Tres enfermedades que se combaten con aceite de orégano (y cómo prepararlo)

Se trata de un derivado del orégano muy beneficioso para la salud

Tres enfermedades que se combaten con aceite de orégano (y cómo preparalo)

Tres enfermedades que se combaten con aceite de orégano (y cómo preparalo)

Sin duda, el orégano es una de las especias más populares en la cocina mediterránea por su importancia en la gastronomía como condimento para platos como la pizza o la pasta. Pero este no es el único uso que tiene esta planta: además de ayudar a combatir diversas enfermedades cuando se infusiona y más allá de su valor como ingrediente, hay otra forma de incorporarlo que también puede ser muy beneficiosa para la salud: el aceite de orégano, un producto que se obtiene destilando las flores y la planta del orégano

Tal y como indica la Fundación Española de Nutrición (FEN) el aceite de orégano es un derivado muy rico en compuestos fenólicos como el carvacrol o el timol que le hacen tener unas interesantes propiedades antimicrobianas y antifúngicas. En este sentido, la profesora e investigadora del departamennto de Farmacia, Biotecnología y Nutrición de la Universidad Europea de Madrid, Mar Larrosa explicaba al portal especializado Cuídate Plus que que "entre las sustancias activas presentes en los aceites esenciales del orégano se encuentran los compuestos fenólicos timol y carvacrol con actividad antimicrobiana".

Los beneficios para la salud del uso de aceite de orégano se pueden dividir así en tres campos fundamentales: por un lado las propiedades antimicrobianas gracias al carvacrol y el timol presentes en el orégano y que pueden ayudar a combatir aceites y hongos; el potencial antioxidante que se ha planteado en investigaciones y que podría ayudar a reparar el daaño celular causado por los radicales libres; o la ayuda para combatir infecciones virales.

Infecciones bacterianas

Debido a las propiedades antimicrobianas del aceite de orégano, puede ser útil en el tratamiento de infecciones bacterianas. Los componentes como el carvacrol y el timol presentes en el aceite tienen actividad antibacteriana, lo que podría ayudar a combatir bacterias como el Staphylococcus aureus y el Bacillus cereus.

Infecciones virales

Además de su acción contra las bacterias, el aceite de orégano también puede ofrecer protección contra ciertas infecciones virales. El carvacrol presente en el orégano ha mostrado actividad antiviral en estudios, lo que sugiere que podría ayudar en la lucha contra virus como el norovirus.

Enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo

El potencial antioxidante del aceite de orégano puede contribuir a la prevención de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. Los estudios sugieren que el extracto etanólico del orégano tiene actividad antioxidante, lo que podría ayudar a prevenir el daño celular causado por los radicales libres y reducir el riesgo de enfermedades asociadas con el envejecimiento y la oxidación celular.

Así se prepara el aceite de orégano

Para preparar aceite d eorégano en casa fácilmente tan solo necesitamos media taza de hojas de orégano fresco, media taza de aceite de oliva, de semillas de uva o de almendras y un recipiente donde verter el contenido.

En primer lugar tenemos que lavar y secar las hojas de orégano para machacarlas en un mortero hasta que estén bien molidas. Después, se colocan en el recipiente de vídrio que hayamos preparado al efecto y verteremos el aceite asegurándonos de que esta quede completamente cubierta.

Una vez hecho esto, solo tenemos que colocar el recipiente al baño maría durante diez minutos para que el aceite absorva bien los componentes del orégano. Después hay que dejarlo reposar durante dos semanas en un lugar fresco y seco. Terminado este proceso, solo queda colar el orégano y utilizar el aceite para lo que consideremos.