Vecinos, comerciantes y hosteleros difieren sobre las peatonalizaciones

Córdoba cuenta en su haber con varios proyectos de peatonalización que cambiaron la manera de entender y vivir la ciudad. Los más destacados, y casi los únicos, son los ejecutados en el centro comercial y en el casco histórico. Casi todos los alrededores de las Tendillasson peatonales y reseñable es el eje que conecta la plaza con la Mezquita-Catedral. También pasaban antes coches por el Puente Romano y por la Ribera (por parte de esta última lo siguen haciendo, aunque en menor medida). Uno de los proyectos de peatonalización que levantó mayores reticencias fue el de Cruz Conde, ahora un verdadero caso de éxito, y tampoco se quedó atrás la calle Capitulares. Y ahora, ¿son necesarias más peatonalizaciones? Este periódico ha contacto con tres agentes clave en este sentido: comercio, hostelería y vecinos. Las opiniones son diversas.

Movimiento Ciudadano

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia, diferencia entre peatonalizar calles del centro de la ciudad y hacerlo en el resto de barrios. Sobre las primeras recuerda que en espacios comerciales como el del centro vive poca gente y «la esencia es el interés comercial». Sin embargo, en los barrios de toda la vida, para De Gracia, la peatonalización «no tiene valor por sí sola».

«No estamos de acuerdo con los planteamientos de peatonalizar esta calle o aquella sin más», incide el presidente del CMC, que cree que cerrar al tráfico ciertas calles «no beneficia por sí mismo». El Movimiento Ciudadano cree que lo que hay que hacer si se quiere mejorar un entorno es cambiarlo «urbanísticamente y humanamente» y, si dentro de esos cambios se puede incluir la peatonalización, pues se hace.

Los espacios recuperados por los cordobeses

De Gracia tiene claro que esos proyectos de peatonalización sin más pueden traer problemas porque «los primeros que ocupan el espacio son los veladores». Asegura que ocurre en Barcelona, donde los vecinos no han tomado sus calles peatonales porque siguen sin ser cómodas al existir mucho elemento de hostelería. «Podemos mejorar la calidad de vida de muchas zonas peatonalizando y quitando coches, claro, porque quitas ruido o humo y mejoras la calidad de vida en general. Pero si metemos veladores hasta las tres de la mañana, hemos cambiado una contaminación por otra», entiende De Gracia. Por eso, ante la pregunta de si hay peatonalizaciones pendientes, el presidente del CMC dice que se pueden mejorar muchas zonas, como Ciudad Jardín o la Viñuela, pero no haciendo calles peatonales sin más.

Hostelería

El presidente de Hostecor, Sergio Rodríguez, reconoce que «todo lo que sea peatonalizar, a los compañeros les va a permitir poner o más veladores, o los que tienen, pero será más fácil disfrutarlos». La comodidad que da estar en una calle peatonal para un comercio de hostelería es evidente, también para el cliente que si va con niños, por ejemplo, puede estar más tranquilo.

«En Córdoba, la única turistificación se da en los patios y eso es un problema»

Rodríguez deja claro, eso sí, que desde la hostelería se busca «la convivencia pacífica» y cree que «peatonalizar no quiere decir que se llene de veladores» y que es el ciudadano «el que tiene que disfrutar de eso». «Hay que buscar un equilibrio. Yo también soy vecino y no tengo que ir por la calle esquivando veladores u otros elementos», añade el presidente de Hostecor.

Comercio

Comercio Córdoba sí tiene en mente varios proyectos de peatonalización que beneficiarían al sector. Su presidente, Rafael Bados, cree que lo primero que habría que hacer sería consolidar la peatonalización de la Viñuela, la cual el Ayuntamiento cerró al tráfico sin aplicar más obras. Comercio Córdoba propone plataforma única, como la que puede verse en Cruz Conde o Capitulares, siempre pensando en un plan de aparcamientos, clave a la hora de acometer este tipo de proyectos.

Bados también habla de recuperar actuaciones como la planteada hace unos años para Ciudad Jardín, especialmente en Antonio Maura con República Argentina algo que, entiende, «revitalizaría la situación complicada de la zona». Además, desde Comercio Córdoba no se desecha una petición que se hizo hace varios años y que todavía no se ha puesto encima de la mesa, la semipeatonalización de Claudio Marcelo. Según Bados, esta actuación cerraría todo el eje peatonal en el entorno de las Tendillas y daría vida a una calle cada vez más turística. A esas tareas pendientes, Comercio Córdoba suma actuar en el tramo que hay entre la Puerta del Puente y la Cruz del Rastro, restringido ya a pocos vehículos, pero que sigue manteniendo la diferenciación entre calzada y acera. A modo de resumen, Bados afirma que las peatonalizaciones «benefician no solo al comercio, sino al conjunto de la ciudadanía porque son espacios que se ganan para el peatón».

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El PP, que gobierna con mayoría absoluta el Ayuntamiento de Córdoba, llevaba algún que otro guiño a las peatonalizaciones en su programa electoral. En La pregunta electoral, una sección de este periódico, los populares afirmaban que «apostamos por una ciudad más cómoda para todos y el impulso de las zonas peatonales forma parte de este concepto». Nombraban proyectos como la conexión de Capitulares y Orive, algo que no puede considerarse una peatonalización si se tiene en mente ésta como el corte de una vía al tráfico para cederla por completo al ciudadano. 

También en campaña, el alcalde, José María Bellido, descartó ampliar las zonas de bajas emisiones e indicó que tampoco tiene previsto ampliar las zonas peatonales, a excepción de casos puntuales y siempre que se haga en consenso con los vecinos en zonas como Ciudad Jardín o Miraflores.

Lo cierto es que en el anterior mandato no se llevó a cabo ningún proyecto de calado de este tipo, más allá del corte al tráfico de la avenida de la Viñuela, que está pendiente de un arreglo integral.

En el anterior mandato se aprobó también la ordenanza de movilidad, que habla de convertir «las calles de la ciudad en espacios amables y de convivencia». La ordenanza tiene un párrafo clave donde se afirma que «se ha considerado que la regulación de la movilidad en la ciudad de Córdoba debe tener un contenido eminentemente urbano y pensando en las personas y en una movilidad sostenible que mejore la circulación de vehículos y las personas que transitan por las vías».

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