'Guía ODS' para las universidades

Integrar la denominada Agenda 2030 de Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Universidad, contribuyendo así a su cumplimiento. Este es el objetivo de un plan que la Universidad Loyola Andalucía -con campus en Córdoba, Sevilla y Granada- puso en marcha hace más de un año, y cuya primera fase acaba de concluir con un mapeo o diagnóstico del grado de alineación de estos ODS con las actividades y el nivel conocimiento de los mismos entre los distintos departamentos, facultades, enseñanzas y servicios de esta universidad.

Así lo explica la profesora Ana Hernández Román, responsable del Grupo de Trabajo de integración de la Agenda 2030 en esta universidad, que se constituyó el pasado junio, quien indica que para este diagnóstico se ha realizado una encuesta a todo el personal, con el fin de contar con un primer análisis de las actividades que desarrolla esta universidad y que pueden relacionarse directamente con cada uno de los ODS.

«Tras este diagnóstico hemos comprobado múltiples conexiones existentes tanto en el ámbito de la formación e investigación, como en el de la gestión; si bien es verdad que falta formación en el seno de la Universidad para conocer las relaciones que pueden establecerse entre las distintas actividades y los ODS», afirma esta profesora, integrante del Departamento de Economía de la Loyola Andalucía.

En concreto, y entre los ODS más directamente relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, como pueden ser los objetivos de Agua limpia y saneamiento (objetivo 6), Energía asequible y no contaminante (7), Ciudades y comunidades sostenibles (11), Producción y consumos responsables (12), Acción por el clima (13) o Vida de ecosistemas terrestres (objetivo 15), se han detectado diversas actividades en este mapeo inicial.

Entre ellas, y en el ámbito de las enseñanzas, son varias las asignaturas, seminarios e iniciativas formativas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A manera de ejemplo, la creación y planificación de campañas de comunicación con valores sociales centrados en el fomento del transporte público y sostenible, que se han desarrollado desde el Grado de Comunicación; o proyectos del alumnado sobre preservación del patrimonio natural y cultural. Entre los estudios de posgrado que oferta la universidad, se puede citar el Doctorado en Desarrollo Inclusivo y Sostenible.

Ya en materia de investigación, varias tesis y trabajos fin de Máster vienen versando sobre materias como las energías renovables, la sostenibilidad urbana e inclusión social en los barrios desfavorecidos de Andalucía, o sobre la priorización de estrategias de desarrollo rural en áreas protegidas, por citar también algunos ejemplos. Y entre los grupos de investigación se puede mencionar el grupo de Estudios de Desarrollo, una de cuyas líneas de investigación es sobre sostenibilidad y desarrollo rural; o el grupo Optimization and Control of Distributed Systems, que lleva a cabo actualmente dos líneas de investigación aplicada: el uso de flotas de vehículos y drones acuáticos autónomos para la ejecución de diferentes misiones en ríos, y el desarrollo de la digitalización de la agricultura, la llamada Agricultura Inteligente.

Por último, en el ámbito de la gestión, lo más destacable es el hecho de que el campus de Dos Hermanas ha sido reconocido con el certificado LEED Platino (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), «gracias a su fuerte apuesta por la sostenibilidad, siendo el primer campus en conseguir tan alta certificación a nivel mundial», apunta Hernández.

Sin embargo, el plan de la Universidad Loyola no quiere quedarse de puertas adentro, pues esta universidad va a elaborar una estrategia que pueda servir de guía para aplicar los ODS en todo el espacio universitario andaluz, en el conjunto de todas las universidades. Esta guía se va a realizar en el marco de un proyecto en el que las investigadoras principales son, además de esta profesora, la también docente e investigadora Gloria Martínez Cousinou, y que cuenta con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

En definitiva, una iniciativa reflejo de la contribución que pueden realizar las universidades para alcanzar los objetivos planteados por los ODS, no sólo a través de sus actividades de formación e investigación y de su propia gestión, sino también formando técnica y éticamente a profesionales comprometidos con la aplicación de la Agenda 2030.