de los 56 conjuntos de los cuatro grupos de la tercera categoría, la Honor Plata, podrá disputar la fase de ascenso de la segunda a la primera, lo que le ha permitido a muchas entidades, entre ellas el Adesal y el Deza BM, recibir subvenciones económicas de segunda liga nacional. Excelente gestión por tanto la de la entidad que preside Francisco Blázquez.

En el polo opuesto al balonmano se encuentra el baloncesto, debido a que sus equipos tienen que viajar por toda la península hasta en la tercera división, pues ocurre en el grupo A de la Liga Femenina 2, en la que hay equipos desde Andalucía hasta Galicia, Cantabria y el País Vasco. Mientras, los clubs, tienen que irse a pedir a sus instituciones ayudas económicas de tercera categoría. Caso aparte merecen los desplazamientos a Baleares y Canarias.

La portera del Cajasur Deportivo de fútbol sala Natali, abatida tras recibir un gol.

La portera del Cajasur Deportivo de fútbol sala Natali, abatida tras recibir un gol. / CHENCHO MARTÍNEZ

Rafael Pablo García

El presidente del Cajasur Deportivo Córdoba, Rafael Pablo García, considera que el triple descenso femenino se ha producido por “la falta de cuidado que tienen las instituciones con los clubs, sobre todo con las subvenciones que nos llegan muy tarde, en concreto al final de la temporada, lo que acarrea situaciones muy complicadas”. García recuerda que las jugadoras de calidad “cobran y si no tenemos dinero, no las podemos contratar”.

El presidente del Deportivo recuerda que hay jugadoras cordobesas de calidad, pero que “si no tienes dinero, porque las instituciones no te lo dan, esas jugadoras se tienen que ir, solo puedes trabajar con ellas en las bases y cuando llegan a un nivel, se van”. García incluso señala que “pido a los políticos que nos den las subvenciones al principio de la temporada, para que así podamos trabajar mejor a la búsqueda de unos resultados dignos”.

García asume que la principal vía de financiación para un club femenino es “la subvención institucional y a nosotros nos llegan muy, muy tarde”. Apunta también que aunque cada vez tiene más visibilidad el deporte femenino, “a las empresas les cuesta apostar por nosotros”.

Rafael Pablo García recalca que los clubs necesitan liquidez “para contratar a las cuatro o cinco jugadoras que te dan un salto de calidad. Córdoba no puede incluso competir con clubs de otras provincias para retener a las mejores cordobesas de estos deportes. Si las subvenciones llegaran antes, sí podrías competir con los demás clubs del país”.

Francisco Avilés

Francisco Avilés, responsable del equipo femenino del Córdoba CF, recalca que el deporte femenino “necesita mucha más visibilidad en todos los ámbitos”.

Avilés apunta que su equipo “cuenta con el apoyo total del club y de las familias, pero no hay que olvidar que es un proyecto muy joven, que poco a poco se está consolidando y dando sus frutos con jugadoras en todas las selecciones, provinciales, autonómicas y nacionales”.

Avilés recuerda que “la Federación Cordobesa también está apostando muy fuerte por el femenino, aunque quizás, lo que sí echamos de menos, es el impulso definitivo de la empresa privada, pero con visibilidad y la ayuda de los estamentos públicos, en poco tiempo conseguiremos superar este reto”.

Sebastián del Rey

El presidente del Milar Córdoba BF, Sebastián del Rey, señaló que el deporte femenino está creciendo de una manera importante a nivel nacional y que “deportivamente hemos conseguido acercarnos a la segunda división nacional por el trabajo hecho en las bases y una buena gestión deportiva”. Sin embargo, se quejó de que para seguir creciendo “no solo vale con el trabajo de los clubs, ya que se necesita y, sobre todo en el deporte femenino, la complicidad y el apoyo institucional. Hay que concienciar a instituciones y empresas privadas de lo importante que es el apoyo para que las deportistas sigan trabajando en la base y acercándose al deporte profesional”.

Del Rey que recuerda que la Liga Challenge “es una segunda categoría nacional exigente, pues estás entre los 32 mejores equipos de España, lo que exige unos costes muy elevados, a nivel federativo y de desplazamientos, y todo esto se complica en Córdoba con la estructura que hay en las ayudas en el deporte cordobés, pues son ayudas que llegan una vez finalizada la temporada, lo que hace inviable que, una vez sufragados los costes de viajes y federativos, quede presupuesto para formar una plantilla competitiva”.

El presidente del Milar cree que los equipos cordobeses femeninos están luchando “frente a equipos de ciudades que apuestan realmente por el deporte femenino y a día de hoy estamos a muchísima distancia de estos clubs y ciudades”.

La capitana del Milar Córdoba BF, Marta Martínez, en un partido de la pasada Liga Challenge.

La capitana del Milar Córdoba BF, Marta Martínez, en un partido de la pasada Liga Challenge. / GABRIELE FRISCIA

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