Opinión | CARTA ILUSTRADA

44.525 dólares

Rosalía, en una imagen promocional de 'Motomami'.

Rosalía, en una imagen promocional de 'Motomami'.

Hace unos días hemos conocido el resultado de la subasta on line que Coca-Cola Movement y la artista Rosalía han realizado con motivo del lanzamiento de su último single, LLYLM.

En esta subasta, han salido a la puja internacional objetos y vestuario firmados por Rosalía y que la cantante utilizó en la grabación del citado single que, a día de hoy, cuenta con casi noventa millones de reproducciones en Spotify.

Lo cierto es que no es ninguna sorpresa el hecho innegable de que cada vez que Rosalía estrena nuevo tema, las plataformas se incendian y el público de medio mundo se rinde ante cada uno de sus estribillos. Sin embargo, lo que sí constituyó una auténtica sorpresa fue la decisión personal de la cantante, en su acuerdo con la primera empresa mundial fabricante de refrescos, por la que destinaba los fondos recaudados por la subasta a la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores.

Imaginemos la sorpresa de los altos ejecutivos de la central mundial de marketing de Coca Cola, en Atlanta, cuando nuestra Fundación, semidesconocida para ellos, resultó la preferida de Rosalía frente a la gran cantidad de grandes organizaciones y ONG de renombre mundial.

Más allá del éxito que suponen los 44.525 dólares alcanzados como montante económico final de la subasta, nos sentimos especialmente orgullosos de que nuestra Fundación haya sido su beneficiaria porque, en esencia, queremos pensar que el haber sido escogidos tiene mucho que ver con las más de dos décadas de trabajo en favor de la creación artística y la difusión de la cultura. En estos días, próximos ya a la clausura de la XXI Promoción de Residentes de la Fundación Antonio Gala, entendemos el gesto de Coca Cola Movement y Rosalía como una forma de respaldar los objetivos que nos han servido para guiar y acompañar las carreras artísticas de más de 300 escritores, artistas plásticos o músicos, muchos de los cuales han sido premiados y son reconocidos internacionalmente.

Quiero dar las gracias, de todo corazón, a Rosalía por conocer y reconocer la labor internacional de nuestra Fundación en pro de los jóvenes creadores. Gracias también a todos los que la hacéis posible: Patronos, residentes, personal, Instituciones públicas y empresas. Y, muy especialmente, gracias a Antonio Gala por su visión genial para crear en Córdoba esta Fundación, así como por su permanente generosidad para esta casa, que es de los jóvenes creadores de todo el mundo.