Opinión | La curiosa impertinente

Amnistía y corrupción

La prensa sanchista ha filtrado la respuesta de la Comisión de Venecia sobre la dichosa amnistía del prófugo investigado ahora mismo por terrorismo y a bombo y platillo anuncia que dicho organismo considera legítima la amnistía para la reconciliación, cosa que ninguna mente democrática ha discutido nunca. El problema para los amnistiadores de urgencia podría parecer que el mismo organismo censura la tramitación urgente, cosa que el periódico propagandista del Gobierno solo admite luego en letra pequeña, porque eso destapa que al Gobierno no le mueve el afán de reconciliación sino la prisa, pero para esta observadora recalcitrante lo más definitivo es la actitud mantenida por quienes aún no se han dejado amnistiar pues resulta prístino que no persiguen reconciliación alguna, y no porque haya que hacer interpretaciones mal intencionadas de sus palabras y hechos sino porque una y otra vez han repetido que no se arrepienten de nada y que lo volverían a hacer.

Luego, cuando una bucea en otra prensa menos vendida al poder, lee casi todo lo contrario, es decir que Moncloa interpreta como un aval un borrador que no aborda la legalidad del proyecto, obviando también que la Comisión advierte a España de que las amnistías como la pergeñada por Sánchez y secuaces no deben diseñarse para cubrir a individuos específicos. Es decir, desautoriza o repudia las amnistías a la carta. Y ya me dirán ustedes qué más a la carta puede ser esta norma, cocinada ahora con el máximo disimulo y turbiedad después de haber sido devuelta a la cocina por quien pretendía hacérnosla embuchetar a todos porque todavía le ha parecido demasiado edulcorada.

En estos últimos días, Koldo y todos sus cómplices, sean quienes sean, y esperemos que alguna vez lleguemos a conocerlos y les llegue de verdad el castigo que merecen, han sustituido a la amnistía como tema escándalo, porque la corrupción tiene más morbo. Mas no es solo una la que piensa que tanta o más corrupción es utilizar las instituciones para subvertir y cambiar la ley en el propio interés como infringirla.

*Profesora

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