FÚTBOL SALA

El Córdoba Futsal se queda a medio camino de la remontada ante el Ribera Navarra

El bloque blanquiverde sacó un trabajado punto del recibimiento al necesitado combinado tudelano en Vista Alegre (2-2)

El visitante Hamza Maimón, en propia meta, y Guilherme, autores de los goles para los de Josan González en la cita

Miguel Heredia

Miguel Heredia

Un punto para mantener a flote el mejor arranque de la historia del Córdoba Futsal tras media década en Primera División. El bloque tutelado por Josan González sacó todas sus reservas de oficio, solvencia y acierto para nivelar la papeleta a un Ribera Navarra tozudo y peleón en Vista Alegre (2-2), donde se vivió una batalla sin cuartel para acabar con el botín repartido entre cada lado y una pugna tremenda en el camino. Los goles, de este modo, redondearon una tarde de fútbol festivo en la pista blanquiverde, en la que un tanto Antoniazzi -que estrelló en el visitante Hamza el tanto del 1-1 inicial-, junto al zurdazo de Guilherme, hicieron de aval para contrarrestar el empuje foral, al que Claudino y Sofiane dieron forma en el marcador. Tuvo la opción de dejar los tres puntos en casa Lucas Perin sobre la bocina de doble-penalti, hasta en dos ocasiones, aunque Adrián Pereira le ganó el pulso en sendos trámites desde los diez metros y la cita acabó como empezó, con tablas y un nuevo capítulo más -sumamente aguerrido- al cuaderno de notables cordobesista, que en otros tiempos acostumbraba a irse de vacío en duelos de esta calaña.

Mejor el Tudela

El arranque fue comedido. Sin demasiada osadía a la hora de lanzar sus primeras aproximaciones, a la que vez que cierto temor por destapar sus cartas de forma temprana, tanto blanquiverdes como tudelanos dejaron una puesta en escena escorada a lo táctico. Mejor comenzaron los navarros, ciertamente, con algún que otro argumento más entre tanteo y probaturas en transiciones para exigir más de una acción defensiva en los de Josan González, e intervenciones puntuales de Fabio y Víctor Areales, que comenzaron a sucederse de forma alterna bajo palos con el avance del reloj. Muhammad, no obstante, puso la primera ocasión de peligro real en la cita una vez consumidos los cinco minutos de juego, con un trallazo improvisado que también quedó cerca pero fuera del alcance de Zequi, quien acabó relamiéndose en busca de abrir la lata.

En el lado rival tampoco tardó demasiado en armar la réplica Sofiane, pero se encontró con una nueva parada de Víctor. El planteamiento del banquillo califal era simple: el cordobés era el estandarte de la creación del juego desde la portería, mientras Fabio, más veterano y aplicado, actuaba como apagafuegos ante las embestidas forales, que poco a poco fueron ganando frecuencia. No fue un inicio fácil para el Córdoba Futsal, frente a un Ribera Navarra serio y decidido para intentar apuntarse su primer triunfo del curso, acumulando tentativas prometedoras a través de la verticalidad de Hamza y Claudino.

Muhammad conduce el esférico durante el encuentro ante el Tudela.

Muhammad conduce el esférico durante el encuentro ante el Tudela. / FRANCISCO GONZÁLEZ

En los de Josan el escudo era Damián Mareco. El internacional paraguayo se armó de galones en la cita de este sábado para llevar el peso de la defensa y achicar agua en los momentos necesarios. Aprovechando una de sus acciones, precisamente, cerca estuvo de desnivelar la balanza Antoniazzi, hasta en tres ocasiones, primero tras servicio del cierre, después habilitado por Zequi, para por último casi sorprender a Deko después de una mala salida de balón tudelana hasta la media cancha, desde la que el brasileño despegó en una cabalgada para acabar mandando su chut a la izquierda del arco visitante. Los errores en ambos bandos parecía ser la gestación del primero de la tarde en Vista Alegre.

Y la paridad se rompió, aunque del lado no deseado. Sirviéndose de una acción aislada a balón parado, con un saque de mucha pizarra desde la esquina, los pupilos de Juanma Marrube se adelantaron en el electrónico por mediación de Claudino, que con una sencilla finta desarticuló la frágil defensa blanquiverde para dejar la contienda cuesta arriba antes de la marcha a vestuarios.

Acción y reacción

El descanso reseteó los ánimos. La reanudación fue tremenda, la respuesta también, y ni un minuto fue necesario para volver a la equidad. La secuencia fue rapídisima: saque de centro, balón al lateral, Antoniazzi se deshizo en velocidad de la marca de Carlos Bartolomé y como un rayó dejó a Deko petrificado tras un zurdazo tan potente como ajustado -tocó en Hamza- desde el perfil izquierdo a los 15 segundos. El gol supo a gloria, porque había costado horrores. Se leía un guion fuera de la espesura del primer acto y la música no se hizo esperar para empezar a sonar en las gradas de Vista Alegre, por lo que la orquesta dirigida por Josan Gónzalez también se propuso terminar de afinarse. 

Pero la idea se quedó en eso, en intención, o al menos en aquellos compases. Y es que tras la euforia llegó el golpe de realidad. Únicamente otros dos minutos bastaron para que Hamza pusiera sobre aviso que el 1-1 sería volátil, mandándola al palo, mientras que Sofiane, aprovechando una transición de Lucas Tripodi, llevó el duelo al 1-2 con un golazo soberbio acto seguido. Tampoco duró mucho. Dos minutos después, siguiendo aquello de acción-reacción, Guilherme apareció para reponer las tablas con un zurdazo desde lejos justo después de que Víctor Areales evitase la tercera diana de los tudelanos.

Zequi Montero, durante un lance del encuentro en Vista Alegre.

Zequi Montero, durante un lance del encuentro en Vista Alegre. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Con el duelo roto, la pugna entró en un capítulo distinto. Lucas Perín tuvo la remontada en sus botas desde los diez metros, a través de un doble penalti que atajó con esfuerzo Adrián Pereira -salió específicamente con el propósito de ganarle el pulso al de São Bernardo do Campo- a falta de cinco para el cierre de la jornada. También tanteó el tercero Zequi Montero, con la misma suerte, en una recta final en la que las necesidades tudelanas -decimocuartos con cuatro puntos antes del encuentro- cobraban poco a poco intensidad. 

Juanma Marrube conocía las circunstancias y sacó el juego de cinco sin pensárselo, mientras que Josan González instó a sus pupilos a guardar cautela atrás para tratar de dar la vuelta al marcador al contraataque, aunque sin miedo a equiparar la apuesta con Arnaldo Baéz como portero-jugador. Con el ala paraguayo como ariete a falta de 20 segundos se generó, precisamente, la última del encuentro, en la que el atacante cayó derribado sobre el filo del área navarra para sacar una nueva oportunidad en el doble penalti. Volvió a asumirlo Perin, también volvió a negarle el gol Adrián Pereira. Ahí se escapó el triunfo. Después la bocina quedó entrelazada con el lamento del ala blanquiverde y los aplausos de un respetable cordobesista orgulloso ante una semana más de crecimiento para el renovado Córdoba Patrimonio de la Humanidad.

Ficha técnica: 

2 - Córdoba Patrimonio de la Humanidad: Fabio, Mareco, Zequi, Arnaldo Baéz y Antoniazzi -quinteto inicial-, Pulinho, Lucas Perin, Víctor Areales y Muhammad.

2 - Ribera Navarra FS: Deko, David, Espín, Carlos y Hamza -quinteto inicial-, Anás, Tripodi, John Lennon, Nacho Gómez, Sofiane Charraoui y Claudino.

Goles: 0-1 (17’) Claudino. 1-1 (21’) Hamza (p.p). 1-2 (24‘) Sofiane. 2-2 (26’) Guilherme.

Árbitros: Manso Martín y Moreno Durán. Mostraron tarjeta amarilla al local Antoniazzi, así como a los visitantes Claudino y Nacho Gómez.

Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de Liga en Primera División, disputado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre (Córdoba).

Suscríbete para seguir leyendo