Opinión | EL PATALEO

No es Messi, es Lamine Yamal

Su crecimiento futbolístico es constante, sostenido. No ha dado muestras de haber perdido la concentración a pesar de que Xavi le da raciones de banquillo de vez en cuando

Lamine Yamal.

Lamine Yamal. / EFE

Lamine Yamal aún está en edad de crecer, recordemos que solo tiene 16 años. Pero, mientras tanto, ya se ha erigido en el líder ofensivo del Barça. Lewandowski, que le dobla (y más) en edad, cada día es más intermitente y Raphina, fichado a golpe de talonario, no acaba de explotar el talento que sin duda tiene. Así las cosas, el jovencísimo canterano ya es todo un referente en el ataque del equipo de Xavi. Su gol al Mallorca, repleto de talento, desequilibrio e imaginación, es la última muestra de lo que es capaz de hacer en un campo de fútbol. Los elogios se multiplicaron en la prensa y en las redes sociales tras su prodigioso golpeo para superar a Rajkovic, pero Xavi quiso frenar la euforia en la sala de prensa. Lo hizo de manera contundente, lanzando un mensaje claro a los que quieran vender que estamos ante el nuevo Messi. Xavi jugó infinidad de partidos con el mejor Leo y lo ganó todo. Sabe que las comparaciones con el argentino, especialmente en Barcelona, sólo pueden hacer daño al ‘sucesor’ de turno. Messi sólo habrá uno. Como sólo hubo un Maradona o un Pelé. Lamine Yamal tiene que hacer su camino, seguir aprendiendo y consolidarse en la élite. En la historia del fútbol ha habido cientos de casos de jugadores que apuntaban a leyendas y acabaron su carrera sin pena ni gloria. Aunque no parece el caso de Lamine Yamal, desde luego. Su crecimiento futbolístico es constante, sostenido. No ha dado muestras de haber perdido la concentración a pesar de que Xavi le da raciones de banquillo de vez en cuando. Todos tenemos ganas de verlo de titular y eso nos ha llevado a reclamar su presencia, pero la gestión de Xavi está siendo inteligente. Es muy importante no quemarlo con exceso de minutos y responsabilidad. Aún se está formando y hay que observar su evolución, pero los grandes clubes harán ofertas salvajes por él más pronto que tarde. Y ahí tendrá que aparecer Laporta para decirlo alto y claro, con nitidez: Lamine Yamal es intransferible.

La Masía, al rescate

A la aparición fulgurante de Lamine Yamal se le ha sumado la de Pau Cubarsí, otro juvenil que pinta a titular durante muchos años. El joven central de 17 años se está ganando la condición de indiscutible con una tranquilidad que asusta. No le pesa la presión, parece que lleva 300 partidos en Primera división. Juega el balón muy fácil y siempre está bien colocado. La llegada de estas dos jóvenes promesas es, sin duda, la mejor noticia para un club en serios problemas económicos. A ellos hay que sumar a los Gavi, Araujo, Balde o Fermín. Y los que vendrán. La Masía, como ha ocurrido a lo largo de las últimas décadas, siempre aparece en tiempo y forma. Y ahora, con la que está cayendo, es como lluvia en el desierto.