«La corresponsabilidad constituye uno de los mayores desafíos»

Este viernes se celebra el Día Internacional de la Mujer que la Universidad de Córdoba conmemora bajo el lema ‘Construimos igualdad’. La vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Compromiso Social de la UCO, Sara Pinzi, habla del papel que juega la institución universitaria en el logro de una sociedad igualitaria.

-El Día de la Mujer nació como Día de la Mujer Trabajadora. La Universidad está formando a muchas futuras trabajadoras y empresarias que van a encontrarse una sociedad y un mercado laboral todavía desiguales. ¿Cómo se puede influir desde la Universidad para cambiar ese panorama?

-La UCO es consciente de los retos que enfrentan nuestras egresadas en un mercado laboral que aún presenta desigualdades. Con el objetivo de prepararlas no solo académicamente sino también para superar estos obstáculos, hemos implementado programas específicos que buscan potenciar sus habilidades, empoderamiento y preparación para el mundo laboral. Resaltan el Programa de Mentoring en STEM, en alianza con la Real Academia de Ingeniería, y Univergem, junto a Fundecor, que promueven la igualdad de género y facilitan prácticas empresariales. También hemos lanzado el programa UCO GEN-Lidera, enfocado en liderazgo y empleabilidad, equipando a nuestras estudiantes con habilidades esenciales para superar desafíos de género en el trabajo.

-¿Qué actividades se han programado en torno al Día de la Mujer?

-Con el lema «Construimos igualdad», lanzamos iniciativas para conmemorar los logros femeninos, celebrar el presente y mirar hacia el futuro con esperanza. Este año, las actividades incluyen la instalación de paneles informativos que destacan a mujeres referentes en cada centro, la entrega del distintivo «Buenas prácticas o trayectoria en materia de igualdad de género», apoyado por el Instituto Andaluz de la Mujer, y los premios María Zambrano que reconocen trabajos académicos con enfoque de género. En paralelo, la UCO organiza diversidad de actividades culturales y académicas que buscan fomentar el diálogo y la reflexión crítica sobre las desigualdades de género, subrayando el compromiso de la UCO con la construcción de una sociedad más igualitaria, reflejando su compromiso no solo académico sino también social con la igualdad de género.

-La igualdad no acaba (o no debería acabar) el 8 de marzo...

-La UCO mantiene su compromiso con la igualdad de género y la lucha contra el acoso sexual más allá del 8 de marzo, implementando iniciativas clave durante todo el año. La creación de la Red de Equidad, integrada por miembros de la comunidad universitaria, apunta a una sensibilización constante sobre estos temas. La revisión y actualización del protocolo de acoso y la implementación de Puntos Violeta en cada centro refuerzan las medidas de prevención y apoyo. Además, realiza actividades para promover la igualdad en la ciencia y colabora con entidades locales en eventos educativos, todo en pro de un ambiente universitario igualitario.

-Si no me equivoco, la UCO está inmersa en la redacción del 3º Plan de Igualdad. ¿Cuáles son los retos que debe asumir?

-Hace un año, la UCO inició la redacción del 3º Plan de Igualdad, un proceso abierto y participativo que busca integrar las perspectivas de nuestra comunidad interna y entidades externas. Coincidiendo con el día de la Mujer, desde el 8 de marzo, invitamos tanto a la comunidad interna como a instituciones externas a aportar contribuciones para asegurar que el plan refleje una visión compartida de igualdad. El desafío principal es fomentar una participación amplia, que todo el mundo sienta este plan como «suyo». Además, estamos enfocadas en implementar un sistema de seguimiento que permita medir el impacto de las acciones, garantizando que el plan no solo sea un conjunto de objetivos, sino un camino medible hacia una igualdad efectiva.

«La perspectiva de género está comenzando a cristalizar en avances tangibles»

-Para que la mujer haga efectivos sus derechos, el hombre tiene que ceder espacio y compartir. ¿Es la corresponsabilidad el gran reto de la igualdad?

-Sí, indudablemente. La corresponsabilidad constituye uno de los mayores desafíos en la consecución de la igualdad. En este contexto, iniciativas tales como el Plan Concilia y la incorporación de formación en corresponsabilidad para nuestro estudiantado, dentro de programas estratégicos de empleabilidad, resultan esenciales. Estas medidas tienen como objetivo que las nuevas generaciones aprendan a compartir espacios, responsabilidades y oportunidades de manera equitativa.

-A menudo hablamos de la perspectiva de género. ¿Realmente se está logrando incorporar la perspectiva de género en el mundo universitario?

-La incorporación efectiva de la perspectiva de género es un proceso en marcha que, gracias a un sólido marco legislativo, está comenzando a cristalizar en avances tangibles más allá de las buenas intenciones. Por ejemplo, con la Ley de la Ciencia, que establece la necesidad de incluir la perspectiva de género en todos los proyectos de I+D+i, y la atención especial que se le da en programas como Horizon Europe, donde la integración de la perspectiva de género es parte del criterio de excelencia en la fase de concesión, estamos viendo un cambio significativo. Este cambio legislativo se alinea con S4Andalucía 2021-2027, específicamente en su eje T7 que busca la igualdad de género y la reducción de desigualdades. La perspectiva de género ya no es una opción, sino un estándar que debe estar incorporado tanto en las oportunidades de carrera y la toma de decisiones en el ámbito universitario como en el contenido científico de la investigación misma.

-Cuando se incorporó al equipo rectoral quería llevar la perspectiva de género y la igualdad a áreas en las que todavía es difícil entrar. Hablo de las carreras masculinizadas, de la investigación... La cosa no ha cambiado mucho, para qué engañarnos. ¿Cómo se puede cambiar esta realidad?

-Para abordar la desigualdad de género en disciplinas STEM, es vital desmontar estereotipos desde la educación en edades tempranas y trabajar en conjunto para construir entornos inclusivos. Como ingeniera y docente del área de máquinas y motores térmicos he visto de primera mano cómo estos entornos pueden ser poco inclusivos y carecer de un propósito social percibido que podría atraer a más mujeres. La conciliación de la vida personal y profesional también sigue siendo un obstáculo significativo. La brecha de género persiste, con matrículas femeninas en las áreas de ingeniería y arquitectura que no reflejan un avance real en los últimos 10 años. Con la importancia creciente de STEM para el futuro laboral, es imprescindible promover la participación femenina en estos ámbitos y asegurar su presencia en puestos de liderazgo, mediante políticas que impulsen la diversidad y modelos a seguir que inspiren a las mujeres a entrar en estos campos.