Opinión | aprender para contar

La misión espacial Euclid

Esta iniciativa busca entender la naturaleza de la energía oscura, aceleradora de la expansión del universo

Euclides, matemático griego del 300 a.C., es conocido como el padre de la geometría. Su obra principal, ‘Los elementos’, estableció los principios de la geometría euclidiana, fundamentando la deducción lógica en matemáticas. Su legado fue fundamental en el desarrollo de la matemática y la educación, siendo ‘Los elementos’ considerado uno de los textos matemáticos más importantes de la historia. Además de la geometría, Euclides también contribuyó a la teoría de números y la óptica.

Sin duda, un nombre de referencia, para un satélite de referencia. La misión Euclid de la Agencia Espacial Europea (ESA) se lanzó al espacio desde Cabo Cañaveral en Florida el pasado mes de julio. Su cometido es entender la materia y la energía oscuras y para eso tiene que tomar muchos datos y analizar en detalle la geometría de nuestro universo. El nombre está muy bien puesto.

La misión Euclid busca entender la naturaleza de la energía oscura, aceleradora de la expansión del universo. Utilizará un telescopio espacial para mapear y medir la forma y distribución de luz de las galaxias en diferentes épocas. Estos datos revelarán distorsiones en las grandes estructuras galácticas, ajustando modelos teóricos para comprender cómo la energía oscura afecta la evolución del universo. Euclid también estudiará la formación y evolución de galaxias, proporcionando pruebas sobre cómo la materia, incluida la materia oscura, configura nuestro mundo.

Euclid es una colaboración internacional que enfrenta desafíos tecnológicos específicos en su misión espacial. Estos desafíos incluyen garantizar la precisión y estabilidad del telescopio de 1,2 metros de diámetro, equipado con un espectrógrafo y un fotómetro para obtener imágenes en luz visible. El desarrollo de cámaras y detectores sensibles es también un reto tecnológico que beneficiará la tecnología cotidiana. Euclid requiere además un sistema preciso de posicionamiento y orientación, así como la capacidad de procesar grandes cantidades de datos. La creación de algoritmos y sistemas informáticos eficientes es esencial para analizar y gestionar los datos de manera efectiva en esta misión. También, en un futuro, la sociedad se beneficiará de ellos.

Euclid, la segunda misión del programa ‘Cosmic Vision’ de la ESA, fue seleccionada en 2011. La nave espacial y las comunicaciones están bajo el control del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC). A medida que avance la misión, los datos se transmitirán anualmente y estarán disponible para la comunidad científica a través del archivo alojado en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) de la ESA que se encuentra en España. Los datos serán analizados por el equipo Euclid, un grupo de más de 2.000 científicos de más de 300 institutos de Europa, EEUU, Canadá y Japón.

¿Dónde está el satélite? ¿Nos molestará cuando miremos al cielo? En algún que otro artículo, en esta misma columna, les he hablado de la gran preocupación de proteger el espacio exterior y la amenaza de las mega constelaciones. Son miles de satélites lanzados al espacio por empresas privadas, sin control. El lanzamiento barato lleva a los satélites hasta las llamadas «órbitas bajas» (LEO- del inglés ‘Low Earth Orbit’) desde las que giran alrededor de la tierra alimentados por paneles solares que brillan con el sol. Los satélites en órbita baja están muy cercanos a la Tierra, atraviesan el cielo con mayor celeridad y pasan por el campo visual de los telescopios durante observaciones astronómicas mucho más frecuentemente. Estos tránsitos afectan a la calidad de las imágenes y la recopilación de datos. Cualquiera que disfrute del cielo es un observador astronómico y, como los telescopios, verá muchos satélites y muy frecuentemente.

Los satélites Starlink de SpaceX, propiedad de Elon Musk y los de la compañía británica OneWeb funcionan en órbitas LEO; la mayoría de los satélites Starlink se sitúan entre 340 y 1.200 kilómetros de altitud. La altitud para la constelación OneWeb es 1.200 kilómetros. Starlink ha lanzado ya 4.500 satélites y planifica lanzar más de 42.000; OneWeb tiene en órbita cerca de 80 y su plan es extender su flota a 7.000. El proyecto Kuiper de Amazon también amenaza el uso responsable del espacio exterior y planifica a corto plazo más de 3.000 satélites para competir con SpaceX de Starlink. Toda una locura.

Euclid, sin embargo, se encuentra en órbita alta, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en una órbita L2, un punto de equilibrio gravitacional, opuesto al Sol. Esta órbita permite al telescopio espacial tener una visión constante del cielo sin interferencias significativas de la luz solar y la radiación terrestre. Los puntos de Lagrange, como L1, L2, L3, L4 y L5, son lugares en el espacio donde las fuerzas gravitacionales de dos cuerpos celestes se compensan, permitiendo que un objeto se mantenga en una posición relativa constante. Para el sistema Tierra-Luna, L1 está entre la Tierra y la Luna, L2 está en el lado opuesto de la Luna, y L4 y L5 forman un triángulo equilátero con la Tierra y la Luna. Los puntos de Lagrange son estables, y en el caso de L2, ubicado en la línea imaginaria entre la Tierra y la Luna, este punto orbita alrededor del centro de masa del sistema Tierra-Luna al tiempo que la Luna orbita alrededor de la Tierra.

Euclid es una misión europea, construida y operada por la ESA, con contribuciones de la NASA. El equipo de Euclid es responsable de proporcionar los instrumentos científicos y analizar los datos. La ESA seleccionó a Thales Alenia Space para construir el satélite y su módulo de servicio. Además, eligió a Airbus Defense and Space para desarrollar el módulo de carga útil, incluido el telescopio. La NASA proporcionó los detectores del espectrómetro y fotómetro de infrarrojo cercano, NISP. La ESA, la NASA y muchos países trabajaron juntos en equipo. Se trata de una inversión colectiva, estudiada y discutida, en la que se mejorará la tecnología que todos usaremos en el futuro y se descubrirán secretos de nuestro universo solo accesibles desde el espacio. Euclid es un ‘punto en el espacio’, en una órbita muy alta, y todo un mundo de datos, tecnología, información y trabajo futuro para el conocimiento. Un ejemplo de satélite/tecnología sostenible y ‘humana’; ejemplo del uso responsable y sostenible del espacio exterior, a diferencia de otros. Tenemos que entender para poder opinar y diferenciar, y con esa motivación, escribo el artículo de hoy.

*Astrofísica

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