El Córdoba CF salva un punto insuficiente ante el Deportivo

El Córdoba CF no pasó del empate ante el Deportivo de La Coruña en El Arcángel (1-1) tras adelantarse el conjunto visitante por medio de Alberto Quiles (minuto 26) e igualar el conjunto blanquiverde por medio de Miguel de las Cuevas (minuto 59), por lo que el equipo cordobesista ve alejarse aún más la última plaza de play off de ascenso a Segunda División, la quinta, que ocupa ahora el Linares Deportivo con seis puntos más (siete, en realidad) que el Córdoba CF cuando a los de Mosquera les quedan por jugar 15 puntos. Después de su tercer encuentro, el técnico gallego sigue sin conocer la victoria y ha sumado dos puntos sobre nueve en disputa.

Mala primera parte

Con las cruces en todo su esplendor, con los Patios que llegan y con la Feria ya cercana, El Arcángel se convirtió en un recinto típico cordobés. Aún más, si cabe. El centro del postureo, de la apariencia. El Córdoba CF intentaba hacer como que atacaba, pero no. Y también el Deportivo llegaba como un equipo candidato al ascenso, pero tampoco fue para tanto. El problema para el blanquiverde es que un conjunto que esté mínimamente bien armado le hace daño.

Pero hay que volver al postureo. Parecía que El Arcángel se iba a engalanar como lo hacía para las mejores ocasiones. Que a pesar de todo, el encuentro iba a dejar ese sabor de los momentos inolvidables, más allá del resultado. Que la gente acudiría a apoyar al Córdoba CF pese al infame 2023 que se había marcado. Pero no. También ahí lo parecía. El club se movió durante toda la semana y hasta le dio a uno ocasión de saludar a más de un trabajador invitado por los jugadores o clases de primaria enteras que, pasara lo que pasara sobre el verde, iban a convertir ese día en algo inolvidable. Por lo tanto, la asistencia había que dejarla también en cuarentena, al igual que este Córdoba CF que parecía empujar, sólo lo parecía.

Le sentó bien la entrada de Javi Flores, aunque fuera obligada y hay que reconocer que este Córdoba CF ha mejorado en el balón parado ofensivo, más allá de que en el primer acto no pasara nada reseñable en ese aspecto, aunque sí se notaba el trabajo de Mosquera. También se volvió a comprobar que este Córdoba CF es de derechas, aunque por más que insistió por ahí, nada de valor obtuvo por ahí. Un centro de Carracedo con disparo desviado de Willy Ledesma (min. 8) y un centro envenenado de Javi Flores (min. 39) fue lo más destacado del conjunto cordobesista si eliminamos el ruido de fondo de El Arcángel. Por cierto, varios centros por la derecha sin encontrar destinatario fueron lo más peligroso que hizo el conjunto cordobesista como «juego de ataque» en la primera mitad.

Un Dépor mejor armado

Por contra, el Dépor se mostró como un rival mejor armado que el equipo de Mosquera. Primero, porque defensivamente fue más serio. Y segundo, porque al menos en el primer acto, tanto Soriano como Kuki Zalazar ocuparon los espacios interiores en línea de tres cuartos y nadie osó toserles. ¿Perdían un balón? No pasaba nada, volvían a intentarlo minutos después, ante la permisividad del mediocampo y la defensa locales. Ese trabajo entre líneas nunca lo resolvió el conjunto blanquiverde, por lo que nadie supo a quién pertenecía.

El Deportivo avisaba con más seriedad, como en un centro de Carnero al segundo palo que cabeceó Quiles (min. 10) y que Carlos Marín mandó a córner con la yema de los dedos.

El conjunto gallego tocaba bien el balón en líneas generales (gran jugada en el minuto 23 sin culminar en ocasión), pero el Córdoba CF lograba robar de vez en cuando y parecerse, sólo parecerse ligeramente, al de octubre. Pero los contragolpes de este Córdoba CF, al menos contra el Dépor en la primera mitad, se hacían en inferioridad: cuatro de blanco y verde por seis de blanco y azul.

En el 26 llegó el gol de Alberto Quiles tras un gran pase de Soriano. El cabezazo del exblanquiverde fue impecable y confirmaba que el Deportivo se mostraba con más empaque que le Córdoba CF. Kuki Zalazar y Soriano aportaban a su equipo frescura, originalidad, gambeteo, ideas… En definitiva, fútbol. En el Córdoba CF, los teóricos encargados de todo ello, Javi Flores y Kike Márquez, principalmente, no aparecían. O al menos no con el acierto y la continuidad que necesitaba el conjunto blanquiverde.

Antes del descanso, Kuki Zalazar volvió a dar un susto (min. 41) con un golpe franco directo, casi sin ángulo, que por poco sorprendía a la defensa blanquiverde y Fernández Vidal señaló el camino de las duchas tras un primer tiempo en el que el Córdoba CF quiso, pero una vez más no pudo. Y el Deportivo no necesitó de una gran puesta en escena para ponerse por delante en el marcador.

A falta de fútbol, garra

Visto que las apariencias no le llevaban a ningún lado y que el fútbol hace mucho tiempo que no aparece por El Arcángel, el conjunto blanquiverde tiró en la segunda parte de redaños, de empuje, de intentar mostrar garra, al menos. Se ganó en realidad con respecto a la primera parte, más de cartón-piedra. Y en la primera mitad de ese segundo acto le dio resultado. Tanto insistir por la derecha, lo bueno le llegó desde la izquierda al Córdoba CF. Una falta sobre Ekaitz Jiménez fue botada por Javi Flores y De las Cuevas empujó a la red el balón «con el alma», como hace años hiciera Acciari en aquél inicio de salvación en Albacete.

El Córdoba CF metió el partido en una fase de tensión. Si la victoria debía ser visitante, que no fuera plácida. En una buena jugada del Dépor, Ekaitz Jiménez elevó el pie más de la cuenta e impactó en la cara de Alberto Quiles. El delantero deportivista tuvo que ser retirado del terreno de juego sangrando, con visibles gestos de enfado y dolor. En la continuación, otra buena jugada gallega terminó con Soriano en el área cuando sólo tenía que empujar a la red, pero Fernández Vidal estimó que la entrada de Antonio Caballero, en el área pequeña, fue reglamentaria.

Emoción al final

Pero al menos hay que reconocerles al Córdoba CF y al Deportivo la emoción de los últimos minutos del encuentro. No por el fútbol desplegado, lógicamente, sino por la tensión que se vivió. Tuvo una clara el conjunto gallego en el minuto 83 para llevarse los tres puntos de forma definitiva, pero Carlos Marín atajó bien el disparo de Olabe, demasiado cómodo para el arquero cordobesista. Y el Córdoba CF reclamó un penalti sobre Simo que no lo pareció ni siquiera en la tercera repetición televisiva. Sin ir más lejos, el de Caballero sobre Soriano pareció mucho más claro. Cosas del fútbol. Cosas de El Arcángel.

En cualquier caso, el encuentro se cerraba con el segundo punto de la era Mosquera en el Córdoba CF, sobre nueve disputados, sin conocer aún el técnico gallego el triunfo como blanquiverde después de tres jornadas disputadas y con el descontento de la grada de animación, ya que el empate deja al Córdoba CF a seis puntos de la quinta plaza de la clasificación cuando debe disputar 15. Y eso no es postureo, sino los números fríos y claros. La realidad del Córdoba CF por más que se intente disimular.

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