El Ciudad de Lucena dimite del ‘play off’ con goleada del Ceuta B

No le salió nada, le golearon y puso fin a su quinta tentativa al ascenso consecutiva de una forma catastrófica, rebasando lo dramático y con un marcador tan sonrojante como preocupante en su propia pista, donde solo hubo un equipo y no fue de color celeste. Así acabó resumido un encuentro traducido en tragedia para el Ciudad de Lucena frente al Ceuta B en el Estadio Ciudad de Lucena durante el pulso de vuelta de su respectiva semifinal por el ascenso a Segunda RFEF (0-4), en la que los argumentos aracelitanos acabaron lapidados a ritmo de tantos visitantes, secuenciales, uno tras otro, durante un pleito en el que los de Falete se ahogaron entre la falta de ideas y la inoperancia defensiva. 

Primera mazazo

El cruce ya arrancó correoso. Tras un ligero tanteo, que apenas se prolongó durante 12 minutos, el filial ceutí abrió la cuenta de la cita por mediación de David Cobo, aprovechando una acción picaresca de Sixtux, que le robó la cartera a Nico Garnés tras una media salida, para colocar el primero a placer en tierras lucentinas. También hubo un breve espacio para una acción de Juan Andrés en ese lapso, con menor suerte que los norteafricanos después de probar con chut cruzado lejano, que se marchó por poco cerca del arco defendido por Antonio Roden antes del cuarto de hora.

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Se mantuvo la estampa con el avance del reloj. El visitante Sergio Rivera pudo ampliar distancias rebasado el ecuador. Se sacó un zapatazo tremendo el gaditano, topando con las manos de Nico Garnés en una estirada prodigiosa del jerezano para salvar los muebles, de momento. Todavía hubo tiempo para alguna tímida aproximación por ambos bandos antes del descanso, en esa línea, que llegó con la renta por la mínima para el lado ceutí, si bien con mejores sensaciones -crecientes- para la parroquia anfitriona que poco a poco iba entonándose. 

Frenesí ceutí

La segunda mitad comenzó amagando otro aire, aunque todo el plan para la remontada se desarmó rápidamente. Su verdugo fue de nuevo David Cobo, poniendo la puntilla moral al cruce con el segundo de sus tantos tras embolsar a las redes una jugada individual de Taufek por el perfil derecho, en el que se deshizo con suma facilidad de múltiples marcas. 

Y es que obligado a obrar el milagro se conjuró seguidamente el Ciudad de Lucena, encomendado a la frescura de talentos como Alberto García, Ricky Wagner o Dieguito, entrados como refresco, al igual que al orden que veteranos como Marcos Pérez o Antonio Pino trataron de insuflar -sin éxito- entre el clima de ansiedad y crispación generalizado. Casi pesca ahí Sixtux, a la hora de partido, mandando un testarazo a la madera que podría haberse convertido en el tercero de los tantos visitantes y sentencia. Llegó más tarde para el nigeriano, eso sí, que apenas un par de acciones después embolsó un centro de Taufek -superlativo- para poner el sonrojante 0-3 en el luminoso adelantándose a toda la zaga anfitriona con un chut por abajo. 

Siguió tambaleándose la formación cordobesa con la mandíbula desencajada y los ceutíes olieron sangre. Ahondó en esa hemorragia también Adil, ya encarrilado el último tramo, transformando una pena máxima señalada en el área local para hacer definitivo el póker de goles del joven combinado blanquinegro en la cancha aracelitana, en la que el bloque lucentino se despidió otro curso más -y ya van cinco seguidos- del sueño de dar el salto de categoría, y de forma ruborizante.