EL ZAGUÁN

Clara Chacón

Clara Chacón

Clara Chacón / CÓRDOBA

Alejandro López Andrada

Alejandro López Andrada

Reconstruir la feminidad a través de las cicatrices de la luna es una metáfora de una belleza limpia. Así crea y edifica en un poemario magistral Clara Chacón la relación hermosa, íntima y ebria de carnalidad, de una mujer con «un árbol en los ovarios» y el corazón inundado de avenidas por las que el amor, la ternura y el olvido deambulan buscando salida. Es tumultuosa y, a la vez, sutil y agridulce la poesía que esconde en sus ángulos, en todas sus esquinas, ‘Cicatrices en fase lunar’, de una poeta de bulliciosa y tierna madurez que escribe con la inmensidad de un horizonte que da a la luz después de la tormenta.

Clara es hija de Inma Chacón, escritora inmensa, y sobrina de Dulce, autora de ‘La voz dormida’, y de ellas ha heredado la capacidad de ofrecernos un discurso poético admirable: «Cuando comencé a caminar, no estabas en mis pies». Y en ese camino lírico, esencial, Clara va dibujando un universo íntimo de caricias de musgo y adioses turbulentos. Pocos libros como este dibujan las fases del amor con tanta emoción y tantísima ternura: «Amor, estoy herida y tú me estás dejando». El lector agradece el resplandor de este poemario donde Clara Chacón usa el amor como una pócima que lleva a la luz despojándonos del miedo.