Opinión | EL ALEGATO

«Truco o trato»

Desde que inicié mi andadura profesional siempre tuve presentes los Diez Mandamientos de los Abogados, esos que según el gran jurista iberoamericano Couture todo abogado debe cumplir en el ejercicio de su profesión.

Tales vienen a resumirse en las siguientes recomendaciones: estudia, piensa, trabaja, lucha, sé leal, tolera, ten paciencia, ten fe, olvida y ama tu profesión.

Es el décimo compendio de los nueve precedentes y viene a decir que estés tan orgulloso de tu profesión que cuando tu hijo te pida consejo sobre su futuro consideres un honor proponerle que se haga abogado.

¡Un jamón para Couture, aún con el mayor dolor con que pueda realizarse esa afirmación!.

¿Cómo voy a aconsejar a mi hijo que se dedique a ejercer una profesión en la que jamás terminas de estudiar. Que pese al esfuerzo intelectual que requiere redactar una demanda o contestarla, el cliente, con total desprecio a tu dedicación, llama a tu trabajo de encaje de bolillos «un papelito por el que Ud. me quiere cobrar, cuando lo puedo sacar por Google y solo necesito que Ud. me lo firme»?

¿Quién querría para sus hijos un trabajo en el que poniéndose en huelga cualquiera de los operadores jurídicos, el culpable para el cliente eres tú, su abogado, el que no puede reivindicar nada dejando de trabajar porque le vencen los plazos y si huelga no come; el que no sabe defender sus intereses plantándose en mitad del Juzgado y pidiendo la ejecución del que se tercie porque no se ha señalado su juicio o porque lleva meses esperando su sentencia?.

Lo último en barbaridades, desde la pandemia hasta las huelgas de jueces, LAJs y funcionarios (llamados por algunos «los máquinas», ignoro si con segundas o terceras), es «me quiero cambiar de juez porque este es muy lento y no me gusta».

¡Sí señores, como si esto fuera el médico de cabecera, oiga!. Como no me receta o no me quiere mandar al especialista, pues me cambio a otro.

Y yo quiero que la Justicia se pare. ¡Ah no, que hace tiempo se detuvo!-.

Quiero dejar de formar parte del grupo togado de chivos expiatorios y bajar de este carrusel jurídico del terror, ese que en mi juventud me atrapó por creer que todos merecen una defensa y que me ha hecho ver con los años que muchos de aquéllos desvalidos lo que merecen es una somanta de escobazos.

No puedo apearme porque dice la Mutualidad de la Abogacía que hubiera elegido muerte.

* Abogada especialista en Derecho del Trabajo y Seguridad Social

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