VENTANAS
Carmen Conde
Siendo todavía niña, Carmen Conde le pidió a su madre una mesa para sentarse a escribir. Su primera publicación fue ‘Brocal’, un libro de poemas en prosa, poco después de cumplidos los veinte años.
Pero no cesó de escribir otros géneros, además de poesía: novela, ensayo, literatura infantil. Carmen Conde entró con esa primera publicación a formar parte de la generación femenina del 27, junto a las escritoras Concha Méndez, Ernestina de Champourcin y Josefina de la Torre, generación a la que María Zambrano llamó ‘del toro’, o del sacrificio, por la Guerra Civil que les despedazó vidas, proyectos y tiempo.
La primera hija de Carmen Conde nació muerta, y ese dolor la acompañó toda su vida, además de romper su matrimonio con otro poeta coetáneo, Antonio Oliver Belmás.
La obra maestra, y por la que universalmente se la conoce es ‘Mujer sin Edén’, que la lanzó a una primera línea de la poesía. En su discurso de ingreso en la Real Academia Española, 1979, dijo que buscaba, no la inmortalidad, sino la eternidad.
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