movilidad

Los espacios recuperados por los cordobeses

Casi todos los proyectos de peatonalización han sido objeto de debates y reticencias

Cruz Conde o la Ribera son algunos de los ejemplos de cómo restringir el tráfico cambia por completo la fisonomía de una calle

Antes y después de la calle Cruz Conde.

Antes y después de la calle Cruz Conde. / CÓRDOBA

Noelia Santos

Noelia Santos

Quitar los coches de en medio y dar el espacio resultante al peatón, es decir, peatonalizar, es algo que en Córdoba ha dado buenos resultados. La mayor parte del centro y del casco histórico es zona restringida para el tráfico rodado, pero siguen accediendo vecinos y transporte público. Dentro de estos barrios hay algunos espacios recuperados que dan buen ejemplo del éxito de la peatonalización bien entendida. Uno de los primeros que se viene a la cabeza es el de Cruz Conde, cortada al tráfico desde 2011 (excepto en su último tramo que conecta San Álvaro con las Tendillas). La intensa remodelación consiguió el premio Jean Paul L’Allier, que otorga la Organización de las Ciudades Patrimonio. El proyecto no estuvo exento de críticas, pero finalmente salió adelante y uno de los grandes sectores beneficiados fue el comercio.

De ello da buena cuenta Javier Muñoz, que regenta la tienda de moda LUI, a punto de cumplir medio siglo de vida. Es de los pocos negocios, junto a la zapatería Salvador y Doña Sol, que puede decir que estuvo en Cruz Conde antes de ser peatonal y que se mantiene abierto tras la reforma.

La zona de la Puerta del Puente Romano antes y después de la peatonalización.

La zona de la Puerta del Puente Romano antes y después de la peatonalización. / CÓRDOBA

Muñoz fue, además, uno de los promotores del proyecto de rehabilitación de la calle cuando estaba al mando de la asociación Centro Córdoba. Sí recuerda que hubo ciertos fallos al principio porque no se puso empeño en la necesidad de aparcamiento en los alrededores, algo que se fue solucionando paulatinamente con estacionamientos como los de La Victoria, la calle Sevilla o el Vial. Pero las ventas subieron y la comodidad era mucho mayor. «Ahora, prácticamente, no hay un local vacío en Cruz Conde y si no fuera porque los locales son pequeños, las principales firmas de moda estarían aquí», asegura Muñoz.

Cruz Conde forma parte de un eje peatonal que rodea a la plaza de las Tendillas (que nadie olvide que por aquí pasaban coches y que la fuente era una rotonda) y que se extiende hasta Gondomar y, después, desde Jesús y María hasta la Mezquita-Catedral. Es decir, es la vía de conexión natural que une el centro moderno y comercial con el centro histórico y patrimonial.

La peatonalización de Capitulares ha sido la última en llevarse a cabo.

La peatonalización de Capitulares ha sido la última en llevarse a cabo. / CÓRDOBA

También levantó ampollas en su momento la reforma del Puente Romano y la recuperación del entorno de la Puerta del Puente, espacios que daban cabida a los vehículos en el pasado. Por la Ribera sigue pasando el transporte público, aunque es una avenida netamente peatonal que está pendiente aún de eliminar esa calzada que se mantiene entre la Cruz del Rastro y la Puerta del Puente.

Y en los ejemplos de peatonalización no se puede dejar atrás Capitulares, cerrada al tráfico en 2017. El debate en esta vía se centró en si debía ser peatonal o semipeatonal y permitir el paso de taxis y residentes. Finalmente, se decidió lo primero y ahora es raro imaginarse un coche pasando frente al Ayuntamiento.

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