Opinión | TORMENTA DE VERANO

Compartiendo sueños

Prode es una entidad puntera en servicios, calidad, responsabilidad social y corporativa

He creído siempre con determinación y firmeza que el mayor activo de la sociedad de nuestros días se encuentra, principalmente, en la capacidad de compromiso y transformación de los integrantes de la propia sociedad civil. Empoderar la participación, la corresponsabilidad, el emprendimiento de las personas da sentido a una ciudadanía en una relación, no de verticalidad con los poderes públicos y las administraciones, sino de horizontalidad y pleno protagonismo. En este sentido, lejos de los victimismos tan al uso, somos lo que construimos, no valen excusas ni balones fuera.

Y hace 40 años, un ciudadano anónimo llamado Blas García Rodríguez, junto a un grupo de voluntarios y familias, desde Pozoblanco y el Valle de los Pedroches, asumieron el compromiso de ampliar las oportunidades que las personas con capacidades intelectuales diferenciadas tenían al alcance. De dicho compromiso surgió Prode, asociación modesta en su nacimiento, pero impulsada por la solidaridad y el espíritu de lucha de quienes la fundaron, asumieron y promovieron una nueva perspectiva a la hora de plantear los apoyos que estas personas necesitan. La creación del centro ocupacional de la entidad o el servicio de vivienda tutelada fueron practicas innovadoras, a las que siguieron la puesta en marcha de residencias o la creación de los servicios de atención diurna, atención temprana y apoyo a la etapa educativa, así como la constitución de un centro especial de empleo. Que sumaron a la creación de múltiples empresas de restauración, hostelería, multiservicios, limpieza, diseño, pintura, escuelas profesionales y un amplio abanico de recursos de atención personal, residencial y ocupacional, construidos siempre con una pasión por mejorar que contagia, situando por delante los derechos, la dignidad y el bienestar de las personas.

Presidida hoy con notable éxito y entrega por Blas García, que tomara el testigo de aquél fundador que nos dejara hace una década, la Fundación Prode es una entidad puntera en servicios, calidad, responsabilidad social y corporativa, y sostenibilidad. Y rodeada del reconocimiento de todas las instituciones y el cariño de usuarios, profesionales y entidades, celebra ahora su aniversario bajo el lema 40 años compartiendo sueños, con un crecimiento ejemplar que sirve de referente en todo el país. Más de 900 trabajadores, 1.100 usuarios, un equipo de 150 voluntarios, numerosas empresas, sedes en varios municipios y en las provincias andaluzas, que le permite llegar a más de 3.000 familias. Y todo ello con el propósito de acompañar a cada persona en el desarrollo de una vida con sentido, basada en la búsqueda de la felicidad. Desde los valores de la dignidad e igualdad, la honestidad, el compromiso y la transparencia, con servicios de calidad, profesionalidad e innovación social. Y la visión y convicción de ser una organización que genera confianza, satisfacción y resultados a todo su entorno: personas y familias, trabajadores, clientes y sociedad. Como señala el vídeo conmemorativo, si hace 40 años lo diferente era lo excluido, ahora se pone en valor lo singular, en las mil maneras distintas que hay de amar, de ser y crecer, de comunicarnos. Efectivamente, en estas cuatro décadas hemos aprendido que sin igualdad no hay justicia, sin empatía no hay destino y sin propósito no hay motor que valga. Todos sin excepciones nos necesitamos y complementamos mutuamente para alcanzar nuestras metas y todos merecemos la misma oportunidad de ser felices, construyendo para ello una sociedad más inclusiva donde quepamos todos. La Fundación Prode es un motor de la transformación y un espejo de que somos nosotros mismos los protagonistas de ese cambio que queremos, y tenemos en nuestras manos y decisiones. El camino siempre merece la pena si es compartido. Enhorabuena a toda la amplia familia de la Fundación Prode. Sigamos construyendo y compartiendo sueños.

** Abogado y mediador

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