Opinión | la curiosa impertinente

Propósitos

Es costumbre extendida empezar el año con propósitos emprendidos con brío en enero, pero cuyo brillo se deslustra en febrero o como muy tarde en marzo. Unido a este hábito está elde visitar en masa estos días el laboratorio de análisis clínicos. Según mi entrenador, muchas personas se hacen las pruebas en estas fechas para chequearse y tomar las decisiones oportunas, ingratas pero necesarias y populares en estos tiempos paradójicos de virus y a la vez endiosamiento de la salud y que suelen incluir actividades tan enojosas como comer mucho brócoli, abandonar el azúcar y desayunar avena, tan sensatas como dejar el alcohol y el tabaco y tan saludables como reducir el stress, iniciarse en el yoga, apuntarse a mindfulness o caminar treinta minutos diarios.

Cómo no, en la prensa hallará consejos para una nueva etapa, que igual servirían en otra estación pero enero parece mucho más adecuado para el esfuerzo o la novedad que agosto, mes de molicie, septiembre, mes decadente, o diciembre, directamente terminal. Encuentroen una revista especializadalas cinco actividades que nos ayudarán a ser eternamente jóvenes, promesa imposible pero ¡tan tentadora! Ser feliz, así, sin más, pues por lo visto, vale con proponérselo, seguir la dieta mediterránea aunque odie el cocido porque su madre le obligaba de pequeño a comer hasta el último garbanzo, hincar los codos, que nunca es tarde para aprender, visitar a su médico, aunque sea una tortura la atención primaria, que automedicarse es lo peor, y perseguir el éxito, como hace y consigue el presidente que por eso es siempre joven y guapo. Otras publicaciones animan a abrazar mucho, ya sea al perro, ya al nieto, lo mismo da, quererse mucho, ahorrar mucho y calentarse la cabeza poco.

Entonces una recuerda el dicho popular de «si quieres ser feliz como me dices, no analices» o la canción aquella portadora de verdades como puños: «todo lo que me gusta es inmoral, es ilegal o engorda» y se reafirma en que el mejor hábito para el año entero, aparte de apagar la tele cuando sale Junts, es mantener el buen humor.

* Profesora

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