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La transformación del aeropuerto de Córdoba: de los derribos de casas a la renovada terminal

Quince años han pasado desde que empezaron las demoliciones de viviendas que permitieron ampliar la pista

La remodelación del edificio de viajeros ha sido el último paso en casi dos décadas de mejoras para captar vuelos

Derribo de la primera casa de la urbanizacion Llanos del Castillo en mayo de 2009.s aeropuerto

Derribo de la primera casa de la urbanizacion Llanos del Castillo en mayo de 2009.s aeropuerto / A.J. GONZÁLEZ

Isabel Leña

Isabel Leña

El anuncio de que la aerolínea Air Nostrum ofrecerá vuelos regulares a Mallorca y Canarias desde el aeropuerto de Córdoba abre nuevas perspectivas de futuro para el mismo y brinda la oportunidad de poder sacar partido a unas instalaciones que han experimentado una gran metamorfosis en las últimas dos décadas. El fracaso de la experiencia de Flysur, aerolínea que en 2008 no llegó a durar ni dos meses con su propuesta de vuelos regulares, puso en evidencia las carencias que tenía el aeropuerto para el tránsito comercial y que no eran nuevas. De hecho, el Gobierno ya llevaba años planificando su transformación y había sacado a concurso varias obras con ese fin, entre ellas, las de la ampliación de la pista. El aeropuerto necesitaba una pista más grande si quería acoger aviones de gran capacidad y preparados para distancias largas. Para ello, el ente estatal AENA compró 188 fincas de las parcelaciones de Llanos del Castillo, la Altea y Fontanar de Quintos y pagó 45,1 millones por ellas tras un largo proceso de negociación con sus propietarios.

Hace quince años se producían las demoliciones de las 115 viviendas que había en esas fincas y se dejaba todo preparado para la llegada de Ploder Uicesa, la empresa a la que AENA había adjudicado la ampliación de la pista, que, una vez ejecutada, abriría nuevas perspectivas para la ciudad.

Obras en el aeropuerto de Córdoba en el año 2010.

Obras en el aeropuerto de Córdoba en el año 2010. / JUAN MANUEL VACAS

La pista del aeropuerto logró 670 metros más de longitud (270 por la cabecera Sur y 400 por la Norte), pasando de 1.380 a 2.050, y 15 más de anchura (sus 45 metros se convirtieron en 60). También ganaron espacio las dos calles de rodadura y la franja de seguridad, que pasaron de 1.500 por 150 metros a 2.170 por 300, y el campo de vuelo consiguió una anchura total de 300 metros.

Aquella obra, que se prolongó durante dos años, costó cerca de 80 millones pero no dio los resultados esperados, ya que siempre quedaban tareas pendientes para lograr que alguna aerolínea se volviera a fijar en Córdoba y operar con regularidad en ella.

Hace quince años los planes estatales eran ir más allá y no quedarse solo en la ampliación de la pista. Por ello, AENA sacó también a concurso la construcción de una nueva terminal, los hangares y la plataforma de aviación, pero nunca se llegaron a adjudicar y la renovación del aeropuerto se quedó solo en la ampliación de la pista, que no estuvo a pleno rendimiento desde un primer momento, ya que hasta febrero de 2018 no se pudo utilizar al completo. Además, en ese año, el aeropuerto tuvo que incorporar el sistema AFIS para poder ofrecer vuelos comerciales (antes podía pero hubo cambios normativos que lo obligaban a tener el AFIS para mantenerlos). Dos años más tarde, se sumó otra mejora, la que brindaba la posibilidad de ofrecer vuelos nocturnos.

Aeropuerto de Córdoba, con pista y terminal renovada.

Aeropuerto de Córdoba, con pista y terminal renovada. / MANUEL MURILLO

Con la idea de sacarle partido, AENA diseñó un plan de marketing, retocado recientemente, que fijaba las rutas más viables y las líneas de negocio más adecuadas. Además, ha habido distintas mesas de trabajo con administraciones y agentes económicos y sociales en las que se ha intentado buscar una salida al aeropuerto, que, eso sí, ha atraído a empresas de formación de pilotos como la finlandesa Patria o la danesa Greybird, que se han sumado a la cordobesa Corflight.

La última mejora introducida ha sido la de la carta de aproximación (la implantación del sistema de navegación por satélite), con la que cuenta el aeropuerto desde mitad del año pasado y que era una de las demandas de las aerolíneas para decantarse por ofrecer vuelos regulares en Córdoba.

A esto se suma que, pese a que nunca llegó a construirse un edificio para viajeros nuevo, el aeropuerto cuenta desde 2022 con una terminal renovada. Tras las obras realizadas, el edificio está preparado para atender vuelos comerciales de aeronaves de entre 70 y 90 pasajeros y para dar servicio a más de 100.000 pasajeros al año. Prueba de ello es el vuelo a Praga que la empresa Mapatours organizó en el puente de diciembre y que estrenó las remodeladas instalaciones, en las que aún hay previstas más intervenciones.

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