RELATO

La leyenda de Sleepy Hollow

Washington Irving. | CÓRDOBA

Washington Irving. | CÓRDOBA / Luis Santillán

Cuando Tim Burton descubrió a Tim Burton, yo aún desconocía el alcance de su cine, pero sí que intuía que estaba llamado a encuadrarse dentro de los grandes del género. Había conseguido con apenas media docena de filmes, que tanto adultos como niños disfrutasen con su peculiar forma de entender el séptimo arte, y por extensión la vida. Tengo que reconocer que a veces es necesario un pequeño empujón, y en mi caso no fue sino la visión de ‘Pesadilla antes de Navidad’, una película para adultos que gusta especialmente a los niños, la que me habría de aficionar al cine de Burton.

Por ello, si usted, circunstancial lector, no es un aficionado a la literatura de los siglos XVIII y XIX, una literatura que ahora en el siglo XX denominan eufemísticamente como gótica, si no es capaz de dejarse seducir con su adormecedor y ensoñador halo de romanticismo más allá de los espíritus cansinos que suelen crear, pues..., sencillamente, pase de largo por este artículo. Vea la película que dirigiera Tim Burton en 1999 (que sin duda le encantará) y olvídese de quién creó la leyenda y de cuánto le rodeaba en aquel entresijo Burtoniano.

Pero si usted, lector, aún mantiene intacta su capacidad de asombro, precisamente en unos tiempos tan carentes de originalidad en los que parece que casi todo está inventado, o cuando menos reciclado, y cree firmemente que el valle que da nombre a ‘La leyenda de Sleepy Hollow’, no sólo es posible que exista, sino que es capaz de localizarlo incluso cercano a su ciudad, deténgase en la historia del desgraciado soldado de caballería de Hesee, quien habiendo perdido su cabeza en una batalla de la Guerra de la Independencia, todas las noches se levanta de su tumba y se encamina galopando hasta el campo de batalla en un último y desesperado intento por recuperarla. Porque ‘La leyenda de Sleepy Hallow’, no es sino la historia del Jinete sin Cabeza, un relato manidao que los más viejos creen reconocer les contaban de niños. Y es la historia de Ichabod el maestro, quien, sin pretenderlo, habría de convertirse en un eslabón más de una fábula tan aparentemente pueril en su concepción, como hermosa en su tradición.

Porque la vida no es sino una desesperada búsqueda de nosotros mismos, aunque esta venga representada en forma de Jinete sin Cabeza a lomos de un caballo.

‘La leyenda de Sleepy Hollow’.

Autor: Washington Irving.

Editorial: Nórdica. Madrid, 2023.

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