El nuevo Córdoba CF mantiene el rumbo, aunque a ritmo comedido. Tras unos primeros compases de ventana de fichajes estival traducidos principalmente en despedidas y especulaciones sobre la nueva identidad a cargo del banquillo, junto a las confirmadas incorporaciones cerradas pero aún no desveladas, la radiografía blanquiverde acomete estas fechas clave antes del 30 de junio -fin de contrato para la mayor parte del bloque- con un diagnóstico claro: la base será misma que la de la pasada campaña, aunque los necesarios ajustes llegarán en oleada. En este sentido, solo nueve futbolistas continuarán con vinculación en vigor para el curso 2023-2024 en Primera Federación, mientras que opciones como las de Alberto Jiménez y Javi Flores se mantienen todavía a estudio, a la par que la juventud de Christian Delgado y Lluís Tarrés dará el salto desde el filial.
Todo ello para ofrecer un esquema momentáneo que actualmente dispone de 11 piezas parcialmente aseguradas -podrían producirse desvinculaciones-, desde las que el nuevo y ambicioso proyecto aspira a empezar a construirse.
La portería: seguridad
Bajo los palos, la continuidad de un Carlos Marín con contrato en vigor ofrecerá garantías para la nueva etapa, pese a haber despertado el interés de otros clubs y poder contar con ofertas a lo largo del verano. Formalizó su renovación hasta el término del próximo curso durante el pasado año, por lo que junto al joven Lluís Tarrés, a la espera de dirimir su condición de segundo o tercer portero -en este último caso, se liberaría una ficha sénior adicional en el plantel-, formará la revitalizada propuesta en el arco blanquiverde tras las marchas de Pablo Picón y Felipe Ramos, que finalizan su etapa en El Arcángel tras una temporada con reducido peso en los esquemas del equipo.
La defensa: reformas intensas
La remodelación en defensa será mucho más profunda y necesaria. La única pieza que se mantiene por el momento es la del lateral zurdo José Calderón, que renovó una campaña más de forma automática por encuentros disputados, hasta 2024. En lo demás, Alberto Jiménez se destapa como la única figura en la lista de jugadores que finalizan contrato y que actualmente cuenta con una oferta de continuidad sobre su mesa, mientras que el caso Dragisa Gudelj sigue presentando toda una incógnita. La particularidad de la situación del defensor serbio-neerlandés ofrece un escenario intrincado para la dirección y la planificación deportiva, dada su lesión cardíaca, aunque su retorno a los terrenos de juego no queda descartado tras el paso por el quirófano -el pasado mes de abril, con la instalación de un desfibrilador automático- y la puesta en marcha personal que el “8” blanquiverde realiza durante las últimas fechas.
En otra línea, sí se han hilado las despedidas de José Ruiz, Ekaitz Jiménez y Carlos Puga en los carriles, junto a José Alonso en el eje, al igual que el joven central Jorge Moreno también ha cerrado su periplo de cesión como cordobesista y el próximo curso regresará a las filas del Rayo Vallecano.
El mediocampo: las piezas y el modelo
La reformulada medular cordobesista se erigirá sobre la figura de Youssouf Diarra, con contrato hasta 2024, una de las piezas destacadas de la plantilla durante la anterior campaña en Primera RFEF y piedra angular de la propuesta en el mediocampo del club de El Arcángel para la que se avecina. El retorno de Ramón Bueno tras cesión al Fuenlabrada, además, sumará otra alternativa a la ecuación -pendiente de seguir o desvincularse-, junto a la llegada de Christian Delgado, mientras que la continuidad o no de Javi Flores se mantiene a estudio en la comisión deportiva organizada por Antonio Fernández Monterrubio, Juan Gutiérrez “Juanito” y Raúl Cámara, cuya decisión final delegará en el técnico a cargo del banquillo una vez sea formalizado.
En el terreno de la mediapunta, por otra parte, el escenario con Kike Márquez se presenta distinto, tras una campaña irregular y marcada por la crispación en la grada -fundamentalmente durante la recta final-, aunque con dos temporadas de contrato restantes. Su nombre, eso sí, se encuentra en la lista de “transferibles” en el caso de que una oferta importante llegue hasta las oficinas blanquiverdes para hacerse con sus servicios, por lo que su continuidad tampoco parece asegurada, o al menos por el momento.
Del mismo modo, otras vinculaciones que sí han quedado resueltas con el cumplimiento de su contrato han sido las de Miguel de las Cuevas y Antonio Caballero -que finalmente no seguirá-, las dos marchas en la parcela del mediocampo, con especial importancia en la del alicantino, tras media década defiendo la casaca cordobesa. Se une a ellos el fin de la cesión de Armando Shashoua, que tampoco llegó a encontrar su sitio en el área de creación ribereña tras media temporada altamente discreta. El hispano británico regresará al Ibiza.
La delantera: zona de ajustes
La zona de ataque del Córdoba CF será la única que previsiblemente mantenga el esqueleto notablemente más intacto, con las continuidades de Antonio Casas y Christian Carracedo, hasta 2025, y de Simo Bouzaidi, hasta 2024. El ariete rambleño y los dos bandas catalanes, de esta forma, harán de estandartes en la renovada oferta para el gol blanquiverde en lo venidero, a los que se suma la situación del extremo Alberto Castaño “Canario”, también con contrato hasta 2024, aunque con la puerta abierta para abandonar la entidad -ya le ha sido comunicado- tras no entrar en los planes de la planificación deportiva para el nuevo curso, dada su escasa aportación desde su fichaje.
Por otra parte, el capítulo de despedidas en ataque queda protagonizado por Willy Ledesma, que pone rumbo al recién descendido Lugo, después de decir adiós a un período de hasta cuatro temporadas como blanquiverde. El ariete de Torremejía, uno de los capitanes del equipo y pichichi con 11 dianas, reforzará a un potencial rival de la categoría en lo venidero, mientras que Marco Camus (Racing de Santander) y Juan Villar -éste también ya desvinculado del Huesca-, finalizaron sus periplos en calidad de cedidos y no continuarán como cordobesistas.