Base logística del Ejército en Córdoba: dos años clave que transformarán la defensa

El Ministerio de Defensa, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba han firmado hoy el convenio económico que hará realidad lo que hasta ahora era un proyecto en papel: la base logística del Ejército de Tierra General Javier Varela. Se concluye de este modo un arduo proceso burocrático, urbanístico y económico en el que las tres administraciones han empleado prácticamente dos años, ya que fue el 27 de enero del 2021 el día en el que Defensa eligió Córdoba entre varias candidatas para albergar la futura base.

El objetivo del Ejército de Tierra es reunificar en Córdoba 11 de los 12 centros logísticos que tiene repartidos por toda España en la actualidad. El plan pasa por que la base esté funcionando en el año 2027 y a pleno rendimiento en el 2028. 

Levantar el innovador y ambicioso proyecto militar en el que se lleva trabajando más de una década (es el llamado Plan Colce, de Concentración de Órganos Logísticos Centrales del Ejército) supondrá una inversión global de 350 millones de euros. Aunque el futuro centro agrupará las actividades de mantenimiento del material militar en una sola instalación, reduciendo los tiempos de servicio, movimiento e infraestructuras, la base no solo será una infraestructura, sino también un proyecto tecnológico, un hub logístico, con los estándares más innovadores en tecnología.

Desde el punto de vista militar, además, según el Ejército, será uno de los nodos de refuerzo y sostenimiento estratégico de la OTAN, ya que la posición de Córdoba en la Península Ibérica le permitirá enlazar con otros recursos, como las bases de Morón, Rota o Torrejón. También, por su situación estratégica, será un nodo de colaboración, tanto con otros ejércitos, el Ejército del Aire y la Armada, como con otros países, principalmente Italia, Portugal y Francia.

Cómo será la base logística

La base logística del Ejército se ubicará en el polígono industrial de La Rinconada, que ocupa cerca de 200 hectáreas totales. La base militar, en concreto, ocupará 85 hectáreas y tendrá posibilidades de ampliación. El resto de los terrenos constituirán un polígono empresarial y logístico de más de 70 parcelas de entre 3.000 y 20.000 metros cuadrados que podrán albergar tanto empresas dedicadas a la logística como cualquier actividad propia de un polígono industrial. Gran parte del trabajo que se ha hecho durante estos meses ha sido para poner a disposición del Ejército estos suelos, que son propiedad de varias familias particulares, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Córdoba. Precisamente, el Consistorio trata de culminar este proceso urbanístico sin el cual no podrá empezar la obra en sí: el cerramiento perimetral de la base y el movimiento de tierras.

Cuando esté terminada, la base será un complejo compuesto de tres grandes bloques. Uno será el CORE, el centro de operaciones, al que le sigue un almacén de 52.000 metros cuadrados completamente robotizado, así como un área de talleres de 94.000 metros cuadrados, con 200 boxes para reparación de plataformas y vehículos de todo tipo. Los edificios que compondrán la base tendrán estrategias de diseño tanto pasivas como activas. Entre las primeras destacan el control de la ventilación, el aprovechamiento de la radiación solar o la optimización de la iluminación. Entre las segundas, la utilización de energía fotovoltaica, térmica, la iluminación de bajo consumo o el aprovechamiento de aguas grises para su utilización y consiguiente ahorro.

Vehículos de carga autónomos (sin conducto), drones, aplicación de la inteligencia artificial para prever averías, energías renovables no convencionales, diagnosis e ITV propias o un alto aprovechamiento de recursos naturales para mantener la temperatura de los edificios serán algunas de las innovaciones del Colce en Córdoba. La base tendrá, inicialmente, 1.100 trabajadores civiles y unos 600 miliares.

Cómo hemos llegado hasta aquí

Para llegar a este punto, la ciudad inició un camino con la presentación de un proyecto a Defensa para albergar la base. En enero del 2021, el Ejército se inclinó por la propuesta cordobesa frente al resto de candidatas. ¿Qué fue lo que se valoró de Córdoba para ser elegida? El dossier de 94 folios que presentaron las instituciones cordobesas (Ayuntamiento, Diputación de Córdoba, Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de La Carlota) convenció al Ministerio de Defensa principalmente porque la ubicación estratégica de la provincia respecto a las comunicaciones de España que podría influir directamente en la eficiencia y los costes de las operaciones del futuro centro. Entre sus atractivos, el proyecto de Córdoba contaba además con ser un potencial como nodo logístico nacional e internacional y con tener cercanía a polos industriales y empresas tecnológicas. También sumó la predisposición inmediata que tenía el Ayuntamiento de Córdoba para ofrecer, por un lado, suelos (se barajaron varias ubicaciones), y por otro, financiación (de las que se disponía sin necesidad de acudir a créditos) para poner en marcha la iniciativa.

El siguiente hito importante en el calendario de estos dos años fue el 17 de septiembre de 2021 con la firma del protocolo de la base. El Alcázar de los Reyes Cristianos fue el lugar elegido por el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Defensa para rubricar este acuerdo general del proyecto, donde se sentaron las bases de la iniciativa. El mismo día en que se firmó ese acuerdo también se dio el visto bueno al convenio para la cesión de suelo, por el que el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de Andalucía ponían a disposición de Defensa los terrenos ubicados en el polígono de La Rinconada, donde se instalará finalmente la base logística. 

Una oportunidad de inversión y empleo

La llegada de la base logística a Córdoba fue recibida como una gran noticia que, de momento, han concitado el consenso entre todas las formaciones políticas. Las posibilidades del proyecto en lo que a creación de empleo se refiere y las potencialidades para la generación de inversiones han sido armas incontestables para la mayoría.

Los empresarios cordobeses con la Confederación de Empresarios de Córdoba al frente, y el Ayuntamiento de la capital, han impulsado en este tiempo la Oficina de Apoyo al Inversor, y ha celebrado ya dos citas importantes en Madrid, antes del verano, y en Bilbao este otoño, para promover las bondades del proyecto y atraer a empresarios a Córdoba. Con estas salidas se ha promocionado Córdoba con el objetivo de captar inversiones en la provincia: la base como señuelo de empresas y sectores como la industria, la logística, el armamento, la tecnología, la ingeniería y la construcción.

Por su parte, la Universidad de Córdoba y el propio Ejército han celebrado durante este tiempo varios talleres tecnológicos que han servido para exponer las claves en I+D+i y empresariales que tendrá el futuro centro cordobés, principalmente entre los universitarios.

Asimismo la Formación Profesional ha adaptado su oferta a las necesidades que se prevé genere la base y ya son más de treinta los ciclos formativos de familias profesionales relacionados con las instalaciones militares los que se están impartiendo. Se responde así a una estrategia que tiene como objetivo acercar estas enseñanzas a las necesidades del tejido social y empresarial con el propósito de elevar la tasa de inserción laboral del alumnado titulado. También se han creando nuevas titulaciones relacionadas con sectores emergentes, conectadas todas con la base logística.

La instalación militar necesitará profesionales formados en tecnologías emergentes y disruptivas como Big Data, sistemas de inteligencia artificial, que se aplicarán en el análisis y toma de decisiones, en realidad virtual, sistemas autónomos de transportes, automatización en almacenes y geolocalización. 

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