Opinión | CARTA ILUSTRADA

Rafael Bueno

Pedro Sánchez y Kim Jong-un

Pedro Sánchez en una rueda de prensa en Bruselas.

Pedro Sánchez en una rueda de prensa en Bruselas. / EFE

Si vemos las imágenes de Pedro Sánchez en el Parlamento español y las del sanguinario dictador norcoreano en el suyo, podremos apreciar que no hay diferencia alguna entre ellas. Ambos «líderes supremos» son aclamados escandalosamente por sus respectivos cortesanos que se parten las manos aplaudiendo y las caras sonriendo, para que sus «amos» tomen nota de su vasallaje y no los sacrifiquen. Todo, mientras que sus respectivos pueblos que los mantienen y los padecen se las ven y se las desean para poder subsistir. Busquen, comparen y, si todavía hay alguien creído que lo de España es una democracia, que se vaya corriendo al psiquiátrico de guardia e ingrese de urgencia. ¡Por sus obras los conoceréis!