Opinión | Al paso

¡Victimízate!

En nuestro país, los delincuentes de guante blanco no tienen que pedir perdón y menos reinsertarse

Ya es triste que tenga que escribir sobre esto. Sin embargo, uno no puede permanecer indemne a la oleada de vulgaridad que está arrasando en las máximas instituciones. Empecemos por el ejecutivo en Madrid, pero también en las Comunidades Autónomas principales como son Madrid y Cataluña. Porque en todos estos ámbitos está enganchada la vulgaridad y la respuesta es la exculpación a través de la victimización. Resulta que en el seno del Congreso se cuela toda una trama de corrupción y la defensa del gobierno es que ellos en cuanto salta un caso de corrupción lo siegan de raíz y no como otros. Eso es mentira. El Pesoe lo único que ha hecho es segar la cabeza de turco del Koldo. Pero sabiendo que hay mucho más no investiga. Al contrario: el fiscal general del Estado se ha convertido en una especie de comisario político.

Yo esperaba de Pedro Sánchez una comparecencia larga hablando claro y alto y acusando a los que formando parte de sus filas en uno de los periodos más duros de la historia de España como fue el Confinamiento, se hayan hecho ricos a costa de los privilegios que el cargo otorgaba. Y esperaba toda una arenga para que nadie osara más, no solo robar a la sociedad sino reírse de sus desgracias. Pero lo único que ha hecho es buscar otro caso de corrupción en las filas contrarias. De pena. Bueno, y victimizarse, como si Pedro Sánchez fuera un héroe envidiado e incomprendido. ¡Venga ya con el cuento! Pero ahora coge a la otra, a la presidenta de Madrid, que descaradamente también va de víctima; primero nos llega con un hermano que cobra comisiones de la ostia por mediar en la venta de mascarillas de China a la Comunidad de Madrid (que casualidad, en la Comunidad donde la hermana manda) en medio de cien muertes diarias por Covi. Y seguidamente, cuando nos habíamos repuesto del listillo este, el novio hace más o menos lo mismo además de defraudar a Hacienda. Vamos a ver, que yo no digo que Ayuso tenga algo que ver porque a nivel jurídico eso hay que probarlo. Pero a nivel político, esperaba de la presidenta otro tipo de discurso de más altura y no estrictamente mercantilista en el caso de su hermano y descaradamente de in dubio pro reo a favor del novio. Eso sí, como hermana y novia, la chavala es para quitarse el sombrero. Pero ella no es solo hermana y novia, sino que es algo así como la madre política de millones de personas. Sabía que no llegaría a posturas como la de Guzmán el Bueno, pero, repito, esperaba un discurso más de cara a los ciudadanos. Y sobre todo ir menos de víctima por considerarse ella misma como el azote de la izquierda. Los grandes no se piropean a sí mismos. Miren su predecesora, que tenía mucha más edad y curriculum y que pertenecía a un partido minoritario y aun así perdió por muy poco y nunca vi en la política española una señora tan humilde como Manuela Carmena. Si, humildad es lo que le hace falta a la Ayuso porque el que su hermano y su novio ganarán ese pastón en la Pandemia fue gracias a la situación desesperada de los españoles y no a la creatividad empresarial de un emprendedor fantástico que crea cientos de puestos de trabajo directos e indirectos. Pero ahora vete para Cataluña: después de dar una amnistía que no es constitucional ni tan siquiera reformando la Constitución porque son temas referentes a la tutela judicial efectiva e individual de todos los ciudadanos y no de organización territorial del Estado, en vez de mostrar un poco de agradecimiento, los de ERC y JUNS se ponen más farrucos todavía. Pero vamos a ver cabezas de serrín: si el fin último de la Unión Europea es la unión política de los estados miembros, ¿cómo es posible que no os sentáis identificados con un aragonés o valenciano y sí con un tío de Bélgica o Polonia? Pero nada, estos también dicen que son víctimas de la «represión española». Ya saben, aquí en nuestro país, los delincuentes de guante blanco no tienen que pedir perdón y mucho menos reinsertarse. Solo tienen que ir de víctimas para que la justicia pase de largo ante sus delitos o los de sus allegados o ministros, aunque los demás y pequeñitos mortales suframos directamente dicha incivilización.

* Abogado

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